viernes, 28 de noviembre de 2014

Entre Andersons anda el talento

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 26/11/14



 WES ANDERSON FRENTE A ROY ANDERSSON

Roy Andersson ganó el León de Oro en el reciente Festival de Venecia; Wes Anderson casi dio la campanada en Cannes. Dos directores de culto que poco a poco van ampliando su audiencia con miradas equivalentes y estilos divergentes.

Curiosa (cuasi) coincidencia, dos de los directores de culto en éste momento comparten (cuasi) apellido.
Wes Anderson es norteamericano. De Texas (el estado de la familia Bush). Amigo íntimo de los actores (hermanos) Luke y Owen Wilson y del actor-guionista Jason Schwartzmann (otro sobrino, como Nicolas Cage, de Francis Coppola). Y ya que seguimos con árboles genealógicos, Anderson es nieto de Edgar Rice Borroughs, creador de Tarzán.

Roy Andersson es europeo. De Gotemburgo, Suecia. Tiene setenta y tres años y se le ha bautizado como el nuevo genio del absurdo. Término que más adelante cuestionaré.  ¿Por qué son considerados de culto? Porque huyen de los parámetros más convencionales o comerciales del cine (sin que eso sea peyorativo, hay muchísimas obras maestras que sí los siguen, y puntualmente logran éxitos de taquilla)

Y porque esa experimentación la vemos sus fans como sincera. No chutes de ego, sino una mezcla de cultura, originalidad y continuidad. Cultura con mayúsculas, plenamente justificada, y utilizada de forma inteligente y desinhibida al mismo tiempo. Ejemplos:

El título de la última película del sueco, Una paloma se sentó en una rama reflexionando sobre su existencia, está inspirado en un cuadro de Peter Brueghel 'el Viejo'. Sin embargo, la película no tiene nada que ver con la temática o el estilo del pintor; no es un drama histórico tipo La chica de la perla. Ésta y sus películas anteriores, son retratos corales tipo La colmena, ambientados en ciudades del país nórdico con personajes corrientes y pintorescos al mismo tiempo. El título de su filme previo, Du levande (Vosotros, los vivos) está inspirado en un verso de Goethe.

El argumento de El Gran Hotel Budapest, del tejano, está basado en escritos de Stefan Zweig del periodo de entreguerras. Sobre esa época histórica convulsa, llena de nubarrrones y violencia, Anderson monta una comedia en formato de casa de muñecas con el jefe de recepción y el botones de un hotel como protagonistas.

Dos películas anteriores de Anderson son también paradigmas de originalidad: Los Tenembaums desarrolla la historia de una familia de superdotados intelectuales y, al mismo tiempo, tarados emocionales. Pero en vez de buscar una línea de acción, como Rush, Una mente maravillosa o El indomable Will Hunting, Anderson se limita a contarnos sus desencuentros familiares con recursos que son antítesis de acción, voz en off o planos frontales a cámara constantes.

Viaje a Darjeeeling por su parte, tiene algo más de acción, ya que narra las peripecias de tres hermanos que viajan a India en busca de su madre. Una muestra más de la cultura del cineasta es que la banda sonora mezcla varios temas de Satyjavit Ray, considerado el mejor cineasta de la historia de India, con los Kinks, Rolling Stones, Beethoven, Debussy y dos temas melódicos de finales de los sesenta, Les Champs Elysees de Joe Dassin y Where do you go to (my lovely) de Peter Sarstedt.

Cruzo otra vez el charco. El cine de Roy Andersson no es, en mi opinión, absurdo. O mejor dicho, lo es y no lo es. Extravagante, sí; irracional, en absoluto. O mejor dicho, es otro buceo, reportaje gráfico, muestra y muestreo de lo ilusa que es la racionalidad.

El punto en común de los Andersons es que renuncian a la acción y se concentran en los personajes, en su entorno físico y en multitud de pequeños detalles. Con un humor finísimo, irónico, culto, elaborado. Es cine para paladares exigentes y mentes abiertas.

Vidas detenidas

Publicado en Diario de Mallorca el 26/11/14

NUNCA ES DEMASIADO TARDE

Nacionalidad: Reino Unido, 88 min. Director: Uberto Pasolini. Actores: Eddie Marsan, Joanne Frogart, Karen Dury

Todos conocemos algún caso cercano de una persona extremadamente solitaria y con escasos recursos, un vecino, un amigo de un amigo o un sin techo de nuestro barrio. Algunos nos hemos preguntado por qué están tan solos, por qué no tienen familiares o amigos en los que apoyarse. Pocos nos hemos planteado qué ocurre cuando su cuerpo dice basta, quien se ocupa de esa gente. Respuesta sencilla y obvia: parte de los impuestos que pagamos van a algunos abnegados funcionarios que se ocupan de ello.

'Still life', el título original del filme, es la expresión inglesa para un bodegón pictórico. Literalmente significa vida detenida y, a la inversa, vida todavía. Uberto Pasolini, sobrino del mítico cineasta italiano, apura mucho el realismo del guión poniendo un funcionario que también se ha detenido, a su manera, en el tiempo. Recuerda en algunos aspectos al Mr. Chance de la película de Hal Ashby. Es una decisión argumental extrema, de verosimilitud forzada, que lleva al espectador hacia la compasión más que a la empatía. Pero al mismo tiempo es coherente, igual que el final, lógico una vez que se supera la sorpresa. La claustrofobia del tema, los monótonos arpegios de la banda sonora, la interpretación -magistral- de Eddie Marsan, o escenas como el repaso del álbum de fotos acogotan, dejan una gran desazón. Y al mismo tiempo logran su objetivo, empujarnos a rumiar por qué esa gente, los descastados y el funcionario, viven tan aislados. Si se podría, si se puede, hacer algo más. O si, son casos perdidos, lobos solitarios o genes autodestructivos, la complejidad de la naturaleza...

domingo, 16 de noviembre de 2014

Los límites de la obediencia

Publicado en Diario de Mallorca el 16/11/14


DIPLOMACIA

Nacionalidad: Francia, Alemania, 84 min. Director: Volker Schlöndorff. Actores: Niels Arestrup, André Dussolier, Olivier Savin

Diplomacia es una recreación más modesta de los hechos que alimentaron el best-seller Arde Paris? de Lapierre y Collins, filmado poco después por Rene Clement. El dramaturgo Cyril Gély se concentra en las últimas horas de la capital gala en manos de los nazis y el mano a mano (no confirmado del todo por los historiadores) entre el general alemán Von Choltitz y el cónsul sueco Nordlin con la destrucción de la ciudad en juego. Tras la fallida operación Valkiria, Hitler, acorralado, amargado, desquiciado, promulgó una serie de decretos para asegurarse la fidelidad absoluta de sus oficiales y destruir, en un paroxismo de la política atávica de tierra quemada, todos los edificios, infraestructuras e industrias de sus territorios. Nordlin se dedica entonces, a contrarreloj, a sembrar la duda en Von Choltitz: ¿el juramento de obediencia se aplica también a las órdenes de un hombre que ha perdido totalmente los cabales?

En su adaptación de la excelente obra de Gély, Volker Schlöndorff se queda en un aprobado. Por concentrarse tanto en los protagonistas se torna una película demasiado teatral, oxigenada sólo al final con unas breves escenas de acción. La banda sonora arranca con el emotivo segundo movimiento de la 7ª de Beethoven pero después subraya innecesariamente. Y en el reparto hay una curiosa inversión de roles; si Rene Clement enfrentó a un secundario (Gert Fröbe) con Orson Welles, Schlöndorff permite que Niels Arestrup (Un profeta, La llave de Sara) se meriende a un André Dussolier limitado por un personaje demasiado arquetípico. Aún constreñida por su origen escénico, Diplomacia es recomendable por el tema, el afinado retrato del general alemán y la interpretación de Arestrup.

jueves, 25 de septiembre de 2014

La ciudad invisible

Publicado en Diario de Mallorca el 24/9/14
 
SACRO GRA

Nacionalidad: Italia, 95 min. Director: Gianfranco Rosi. Actores: (documental)

Roma y los cineastas mantienen un largo idilio (Da Sica, Fellini, William Wyler, Woody Allen, Julio Medem, Paolo Sorrentino...). Sacro GRA es justamente la antítesis, el contrapunto, de La gran belleza. La película de Sorrentino muestra, en ficción, una jaula dorada y a un diletante buscando un quimérico Shangri-La en el núcleo imperial de la villa. Gianfranco Rosi se escabulle al barro de la periferia.

La idea del documental partió del paisajista y urbanista Nicolo Basetti, inspirado en La ciudad invisible, de Italo Calvino. GRA son las siglas abreviadas de la vía de cintura de la capital italiana, 21 kms de diámetro, más de 68 de longitud. En ese circuito han logrado los creadores encontrar a media docena de ciudadanos corrientes, entrañables e interesantes sin llegar a frikis: un pescador de anguilas residente en una choza en la orilla del Tiber, un parlanchín octogenario en un piso de protección oficial, un técnico sanitario de una UCI móvil, un combatiente solitario contra la plaga del picudo rojo, un caballero de la Orden de Malta que alquila su casa para fotonovelas y una pareja de travestís de avanzada edad, más otros figurantes episódicos. Se juega bien con la verborrea de unos y el mutismo de sus acompañantes. Hay momentos cómicos, emotivos y algo dramáticos. Entre medias, planos de la autovía en las cuatro estaciones del año, puntualmente bellos (atardecer en el río) o respetuosamente oscuros (atención a accidentados). Sacro GRA es un documental puro, sin más pretensiones que mostrar, sobre una Roma irreconocible, imperceptible, una galería de personajes atípicos. Tan romanos, o más, que Jep Gambardella.

martes, 23 de septiembre de 2014

Pastar o morir

Publicado en Diario de Mallorca el 23/9/14

EL CORREDOR DEL LABERINTO

Nacionalidad: Estados Unidos, 113 min. Director: Wes Ball. Actores: Dylan O'Brien, Amil Ameen, Ki Hong Lee, Kaya Scodelario

Coordenadas: Adaptación de una novela dirigida a jóvenes adultos ('YA' en inglés). Los que devoran Crepúsculo o Los juegos del hambre. Más cerca de esta última porque está ambientada en un mundo distópico (arrasado por el clima o guerras y con los supervivientes muy alterados).

Novedad: La obra de James Dashner asocia una trama tipo El señor de las moscas con una variante, más grande y a cielo abierto, de la cárcel de Cube y con un punto de manipulación adulta que recuerda a El juego de Ender: Encierran a unas docenas de muchachos en una pradera, en la que no falta comida ni bebida, pero tiene dos opciones, resignarse – como animales domésticados- o explorar el laberinto cambiante que les rodea. Pero deben hacerlo de día; si les pilla la noche son devorados por unos insectos gigantes semirobotizados. La llegada del carismático Thomas (O'Brian) decantará al grupo hacia la asunción de riesgos para encontrar la salida.

Fisuras: El planteamiento es original pero muestra la misma inconsistencia de base que Cube: ¿Se han gastado trillones en construir el laberinto sólo para ver si alguno de los chicos tiene madera de líder o para probar sus aptitudes de supervivencia? Más: se recurre a la triquiñuela demasiado burda de jugar con las amnesias. Y no se explica tampoco por qué todos los infantes son varones, exceptuando a la obligada pitufita de turno (Scodelario). La realización y el ritmo son más que correctos. Igual que los actores, aunque ninguno apunta a algo más que teleseries o este tipo de películas.

Moraleja: Historia original pero de muy incierto interés para el público no adolescente.

Doce años

Publicado en Diario de Mallorca el 17/9/14

 
BOYHOOD

Nacionalidad: Estados Unidos, 165 min. Director: Richard Linklater. Actores: Ethan Hawke, Patricia Arquette, Ellar Coltrane, Lorelei Linklater

En su trilogía Antes del amanecer, antes del anochecer, Antes de medianoche, Richard Linklater retrató los encuentros de una pareja de amantes en tres fugaces momentos a lo largo de sendas décadas. Con Boyhood ha dado un curioso paso más. Cuenta la vida de un chico desde los 7 a los 19 años. Doce años de su vida rodados intermitentemente durante ese mismo periodo de tiempo. Mezclando su madurez vital ficticia con su evolución física real. Muy evidente en la pareja de chicos (Coltrane y Linklater hija); más sutil, pero igual de empática, en los adultos (Arquette y Hawke).

La película dura casi tres horas y los hechos que narra son muy corrientes. Mucho. Linklater en eso es discípulo de Eric Rohmer. Entrar en su mundo exige paciencia. La ficción está ambientada en el estado de Tejas, rural y conservador. Hay algunos momentos levemente dramáticos (el segundo marido de Arquette), otros levemente emotivos (los noviazgos del chico ya adolescente) y otros levemente cómicos (la lección sobre sexualidad de Ethan Hawke). El resto roza lo documental, casi como la filmografía de Frederick Wiseman. La banda sonora es excelsa (Coldplay, Sheryl Crow, Weezer. Daft Punk, Foo Fighters, Cat Power, Lady Gaga, Bob Dylan...) pero Linklater la mantiene en un muy segundo plano, para que no vampirice a los protagonistas. En el reparto, se evidencia el contraste entre los experimentados adultos y los imberbes jóvenes, acentuando, para bien, el realismo de la propuesta. Boyhood es un original seguimiento de un chico muy corriente. Como espiarle por el ojo de una cerradura, durante doce años.

martes, 16 de septiembre de 2014

Nadar y guardar la ropa

Publicado en Diario de Mallorca el 16/9/14

EL HOMBRE MÁS BUSCADO

Nacionalidad: Estados Unidos, 121 min. Director: Anton Corbjin. Actores: Philip Seymour Hoffman, Willem Dafoe, Robin Wright, Rachel McAdams

Comencemos por lo (relativamente) accesorio: la última actuación de Philip Seymour Hoffman es, una vez más, para enmarcar. Curioso, absoluto contraste entre este espía y el patoso que retrató en La guerra de Charlie Wilson. Le arropan dos caras muy conocidas, Willem Dafoe y Robin Wright, y un puñado de excelentes promesas multinacionales, Rachel McAdams, Daniel Bruhl, Nina Hoss, Homayoun Ershadi o Mehdi Debi. Ante ellos el director Anton Corbjin acierta en la dirección. Muestra un  Hamburgo frío sin llegar a sombrío, similar, sin imitarlo, al de Wim Wenders en El amigo americano. Y en cuanto al ritmo, me ha recordado al de El escritor, sostenido sin pasarse de revoluciones.

Con ambos pilares, la materia prima, la firma de John Le Carre, parece un valor seguro. ¿Lo es? El primer visionado impacta: un thriller de espías impecable. Sin embargo, al rumiar el argumento se detectan ingredientes como mínimo muy improbables: la trama central va de un fugitivo hijo de mujer chechena y un general ruso (!!) que intenta acceder a una fortuna escondida en un banco alemán dedicado al blanqueo de dinero. Y más de media película nos hacen creer que es un terrorista islámico, provocando  escaramuzas entre los servicios secretos internos y externos de Alemania y la CIA. Además de improbabilidad (o inverosimilitud) Le Carre logra nadar y guardar la ropa, diluir culpabilidades o sospechas para que las audiencias árabes, rusa o americana no se lleguen a ofender. Y la crítica a la impunidad de los servicios secretos, su constante puenteo de las leyes internacionales sobre derechos humanos, es insuficiente. Aún así, sólo por los actores merece verse esta película.

Petit tour

Publicado en Diario de Mallorca el 11/9/14 
DESTINO MARRAKECH

Nacionalidad: Alemania, 123 min. Director: Caroline Link. Actores: Samuel Schneider, Ulrich Takur, Hafisa Herzi

Destino Marrakech va de un viaje iniciático, un micro grand tour. Un adolescente (Schneider), a punto de alcanzar la mayoría de edad, agraciado, adinerado y diabético, viaja en verano a Marruecos para compartir unos días con su padre (Tukur), divorciado, mujeriego y exitoso director de teatro de gira por el país magrebí. La mala relación entre ambos y las inquietudes propias del joven le llevan a fugarse con una meretriz local (Herzi) y poner levemente en juego su vida.

Trata el filme varios temas: a) el impulso de los jóvenes de alzar el vuelo definitivamente, aunque no estén, o no sepan si están, del todo preparados. b) los matrimonios fallidos (independientemente de su situación económica) y la repercusión en sus vástagos. c) el neocolonialismo, la tendencia ¿inevitable? a mirar por encima del hombro a ciudadanos de países menos desarrollados. d) De pasada, la fascinación hacia el desierto y sus etnias, trasfondo del magistral El cielo protector, de Bowles. La cineasta Caroline Link engarza bien los temas, aunque los afina de modo desigual. Al principio no logra evitar quitarse las antiparras del turista accidental; la estancia en Marrakech y el inicio de la fuga juvenil están más próximos al costumbrismo de Brenan que de las angustias de Bowles. Sin embargo, tras el reencuentro padre e hijo, la película entra en una singular road movie, con algunas localizaciones curiosas e interesantes matices en las personalidades de los protagonistas. Los actores, con innegable frialdad teutona, son correctos y creíbles. La música no chirría pero tampoco destaca. Sin llegar a aportar nada nuevo, Destino Marrakech ofrece un digno drama intergeneracional con bellos paisajes del norte de África.

Tres formas de salir del barrio

Publicado en Diario de Mallorca el 10/9/14


JERSEY BOYS

Nacionalidad: Estados Unidos, 115 min. Director: Clint Eastwood. Actores: Christopher Walken, John Lloyd Young, Erich Bergen, Vincent Piazza

Jersey Boys adapta un musical sobre el ascenso y descenso de del grupo musical The Four Seasons entre finales de los 50 y los 80 del siglo pasado. En dos líneas, en el barrio de Jersey, humilde y tomado por inmigrantes de origen italiano, sólo había en la posguerra tres opciones para salir de pobre: alistarse en el (menguado) ejército, unirse a los delincuentes habituales o triunfar como artista, dirigido a la todavía muy xenófoba audiencia de piel clara. Frankie Valli optó por la tercera opción con un empujoncito de la segunda. En la primera parte del filme se narran esos lazos entre delincuencia organizada de nivel bajo-medio y artistas emergentes. La segunda, con más insertos musicales, desarrolla la clásica (y frecuente) implosión de un grupo por melopea de éxito.

Siendo un correcto biopic musical, lo que no acaba de entender uno es qué pinta Clint Eastwood ahí. Incluso aceptando que sea un trabajo alimenticio, grandes directores (Scorsese, Coppola) han pasado por eso pero han logrado, aunque sea fugazmente, incluir destellos de su talento. Aquí apenas se profundiza, o se frivoliza, con el tema de los lazos entre mafiosos y artistas (¿Por qué Frank Sinatra sigue siendo tabú?) y se abusa de personajes y lugares comunes (productor homosexuales, esposa aburrida y alcoholizada, artistas manirrotos, caprichosos o puntillosos). La realización es correcta, el ritmo lento y los actores, salvo Walken, no acaban de conectar del todo con la cámara. Tapándose los ojos ante la mención del director, Jersey boys es un entretenido y bien ambientado musical, dirigido a los nostálgicos de esa época y esa música.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Perdida en su conciencia

Publicado en Diario de Mallorca el 3/9/14
 
EL CONGRESO

Nacionalidad: Israel, Alemania, Polonia, Francia, 122 min. Director: Ari Folman. Actores: Robin Wright, Harvey Keitel, Paul Giamatti

“Los escritores de Ciencia Ficción deben pensar, castigar y curar”. La frase es del polaco Stanislaw Lem, considerado el mejor escritor en lengua no inglesa del género. Famoso sobre todo gracias a la densa e hipnótica Solaris, dirigida por Andrei Tarkowski. El hebreo Ari Folman, tras la acongojante Vals con Bashir, se atreve con una adaptación muy libre del Congreso de futurología de Lem.

Si la obra original era una sátira sobre los escritores, aquí pone patas arriba la industria del espectáculo: una actriz (Wright) acepta ser escaneada multidimensionalmente; a partir de ahí se retirará totalmente de la profesión y los productores crearán con ese archivo todas las películas que deseen. Veinte años después, en un salto a la animación, acude a un congreso del mundo del espectáculo en el que se enfrenta a sus avatares, sus inseguridades, el desquiciado mundo exterior y la búsqueda de su hijo al que abandonó con una enfermedad degenerativa. La primera parte de la película, con actores físicos, tarda en despegar pero alcanza un punto muy emotivo en la escena del escaneo. En la parte de animación Folman se ancla al clásico 2D. En estilo y narrativa se mueve entre los tonos más sombríos de su obra previa o los de Silvain Chomet (Bienvenidos a Bellville) y el Miyazaki más inquieto. En contenido se desliza por los ovillos -o marismas- intelectuales de Lem. Difíciles de seguir y flirteando, en varias ocasiones, con el fantasma de la diletancia. Riesgo, ambición, que asume el director con entereza. El congreso está en línea con Holy motors o El atlas de las nubes. Inusual, desconcertante, deslumbrante, confusa. Pero en absoluto hueca.

lunes, 1 de septiembre de 2014

A medio gas




Publicado en Diario de Mallorca el 1/9/14
 
EL NIÑO

Nacionalidad: España, 116 min. Director: Daniel Monzón. Actores: Luis Tosar, Edurd Fernandez, Barbara Lennie, Jesús Castro

Tras el merecido éxito de Celda 211 (adaptando una novela de Francisco Pérez Gandul)       El niño desarrolla un guion original de Monzón y Guerricaechevarría inspirado en las andanzas de un modesto y algo mediático narco ceutí. Su trasvase a la ficción es en formato de voluntariosos perdedores: el lobezno (Castro) enfrentándose al capo alfa local; y el honrado policía (Tosar) braceando contra su mala suerte y las zancadillas de sus compañeros.

Aunque no sea un planteamiento novedoso, con un mínimo de inspiración, o motivación, o documentación se puede hacer algo destacado o sobresaliente. Pero eso exige esfuerzo. Mucho. Roberto Saviano fue periodista especializado en delincuencia organizada durante más de una década antes de escribir Gomorra; David Simon, ídem con The Wire, David Michôd tardó ocho años en madurar el guión de Animal Kingdom; Don Winslow dedicó seis a escribir El poder del perro. Da la impresión de que Monzón y Guerricaechevarría no se han sumergido lo suficiente en el tema del tráfico ilegal en el Estrecho y tampoco han sabido darle un giro novedoso a la historia o los personajes. Abusan de lugares comunes, incluyen usos más propios de narcos latinos (las decapitaciones; las personas en prenda) que de magrebíes; y otros muy improbables como que un inspector de policía terrestre especializado en drogas sea a la vez piloto de helicóptero. Las tramas personales son casi de serie televisiva, perjudicando sobre todo a los papeles femeninos, edulcorados (Bachir) o minimizados (Lennie). El resultado es un thriller correcto; muy bien realizado, con varios excelentes actores (Tosar, López, Fernandez) y lastrado por un guión demasiado conformista.

martes, 22 de julio de 2014

Cazando monos en África

Publicado en Diario de Mallorca el 7-8/7/14


OMAR

Nacionalidad: 96 min. Director: Hany Abu-Assad. Actores: Adam Bakri, Leem Lubany, Waleed F. Zuaiter, Eyad Hourani

“Los israelitas y los palestinos viven en una psicosis perpetua.” Lo dice el consagrado músico Daniel Barenboim, de cuádruple nacionalidad incluyendo la hebrea y la palestina (honoraria). Hace poco, en El hijo del otro, vimos una situación casi kafkiana en ese enquistado desencuentro. Esa película intentaba ser equidistante, aunque acababa mostrando ligera simpatía por los árabes. Omar, al contrario, es desacomplejada. Muestra la guerra, porque un estado de sitio perpetuo puede ser considerado eso, desde el punto de vista de tres guerreros palestinos. Tres jóvenes amigos, rondando la veintena, pertenecientes a una micro célula armada. Dos de ellos, además, están enamorados de la hermana adolescente del líder del grupo. Frente a ellos, un inteligente, astuto y despiadado responsable de seguridad hebreo.

El conflicto, tal como se muestra, está muy desequilibrado. La resistencia de los palestinos, más que numantina, roza lo quijotesco. Pero siguen ahí, lanzando aguijonazos puntuales y recibiendo represalias brutales. Uno de los méritos de la película es que se ahorra los discursos proselitistas. No amaga siquiera con autocrítica o soluciones constructivas. Las guerras, como se citaba en Carlos, no se ganan desfilando. Sí muestra el filme, y en eso es sincero, una sociedad palestina muy tribal, lo cual limita sus márgenes de acción. La trama amorosa es muy ingenua, y por ello bastante verosímil. La trama de acción incluye buenas dosis de persecuciones por laberintos callejeros, encarcelamientos, tortura (no llega a ser estomagante), y un excelente tête-à-tête entre los protagonistas de cada bando, resuelto con el cuento que cierra la película y titula esta reseña. La película no alcanza la magistralidad de Incendies pero se acerca, es muy potente. 

Palomas y halcones



Publicado en Diario de Mallorca el 21/7/14


EL AMANECER DEL PLANETA DE LOS SIMIOS

Nacionalidad: Estados Unidos, 120 min. Director: Matt Reeve. Actores: Gary Oldman, Jason Clarke, Keri Rusell

Rebobinemos: Sabemos desde 1968, gracias a Franklin F. Schaffner y Charlton Heston, que la Tierra estará dominada en el futuro por los simios. Conocemos, desde hace un par de años, el origen de esa dominación, un experimento genético desbocado. Teniendo inicio y final, los productores han puesto manos a la obra en convertir la historia en una caja registradora, con la venia de la audiencia.

Para rellenar la segunda precuela, los guionistas de El amanecer del planeta de los simios han recurrido a la teoría de juegos, modalidad halcones contra palomas. Resumido: Un mundo habitado sólo por seres altruistas (palomas) es utópico; sí sólo hubiera seres agresivos y egoístas (halcones) una vez liquidadas las palomas acabarían fagocitándose entre ellos. En la película hay un colectivo de ambos en cada bando. El líder 'bueno' de los simios se llama César (bajo su piel Andy Serkis/Golum); su rival, Koba. En los humanos Malcolm (Jason Clarke) contra Dreyfus (Gary Oldman), con Keri Russell como florero de la cuota femenina. Con ese doble conflicto bien aquilatado, y teniendo en mente que la serie va a durar mínimo una entrega más, los creadores no se complican más la vida. Abusan del maniqueísmo entre facciones internas y externas, y del sentimentalismo (el bebé simio, la referencia al hijo muerto de la chica), recrean un San Francisco devastado similar al NY de Soy leyenda o Rescate en Nueva York, y no se exceden con los enfrentamientos violentos. Se agradece también el mensaje, sin los ribetes místicos de Noé, de que los humanos no somos los amos del planeta sólo por haber desarrollado mucho la tecnología.

El principio de la Pitufita

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 17/7/14


PASEO DE RONDA

1.Dos de reciclajes. Lo de revisar/voltear/adaptar/revirar ideas anteriores (pocas veces propias) es, en creación artística, más antiguo que la más antigua de las profesiones. Ejemplos hay para dar y tomar, aquí hay varios recientes:

2.Fargo. La película de los hermanos Coen, protagonizada por William H. Macy, Frances McDormand y Steve Buscemi ganó 64 premios, incluyendo Oscars a mejor guión y mejor protagonista femenina. Pues bien, inspirados (suposición mía) por el éxito de una serie tan radical como Breaking Bad, se ha creado una serie con el título de la de los Coen. Los hermanos se han quedado en un discretísimo segundo plano (ni siquiera aparecen como titulares de la idea o personajes iniciales) pero han estado ahí. Por eso, probablemente la serie está recibiendo buena acogida crítica. Protagonizan Billy Bob Thornton (Monster's ball), Martin Freeman (El Hobbit) Colin Hanks (Dexter) y la atractiva Rachel Blanchard. Estrenada en primavera en EEUU, no tiene fecha ni emisora en España. A esperar, o apuntarse a las ofertas yanquis de pago.

3.Hansel y Gretel. El cuento de los hermanos Grimm acumula  (sorprendentemente) menos de una decena de adaptaciones al cine y televisión. La última fue una versión violenta y exagerada (Hansel y Gretel cazadores de brujas, 2013) protagonizada por Jeremy Renner y Gemma Arterton. La novedad es que se ha recuperado la adaptación para el canal televisivo Disney Channel en 1982. El director fue un primerizo, Tim Burton, que apuntaba sus personales inquietudes. Se puede ver, con calidad justita, en Youtube.

4.Y una de machotes estelares. La saga de La guerra de las Galaxias (y su visionado para algunos) comienza a hacerse más larga que un día sin noticias procesales de la exinfanta. La séptima entrega está siendo dirigida por J.J. Abrams (Perdidos, Super 8, Star Trek). La nueva película, no hay que ser un oráculo, será un taquillazo. Sin embargo se le achaca a Abrams que mantiene el vergonzoso desequilibrio entre papeles masculinos y femeninos, en línea con un altísimo porcentaje de películas de acción. En el reparto anunciado la proporción era de una fémina por cada siete hombres. Al recibir un toque por parte de grupos femeninos, Abrams se defendió anunciando un papel femenino adicional. Pedazo de detalle, que cambia la proporción a 8/2. Real (es un sarcasmo) como la vida misma.

5.Este desequilibrio lleva décadas siendo denunciado. Incluso una escritora, Katha Pollit lo bautizó como el 'Principio de la Pitufita', por el cual un personaje femenino muy estereotipado realza un coro del sexo (es otro sarcasmo) dominante. Pollit se quejó en 1991. Casi un cuarto de siglo después, prácticamente nada ha cambiado. En la industria de Hollywood hay cada vez más mujeres en puestos ejecutivos, pero esta es una batalla que parecen dar por perdida.

Los afortunados deben ser castigados

Publicado en Diario de Mallorca el 16/7/14
 
BORGMAN

Nacionalidad: Holanda, Dinamarca, 113 min. Director: Alex van Warnerdam. Actores: Jan Bijvoet, Hadewich Minis, Heroen Perceval, Tom de Wispelaere

En la Biblia (Apocalipsis) le llaman Abadón. Luis Buñuel recurrió a su apodo, el ángel exterminador, y lo hizo invisible. Charles Laughton lo trasladó a las llanuras norteamericanas en La noche del cazador. Hay más variantes, el Sam Bowden de El cabo del miedo / El cabo del terror, la sicótica pareja de Funny games, o Alex de La naranja mecánica. En estado puro son  iluminados, personajes que creen haber recibido una llamada para purgar a la Humanidad.

Camil Borgman, el protagonista de esta película, es un hombre de mediana edad, culto, inteligente e indigente. Lidera una banda que se esconde en los bosques. Seleccionan individuos ricos al azar y los asedian psicológica y físicamente. El tema y la puesta en escena evidencian la influencia de Michael Haneke. Pero también de Buñuel y Tarantino, al que se supera por macabrez cómica en algún pasaje. Hay personajes fascinantes como el protagonista (soberbio el actor Jan Bijvoet), inquietantes (la hija pequeña), cómicos (la pareja masculina de esbirros recuerda a los Blues Brothers; la de féminas es una variante bífida del señor Lobo) y patéticos (el ejecutivo y su esposa). La mansión de diseño ultramoderno ejerce como un personaje adicional. La música es casi imperceptible y desasosegante. El argumento es muy inverosímil, con muchos cabos sueltos o mal explicados; pero incluye gags antológicos y los diálogos son escuetos y atinados. Película muy extraña. Humor negro, negrísimo, pero no hueco. Apela a un tema perenne y presente, el descompensado reparto de la riqueza en el mundo y el anhelo que muchos tienen de reparar esas injusticias. ¿Por el medio que sea?

martes, 1 de julio de 2014

Mujerzotas

Publicado en Diario de Mallorca el 2/7/14


FOXFIRE

Nacionalidad: Francia, Canadá, 143 min. Director: Laurent Cantet. Actores: Raven Adamson, Madeleine Bisson, Katie Cosseni

La anterior adaptación de la novela de Joyce Carol Oates estaba protagonizada por una incipiente Angelina Jolie en el agradecido papel de Legs (mote equivalente a 'zancuda'). La versión de Laurent Cantet muestra muchas de las virtudes y excesos de la prolífica autora americana. La historia está ambientada en los años 50 en un pueblecito del norte de Estados Unidos. Un grupo de chicas adolescentes monta una sociedad secreta para vengarse del machismo imperante. La sociedad deriva a comuna (auspiciada por la influencia de un octogenario vecino comunista)  y provoca la radicalización de las chicas, explotando al límite sus armas de mujer para mantener su modo de vida.

Las referencias literarias y cinéfilas son múltiples y a la vez casi invisibles. El clásico de Alcott (sí citado a media película), comedia negra juvenil (Heathers y similares), drama existencial adolescente (Los inútiles de  Fellini, La última sesión de Bogdanovich), Jack Kerouac, Faulkner incluso... Muy agradecidas pero en clave demasiado femenina. Salvo el fascinante vejete, el resto de personajes masculinos están encadenados al estereotipo de joven o adulto con las hormonas desatadas y ningún respeto a la condición femenina. Siendo cierto que la sociedad en esa época era hipermachista, Oates la exagera más de lo necesario. El guión de Cantet contiene varias imperfecciones más: exceso de duración (casi dos horas y media), diluye demasiado el protagonismo entre varias chicas y omite aspectos claves de Legs. Aún así, ese personaje, y la mirada de la actriz Raven Adamson, atrapan. También la ambientación, la fotografía y la banda sonora están muy pulidas. Largo, potente drama juvenil con fuertes raíces literarias.

Virado a ámbar

Publicado en Diario de Mallorca el 30/6/14


EL SUEÑO DE ELLIS

Nacionalidad: Estados Unidos, 120 min. Director: James Gray. Actores: Marion Cotillard, Joaquin Phoenix, Jeremy Renner

La isla de Ellis, en Nueva York, muy cerca de la Estatua de la Libertad, fue tristemente famosa en las primeras décadas del siglo pasado porque era el embudo de entrada de los inmigrantes procedentes de Europa. El cineasta James Gray dejó muy buen sabor de boca con su anterior filme, Two Lovers y le fascinan los barrios con más historia y menos glamour de Nueva York. En El sueño de Ellis el guión es un suave melodrama en el que ni la historia ni los personajes rompen la previsibilidad. Sin caer en el culebrón de brocha gorda, sí cede a la condescendencia. Acentúa el desamparo de la protagonista, una polaca guapa y pobre (Cotillard), incapaz de esquivar los tentáculos de un elegante proxeneta (Phoenix) o los posteriores arrumacos de su primo (Renner). El personaje femenino es demasiado pasivo, resignado a su suerte. Por su comprensible fijación por no abandonar a su hermana enferma no puede aprovechar las oportunidades de escapar de la red. Si fuera un poco más astuta, más manipuladora, la historia hubiera despegado fácilmente.

Guión aparte, muy académico y dirigido al público menos amante de las sorpresas, director y actores ponen mucho talento en el resto de apartados. Gray muestra una extrema madurez en ritmo, banda sonora, ambientación y fotografía cuidadísimas. Alterna la miseria de los barrios pobres de NY con planos virados a ámbar de Central Park o el rio Hudson. Joaquin Phoenix, Marion Cotillard y Jeremy Renner no buscan tres pies a sus personajes sino que les sacan, con tino y empatía, sus pequeños pliegues. Resultado, un afinado, sin llegar a deslumbrante, drama histórico.

Ver, recordar, aprender

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 26/6/14


DOCUMENTALES

Para la pequeña o gran pantalla, se siguen produciendo documentales de altísima calidad e interés. Un género que, afortunadamente, no tira la toalla.

El año pasado arrancó con un cuento de hadas. Searching for Sugarman, el documental que ganó el Oscar en su categoría narró con excepcional pulso y emotividad (y alguna triquiñuela, todo hay que decirlo) la vida de un músico desharrapado en su país y triunfante, sin saberlo él, en otros continentes.

El año también nos trajo otra joya: The art of killing (nominada en los premios de este año), logró tratar un tema pavoroso -el genocidio en Indonesia durante los peores años de Sujarto- sin revolver las tripas físicas pero sí la conciencia de los espectadores. Y una nueva punzada de Claude Lanzmann (Shoah). En El último de los injustos, rescata la entrevista al único presidente de un consejo judío que sobrevivió a los nazis, dejando parte de su alma por el camino.

En la lista de nominados del año anterior había otros filmes de temática igual de interesante y comprometida. The gatekeepers logró confesiones de varios altos mandos de la policía interna israelí. How to survive the plague trata la lucha, olvidada y lejos de ser ganada, contra el Sida. The silent war aflora otra guerra aún más desconocida, el de las féminas que, dentro del primermundista ejército de Estados Unidos, sufren violaciones o acoso sexual severo y no logran que se haga justicia. Estos filmes están, para los fluentes en el idioma de Shakespeare, localizables en dvd o plataformas legales de descarga.

Respecto al año bien entrado, en el reciente DocumentaMadrid 2014 despuntaron My name is salt, sobre la colecta de ese preciado polvo en una zona remota de India, y The dog, sobre el truhan -homosexual, hiperactivo, arrojado, lenguaraz- que inspiró la película Tarde de perros, protagonizada por Al Pacino. También se presentó una semblanza de un músico añoradísimo, Antonio Vega, en Tu voz entre otras mil.

Otro artista añorado, y que se ha ganado un documental, es Gore Vidal. En Gore Vidal, los Estados Unidos de la amnesia, se recuperan entrevistas con el ausente escritor. Un hombre carismático, polémico, muy comprometido políticamente, amante de la notoriedad y polifacético (fue, una de sus curiosidades, coguionista de la película Ben-Hur).

Despierta también interés la obra que ha ganado el Oscar este año, 20 feet from stardom. Su planteamiento tiene menos misterio y redención que Searching for Sugarman, pero aún así mete el dedo en una pequeña llaga, el de las coristas de las grandes estrellas. Músicos que se dejan la piel, y las cuerdas vocales, por una gratificación infinitamente menor.

No recibió el premio otro filme que quizás lo mereciera. Cutie and the boxer retrata a Ushio y Noriko Shinohara. Una pareja de pintores de origen nipón afincados en Nueva York desde hace varias décadas. Desde entonces siguen compartiendo juntos la pasión por la creación, y sufriendo el desgaste de la prolongada convivencia.

Por último, un homenaje a un colega/maestro. Roger Ebert, fallecido hace pocos meses, fue considerado uno de los mejores críticos de cine de la última década. Uno de los pocos que se ganó el respeto de todo el gremio por su infrecuente combinación de inteligencia, sensibilidad, cinefilia, soltura literaria y ausencia de ego. Él cine fue para él profesión y pasión, y no ahorró esfuerzos en contagiarla al máximo de gente. Life itself ayuda a mantener viva su memoria.

Este puñado largo de ejemplos es una lista de deberes. Una muestra, una confirmación, de que hay mucho por ver, por recordar, por aprender.

martes, 24 de junio de 2014

500 millas por amor

Publicado en Diario de Mallorca el 24/6/14

 
AMANECE EN EDIMBURGO

Nacionalidad: Reino Unido, 104 min. Director: Dexter Fletcher. Actores: Peter Mullan, Jane Horrocks, Kevin Guthrie, Paul Brannigan, Freya Mavor

The Proclaimers (los gemelos escoceses Charlie y Craig Reid) vendieron miles de discos gracias sobre todo al pegadizo tema I'm gonna be (500) miles. En 2007 se estrenó un musical basado en su segundo album, que se adapta ahora al cine. Se trata por tanto de una fórmula tipo Mamma mia!, o (aún no adaptado al cine) Hoy no me puedo levantar: seleccionar un puñado largo de temas y ligarlos con un hilo narrativo de ficción.

Como esos temas suelen tener temática bastante variada (ergo, dispersa) el argumento suele ser un apaño (ergo, bastante simple). En Mamma mia! se trataba del reencuentro inesperado de una pareja adulta en la boda griega de la hija de ambos. Aquí juntan las bodas de oro de otra pareja adulta (Mullan y Horrocks) con el regreso de la guerra en Afganistán/Irak  de su hijo y el novio de su hija. Cómo mínimos giros argumentales se añade un latigazo del corazón del padre y el afloramiento de una antigua infidelidad, las ganas de conocer mundo de la chica y la morriña de la novia inglesa del otro soldadito. Poca cosa, la verdad pero los temas de The Proclaimers están mucho mejor integrados que los de Abba. Transpiran mayor sensibilidad y humor (“entre la pubertad y el pub”, o las referencias de una oronda chica a sus primeros escarceos amorosos). La dirección de Dexter Fletcher muestra un Edimburgo resplandeciente; en el reparto Peter Mullan cautiva con su aplomo. Aunque es una obra de reivindicación local, mostrando lo mejor de los escoceses, y no ofrece más que evasión, destila un optimismo bastante sincero y contagioso. 

Muchas sandalias y pocas neuronas

Publicado en el duplemento Bellver de Diario de Mallorca el 19/6/14

 
CINE SOBRE LA ÉPOCA CLÁSICA

Pompeya y 300-El origen de un imperio han devuelto el interés sobre los imperios del inicio de la era cristiana. A pesar de los excelsos avances en animación por ordenador, un añora los 'peplums' de hace varias décadas

Con o sin 3D, no hay duda de que la animación por ordenador ha dado un salto cualitativo impresionante en la última década. Salvo en películas de ciencia ficción pura, o parcialmente en cine histórico, los creadores y productores no acababan de cambiar el chip. Lo veían más como un apoyo que como una herramienta.

Gladiator (Ridley Scott, 2000), Troya (Wolfgang Petersen, 2004) o Alejandro (Oliver Stone, 2004) son ejemplos de esa 'vieja' escuela. Montaron elaboradísimos escenarios de palacios o coliseos, buscaron excelsas localizaciones y sólo recurrieron a la computadora para las escenas con multitudes o para momentos puntuales de acción muy compleja. Parte, o mucha de esa indecisión estaba en la desconfianza de directores y actores hacia el 'croma' (el fondo completamente liso, verde, azul o negro, sobre el que se funden las imágenes o acciones artificiales).

Sí arriesgaron en 2007, casi en paralelo, James Cameron con Avatar y Zach Snyder con la primera parte de 300. Ambos invitaron a los espectadores a ver un cómic animado. Les ofrecieron paisajes, mundos, encuadres, efectos visuales que hasta entonces parecían imposibles. El croma pasó a ser el escenario principal, les gustara o no a los actores (que se lo digan si no a Sandra Bullock y sus maratonianas jornadas completamente sola, en Gravity). Como mucho (en la 2ª parte de 300) se montó un esqueleto de nave; el resto lo han puesto el Blender, Maya, E-on Vue y otros sofisticados programas informáticos.

Con un gran presupuesto, (a partir de cien millones de dólares) en el momento que se igualó el coste de quinientos figurantes reales y medio millón virtuales, la suerte quedó echada. Incluso Snyder se autolimitó al ceñirse a la batalla (terrestre) de las Termópilas, protagonizada por Leónidas y Jerjes I. En la segunda parte se embarca con Temistocles en las batallas navales que pusieron a prueba la fortaleza de la confederación griega. Pompeya por su parte se limita a ser un Pearl Harbour con sandalias en vez de botas de caucho y meteoritos sustituyendo a las bombas de los Zero.

Estas películas, igual que Gladiator o Alejandro, pretenden retrotraernos al esplendor de títulos clásicos como Espartaco, Quo Vadis, Ben Hur o Sansón y Dalila. Sin embargo, y no es por nostalgia, no son lo mismo. Les sobra testosterona y les falta encanto, carisma, convicción. Desde el guión al reparto. Hay un error de concepto, concentrar toda la energía en el envoltorio. Despreciar los fundamentos más básicos de la narrativa (premisa original, personajes con matices, diálogos no previsibles) y recurrir a actores de segunda línea para para desviar aún más fondos a los cerebritos informáticos. Ejemplo: Temistocles fue un militar de una inteligencia excepcional; Sullivan Stapleton es un actor vulgar, un musculitos de gimnasio.

Tras ver estas películas uno añora incluso a los veteranos peplums, las películas de serie B (o C, o D) equivalentes a los espaguetti western. Las películas sobre Maciste, Goliat, Hércules... no disimulaban su limitado presupuesto y ambición. Además, o por ello, tenían un cierto encanto. Hasta Paul Naschy se atrevió con el género (Los cántabros, 1980, reservándose para él el papel del general Agripa) o, más previsible, Sergio Leone (El coloso de Rodas, 1961). Mención honorífica final para el mago del stop-motion, Ray Harryhausen. Jason y los argonautas, Furia de titanes o Simbad y la princesa perduran gracias a su estado de gracia.



martes, 17 de junio de 2014

Ser. Mujer. Escribir

Publicado en Diario de Mallorca el 18/6/14


VIOLETTE

Nacionalidad: Francia, 102 min. Director: Martin Provost. Actores: Emmanuelle Devos, Sandrine Kiberlain, Olivier Gourmet

Casi al final de la película, Simone de Beauvoir afirma (cita aproximada) que las grandes obras son las que mejor mezclan realidad y sueños. Con un pasado bastante complicado (bastarda, familia humilde) la amistad de Violette Leduc con Beauvoir, Maurice Sachs, Jean Genet, la provocadora temática de sus libros (lesbianismo, incesto, desarraigo familiar con fuertes componentes autobiográficos) y un innegado don literario acabaron sacándola del pozo de la inseguridad y las depresiones.

El biopic de Martin Provost profundiza en la relación entre las dos escritoras, una desahogada económicamente y reconocida literariamente; la otra atormentada, pobre, neurótica. Se insinúa que Beauvoir la apoyó (con dinero y animándola a escribir) porque vio un talento superior al suyo y porque representaba a la segunda mujer que ella voceaba, con talento y liberada de ataduras puritanas. Todo eso está bien reflejado, aunque sólo en diálogos. La película es demasiado académica, dirigida al público más conservador. Una comparación paradójica: A Leduc le censuraron varios pasajes de su obra Ravages por sus descripciones demasiado explícitas de lesbianismo. La película ni amaga alguna escena como las de altísima tensión en La vida de Adele. La dirección, la ambientación, las interpretaciones y la banda sonora son demasiado convencionales. Sólo hay ligeros destellos puntuales en la fotografía y en la paródica recreación de la escena clave de El acorazado Potemkin por parte de Leduc, Genet y Guerain. Ese academicismo es un decepcionante lastre, pero se compensa parcialmente con el buen retrato de la complejidad de la protagonista, su lucha contra el puritanismo y contra sus fantasmas interiores.

Cero positivo

Publicado en Diario de Mallorca el 16/6/14


SOLO LOS AMANTES SOBREVIVEN

Nacionalidad: Estados Unidos, 115 min. Director: Jim Jarmusch. Actores: Tilda Swinton, Tom Hiddleston, Mia Wasikowska, John Hurt

Lejano el 'gran slam' de filmes que encumbraron a Jim Jarmush como cineasta de culto (Extraños en el paraíso, Down by law, Mistery train y Noche en la tierra), su obra posterior (Ghost dog, Flores rotas) no es en absoluto despreciable. Sólo los amantes sobreviven es su visión personal de la moda de vampiros y zombies, en las antípodas de la saga Crepúsculo o la serie The walking dead.

Lo hace Jarmush marcando territorio con descaro: Argumento mínimo, con sólo un evento reseñable como de acción: Una pareja de vampiros amantes (Adán y Eva, Hiddelston y Swinton) se reúnen en Detroit, reciben la visita de la hermana de ella (Wasikowska) y huyen a Tanger para acompañar a Kit Marlowe (Hurt) en sus últimas bocanadas de vida. Entre medias, un (relativo) dolce far niente. Él compone música (rock progresivo), compran sangre de estraperlo, pasean por la ciudad de noche, discuten con la despendolada hermana... Hay algunas gotas de humor (los aliases en el del hospital, Dr. Fausto, Watson, Caligari...) y de suspense (los zombies que esporádicamente les buscan). El resto es relleno, profusas explicaciones de míticos instrumentos musicales; un puñado de citas literarias; una excelsa ambientación y fotografía (los planos cenitales circulares del inicio, el Jaguar blanco, la mezcla de aparatos musicales antiguos y modernos), interpretaciones (Swinton y Hiddleston) cautivantes; y una música, el citado rock progresivo, que se acaba infiltrando hasta la médula. Peca de lentitud y pretenciosidad; y la limitación de presupuesto se aprecia en los callejeos por Tanger. Aceptando la proustiana propuesta, dejándose llevar, la película engancha. Vampiros introvertidos, estoicos y cultos creando y sobreviviendo a su infinito destino.

Al hombre que comienza a reinar

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 12/6/14

PASEO DE RONDA

1. Dos puntos. Sé que eres inteligente e ilustrado, que estás sobradamente preparado. Aún así, ante la gigantesca montaña que se te echa encima, me gustaría recomendarte medio puñado de películas, seleccionadas con un criterio, por supuesto, muy parcial y discutible.

2. Ricardo III (Richard Loncrane, 1995) Shakespeare sigue siendo más Shakespeare que nunca. El Ricardo III de Loncrane, con Ian McKellen como protagonista (soberbio) y coguionista, es pérfido. Trama contra su familia y flirtea con el nazismo. No es una situación extrapolable a 2014, pero sí un aviso de que los peligros, las malas compañías, la tentación de tomar atajos, asoman detrás de cada blasonada esquina.

3.Tres reyes (David O. Rusell, 1999). La realeza del título es metafórica, pero la trama alude al séptimo mandamiento, el que tu futuro excuñado no ha (presuntamente) asimilado del todo. El tema de esta película de acción, ambientada en desiertos lejanos, trata al conflicto entre bienestar terrenal y espiritual, ayudarse a sí mismo o ayudar a los demás. Vivir del pueblo o para el pueblo. ¿Entró esta asignatura en tus planes de estudios?

4. Un asunto real (Nicolaj Arcel, 2012). No insinúo que tus facultades intelectuales sean como las de Christian VII de Dinamarca. Sólo que te cuides de aquellos que se arrimen a tu lado, como el médico (otra soberbia interpretación, esta vez de Mads Mikkelsen) que acabó de primer ministro con una capacitación justita incluso para su profesión inicial. No caigas en el vicio de la paranoia, pero entrena la virtud de desconfiar (preventivamente) de todos. Incluso, o sobre todo, de los que te recuerden que eres humano.

4.Patrimonio Nacional (Luis G. Berlanga, 1981). Otro aviso para navegantes, como los anteriores. La corte hace mucha compañía, (lo sé), pero no indefectiblemente buena compañía (lo sabes). Berlanga, con el mejor guionista español de todos los tiempos, (Rafael Azcona) retrata las penas y anhelos de un noble cortesano (Luis Escobar, soberbio como todos los actores anteriores) y su obsesión por estar a la altura (patrimonial) de su entronado superior. En lenguaje llano: no es oro, ni noble, todo lo que reluce.

5.Cierro, por supuesto, con El hombre que pudo reinar (John Huston, 1975). Es una comedia de acción delirante, deliciosa, atemporal y en absoluto ligera. Mantiene el espíritu, la profundidad del relato de Rudyard Kipling. Y te recordará dos obviedades: a) Que no siempre los cambios provocan que todo siga igual. b) Que no hay reinados grandes o pequeños, sino reyes (verdaderos o falsos) prudentes o inconscientes, capacitados o limitados, abiertos de miras o enjaulados por sus prejuicios. Y que una mala o insuficiente gestión de las tensiones territoriales puede dejar a tu reino con superficie similar al Kafiristan de Kipling. Y tu poltrona a tiro de simpáticos buscavidas como Michael Caine y Sean Connery. Ojo.

6.Tengo más ejemplos en la santabárbara, muchos, pero esta selección es un buen entrante. Que las disfrutes, tanto o más que tu (te deseo longevo) reinado. De nada.

miércoles, 11 de junio de 2014

Arquear el tiempo




Publicado en Diario de Mallorca el 11/6/14
 
X-MEN – DIAS DEL FUTURO PASADO

Nacionalidad: Estados Unidos, 131 min. Director: Bryan Singer. Actores: Hugh Jackman, Michael Fassbender, Jennifer Lawrence, Pete Linklage

El reciente ensayo Sportonomics confirma que los que invierten más en cualquier deporte acaban consiguiendo más títulos. Hay un pequeño porcentaje de equipos que optimizan mejor sus recursos y otro que lo malgastan, pero a la larga se confirma la tendencia. Con la industria del cine, al menos en su primera división, ocurre lo mismo. Las producciones de Pixar, los filmes de Spielberg o cada entrega de James Bond obtienen siempre beneficios. A ese grupo se unió hace una década larga la productora de cómics Marvel. Comprendió enseguida que invertir en talento daba sus frutos. Bryan Singer, además de esta franquicia de mutantes, ha firmado Los sospechosos habituales o Valkiria. Frente a la cámara hay un arsenal de galácticos, aunando veteranía (Ian McKellen), apostura y/o talento (Hugh Jackman, Jennifer Lawrence, Michael Fassbender, Eileen Page, James McAvoy) y relativas promesas como Omar Sy (Intocable) o el menudo Peter Linklage (Tyrion Lannister en Juego de tronos).

Singer y su refulgente equipo levantan una historia que no cuenta nada nuevo: volver al pasado para salvar a la humanidad en el futuro. El guión está bien armado. Combina fidelidad al cómic, muchos y buenos guiños al público adulto (Nixon tras su derrota  de Vietnam, referencias al asesinato de Kennedy), fugaces gotas de humor y una dosis de genialidad  en el homenaje a Matrix en los sótanos del Pentágono con el Tiempo en una botella de Jim Croce. Suman la afinada ambientación (sobre todo de los años 70), y el excelente trabajo de los actores. Todo, todos, cimentan un filme de evasión que, prueba del verdadero talento, no desprecia la inteligencia del respetable.

De repente, impuros

Publicado en Diario de Mallorca el 9/6/14
 
EL HIJO DEL OTRO

Nacionalidad: Francia, 103 min. Director: Lorraine Levy. Actores: Emmanuelle Devos, Pascal Elbé. Jules Sitruck, Mehdi Dehbi

La premisa de esta película, aunque improbable, no es inverosímil del todo. Dos décadas atrás una mujer palestina da a luz circunstancial y prematuramente en un hospital judío. A causa de un bombardeo, se produce un error de identidades entre dos bebés. Dieciocho años después, justo cuando el chico de familia judía está a punto de ingresar en el ejército descubren el error. En una sociedad sin conflicto político-religioso eso sería un trauma pero se resolvería relativamente fácil. La situación de Palestina, por muy cuestionable que sea la labor de sus líderes, es un apartheid puro y duro. El drama de los chicos muestra una de las muchas situaciones cuasi kafkianas que genera ese enfrentamiento: El criado en familia judía se encuentra súbitamente con que está a punto de ser un ciudadano y devoto de segunda. El criado por palestinos descubre que tiene sangre del enemigo. Accede a muchos derechos y libertades, pero es repudiado por su familia y amigos iniciales. Ambos se debaten entre la gratitud hacia los padres adoptivos y el impulso instintivo hacia sus padres biológicos. Incluso el padre israelí, alto mando militar, es víctima de suspicacias.

El tema es interesantísimo. Algo parecido, mucho más extremo, hizo Gilles Villeneuve en Incendies. La directora (francesa, como gran parte del reparto) Lorraine Levy apenas pasa de la primera casilla. Muestra mucha sensibilidad pero se estanca en terreno de tvmovie, con personajes muy esquemáticos (los padres masculinos sobre todo) y exceso de subrayados y lagrima fácil. Sin embargo, el tema en sí y los destellos fugaces de la magnitud del conflicto (los controles militares) justifican el visionado de la película.

jueves, 5 de junio de 2014

Búscame cuando despiertes

Publicado en Diario de Mallorca el 3/6/14



AL FILO DEL MAÑANA

Nacionalidad: Estados Unidos, 113 min. Director: Doug Liman. Actores: Tom Cruise, Emily Blunt, Bill Paxton, Brendan Gleeson

La ficción, o mejor dicho la creatividad en su rango más amplio, no ceja en probar nuevas asociaciones de ideas, por inverosímiles que sean. Los guionistas Cristopher McQuarrie (Los sospechosos habituales, Valkiria) y los hermanos Butterworth (Caza a la espía) tantean un combinado inusual: mezclar Tropas del espacio (una invasión devastadora de alienígenas no androides) con Atrapado en el tiempo (o sea, el día de la marmota). El protagonista (Cruise) es herido por un bicho de alto escalafón y al mezclarse ambas sangres resucita cada vez que es aniquilado. Coincide con una colega (Blunt) con idéntica bendición y entre ambos afrontan un persistente prueba-error hasta detectar la ubicación y punto débil del capitoste enemigo.

El guión es efectivo más que efectista. No esquiva convenciones de las películas de acción (personajes simplotes, alta frecuencia de escaramuzas armadas) pero no desprecia la inteligencia del espectador, no se mete en callejones sin salida utilizando bien las elipsis y ampliando el terreno de juego en los momentos adecuados. Sí es bastante plana, otra constante del género, la trama amorosa. El realizador, por su parte se marca una tercera asociación cinéfila, recrear un desembarco similar al de Normandía en clave futurista, de modo igual de palpitante que Salvar al soldado Ryan. El desenlace, en los sótanos de un Louvre destrozado e inundado, también es muy sugerente. Y los actores cumplen más que bien: Tom Cruise (cada vez más comedido), Emily Blunt, Brendan Gleeson o Bill Paxton. Lograda película de ciencia ficción, no tan epatante como Origen o Looper pero mejor, más original, menos pueril, que El juego de Ender, Oblivion o el último Alien.

jueves, 29 de mayo de 2014

Lobos, tesoros y bollos





Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 29/5/14
 

FERIA DEL LIBRO 2014. CINE, VIAJES, GASTRONOMIA. 

Los lectores de libros se están (nos estamos) convirtiendo en los últimos de Filipinas. Sin embargo, en libro o en formato digital la oferta (ergo, las obras apetecibles) es mayor que nunca. Y el placer, para los que no se dejan abducir por las sirenas de videojuegos, realities o redes sociales, igual de intenso y reconfortante.

Viajes

Sirenas (Carlos Garcia Gual, Turner, 19 €). Con el subtítulo 'Seducciones y metamorfosis', el filólogo, crítico y traductor mallorquín especialista en clásicos, expande la refulgencia de esos míticos seres en las bellas artes, desde sus encuentros con Ulises hasta los óleos de Waterhouse.

Peste y cólera  (Patrick Deville, Alfaguara, 18 €). Premiado, magnífico relato de la vida del suizo Alexandre Yersin. Un científico, colega de Pasteur (descubrió, por ejemplo el bacilo de la peste), que alcanzó menos fama social pero vivió una vida mucho más inquieta y apasionante.

Regreso a la Isla del Tesoro (Andrew Motion, Tusquets, 19 €). Motion, poeta y aclamado autor de biografías, recoge el guante que lanzó Stevenson hace ciento treinta años al dejar abierto el final de su emblemática novela. Esta secuela es algo irregular, entretenida y mantiene bastante encanto de la original.

Por el Himalaya (Francis Younghusband, La linea del Horizonte, 21 €) Se cumple siglo y medio del nacimiento del militar, explorador, aventurero y espiritista británico. Hombre de vida memorable y personaje clave en el Gran Juego, las escaramuzas entre ingleses y rusos en Asia Central en la segunda mitad del siglo XIX.

El avión rojo de combate (Manfred von Richthofen, Turner, 17 €). El centenario de la Primera Guerra Mundial es un buen motivo para conocer las hazañas, y el lado humano, del mayor as de aviación de ese conflicto, el Barón Rojo, con 80 derribos confirmados.

Gastronomía

No más platos de mamá. (Carlos Román, Adriá Pifarré, Marc Castellví, Plaza y Janés,19 €). Los autores son, como el clásico anuncio, jóvenes (23 años) y sobradamente preparados. Su blog (No mas tuppers de mamá) ha tenido tanto éxito que publican este libro. Una base de recetas clásicas más la curiosidad, fusión y experimentación de su envidiable juventud.

Cocina con Joan Roca (Joan Roca, Planeta, 23 €). El chef del premiado y alabado Celler de Can Roca se adapta a los tiempos que corren ofreciendo gastronomía sencilla con unas gotas de su maestría.

ZeroGluten (Maria Luisa Barreiro, Grijalbo-Lumen 19 €) Otro blog pasado al papel (o ebook), confirmando la comodidad de este formato a la hora de ponerse manos a la masa. Los celiacos han dejado de ser unos marginados y, gracias a Internet y libros como este, van descubriendo una gastronomía cada vez más rica adaptada a su patología.

Guía fotográfica de la decoración de galletas (Autumn Carter, Juventud,19 €) Menguada la fiebre de los cupcakes (vulgo magdalenas adornadas), las galletas caseras son otra genial idea para pasar una tarde con amigos o niños. La fotografías incitan a la acción.

Cine

Cien películas imprescindibles, las grandes películas (Roger Ebert, Ma non Troppo 19,9 €) Falleció el año pasado el considerado, por muchos, el mejor crítico de cine de Estados Unidos, y por ende, del mundo. Aunaba cultura (no sólo cinematográfica), inteligencia, sensibilidad, capacidad de divulgación y amplitud de miras. Este libro sirve como ejemplar botón de muestra.

No lo comprendo, no lo comprendo (Akira Kurosawa, Confluencias 12 €) Tres entrevistas al gran maestro nipón realizadas entre 1960 y 1991. Una de ellas por Nagisha Oshima (director de El imperio de los sentidos). La última nada más y nada menos que por Gabriel García Marquez.

El lobo de Wall Street (Jordan Belfort, Deusto, 15 €) ¿Monstruo o iluminado? ¿Espabilado o sinvergüenza redomado? ¿Eventos reales o recreados a su antojo? La vida de Jordan Belfort, bien retratada en la gran pantalla por Martin Scorsese, ha sido de todo menos aburrida.

La venus de las pieles (Leopold von Sacher-Masoch, Tusquets, 17,90 €). Un clásico que, gracias a la curiosa y brillante adaptación de Polanski, apetece, y merece, ser revisitado.

Doce años es mucho tiempo

Publicado en Diario de Mallorca el 28/5/14

 
DOM HEMINGWAY

Nacionalidad: Reino Unido, 93 min. Director: Richard Shepard. Actores: Jude Law, Richard E. Grant, Demian Bichir

Un planteamiento clásico: un delincuente finaliza una larga estancia entre rejas e intenta rehacer su vida, no necesariamente abrazando la legalidad. Lo hemos visto en drama (Caído del cielo), thriller (A quemarropa), suspense semiterrorífico (El cabo del miedo) o comedia (Granujas a todo ritmo).

Richard Shepard se mueve en Dom Hemingway entre Quentin Tarantino, Danny Boyle (de ellos toma la verborrea de sus personajes), Guy Ritche (puntuales hallazgos visuales) e intenta acercarse a Ken Loach con una trama de reconciliación familiar. Comparado con tales maestros, se queda en un aprobado alto: El argumento está estirado y apenas ofrece sorpresas. La locuacidad del protagonista es en varios tramos excesiva e impostada, teatral a pesar de los diálogos afilados. La trama de la hija es ramplona, desaprovechada. Y a nivel de realización (fotografía, montaje, puesta en escena) Shepard se acerca sólo en dos momentos a Ritchie. Los dos, fugaces, valen media película, uno es la decoración del salón del chalet rural del mafioso ruso; el otro el accidente de tráfico (los juerguistas volando, de noche, en cámara lenta). La otra gran virtud del filme es el reparto. Jude Law es un actor inmenso que aprovecha y disfruta un papel para lucirse. Se desata en cuerpo y labia (los que aprecien la versión original) sin pasar la raya de la parodia. Se complementa perfectamente con él Richard E. Grant contraponiendo su llamativo físico (alto y delgado) y una acertada sobriedad. La película entretiene como lo que es, una comedia de malandros, con la guinda de un par de actuaciones brillantes y un par de destellos visuales.

martes, 27 de mayo de 2014

Requiem por dos hijos

Publicado en Diario de Mallorca el 26/5/14


MADRE E HIJO

Nacionalidad: Rumanía, 112 min. Director: Calin Peter Netzer. Actores: Luminita Gheorgiu, Bogdan Dumitrace, Ilinca Goia, Florin Zamfirescu

Un desafortunado accidente de tráfico. Mientras un coche adelanta a otro al salir de un pueblo, se cruza un chico y muere. El conductor afronta una posible pena por homicidio. Su madre, de familia acomodada, remueve cielo y tierra para evitar el juicio.

Sobre un argumento tan aparentemente sencillo C. P. Netzer arma un drama soberbio. El fondo no es sólo la desigualdad entre ricos y pobres, la falta de ética anidada en muchos o la injusticia del tráfico de influencias (no sólo en Rumanía, en Mallorca ha aflorado un caso hace muy pocos días). Va de la relación amor-odio entre una madre y su hijo. Hay infinidad de ensayos y ficciones sobre la maldición de los hijos de hombres brillantes y famosos. Los protagonistas de esta película no necesitan la fama. Ella es muy inteligente, muy activa, muy bien posicionada y conectada, económica y socialmente. Y se ha obsesionado con que su vástago alcance, como mínimo el listón puesto por ella. Un doble o nada inconsciente, no negociado y no escrito. En la escena final, al alabar sus méritos reconoce implícitamente que ha perdido la apuesta. Es una secuencia larguísima, que vale por y que justifica la película entera. El filme tiene un sólo defecto, el abuso de una cámara en mano a ratos demasiado inquieta. El resto son virtudes, el ritmo, las actuaciones, la fotografía tipo reportaje televisivo, la ausencia de decorados, de iluminación artificial, la ausencia de banda sonora... Sobre ellos un guión magistral, personajes con muchos matices y diálogos muy afilados. Culminando en un clímax de una sencillez, verosimilitud y emotividad demoledoras.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Un padrazo

Publicado en Diario de Mallorca el 21/5/14


NUEVA VIDA EN NUEVA YORK

Nacionalidad: Francia, 117 min. Director: Cedric Klapish. Actores: Romain Duris, Audrey Tautou, Cecile de France, Kelly Reilly

Un escritor de cuarenta años (Duris) se muda a Nueva York para estar cerca de sus hijos. Vive primero con una amiga lesbiana (de France), a la que deja embarazada por vía asistida; después accede a un matrimonio de conveniencia con una china para mantener la residencia en EEUU, y recibe la visita de una antigua novia (Tautou).

El título original del filme es 'El rompecabezas chino'. Alude a la encrucijada existencial y sentimental del protagonista. Más que un rompecabezas, a mi me ha parecido un pasatiempo, un tres en raya. Una comedia tan amable que acaba siendo sosa. Como Vivir es fácil con los ojos cerrados. En cambio Ocho apellidos vascos, o Intocable, o hasta la comedia más blanda de Woody Allen, apuntaban más alto. Cedric Klapish lima todas las aristas del argumento y los personajes: Todos son extremadamente atractivos, lo cual es un arma de doble filo. Provocan envidia (bien explotada en las buenas comedias sofisticadas) y acentúa la irrealidad. No son ni ricos ni pobres, ni nuevos ricos ni nuevos pobres, ni chicha ni limonada. Además nos vende Nueva York como la residencia soñada y la muestra como una ciudad vulgar. Evita los sitios emblemáticos para que no parezca una colección de postales, pero omite también la contaminación, la pobreza y su riquísima vida cultural: ni un museo, ni un teatro, ni un concierto... Sólo hay un momento cómico en todo el filme (la visita del inspector de inmigración) resuelto de forma embarullada; el resto son peripecias muy corrientes, a las que ni personajes ni diálogos les dan un giro sorprendente o desternillante. Comedia de burgueses bohemios, entretenida pero algo plana.