UN INVIERNO EN LA PLAYA
Nacionalidad: Estados Unidos, 97 min. Director: Josh Boone. Actores: Greg McKinnear, Jennifer Connely, Lilly Collins, Natt Wolff
Escritor en crisis, divorciado y con agudo síndrome del papel en blanco, intenta, como mal menor, impulsar la carrera literaria de su pareja de adolescentes. El título original de Un invierno en la playa es, traducido literalmente, atascado en el amor. La versión castellana es incorrecta, ya que la acción transcurre a lo largo de todo un año, iniciando y finalizando con la fiesta de Acción de Gracias. Y en ese año, entre pavos al horno y pavadas mentales, los protagonistas intentan asentar sus relaciones emocionales.
Al argumento le falta originalidad, cierto. Pero buenos dramaturgos saben compensar eso trabajando, afinando mucho los personajes (agitándolos, en expresión de Michael Connelly) y el humor. Aquí sin embargo hay un recurso constante a los estereotipos. Todos se mueven por extremos, las tres mujeres entre hombres muy duros o muy blandos, o el escritor es incapaz de escribir y de amar. La politoxicomanía de la menor de edad está insuficientemente sembrada, la mala relación entre la hija mayor y la madre, muy forzada. El final feliz en todas las tramas (con unas fugaces lagrimitas) son elementos irreales adicionales. La puesta en escena, en una atractiva localidad de la costa este americana, y la banda sonora, con recurso al pop indie más melancólico (Elliott Smith, Wallpaper airplanes) anclan a la película, por si no bastara lo anterior, en el género de comedia romántica más amable y previsible. Sólo destaca, mucho, la actuación de Greg Kinnear, el único que aporta vida y matices a su personaje. Y se agradece, como en la reciente Amor y letras, la apología de la lectura y la literatura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario