lunes, 26 de marzo de 2012

El buen foraster

Publicado en Diario de Mallorca el 26/3/11

EL PERFECTO DESCONOCIDO

Nacionalidad: España, 92 min. Director: Toni Bestard. Actores: Colm Meaney, Natalia Rodríguez, Giem Juaneda, Carlos Santos

En su demorada puesta de largo, Toni Bestard y el guionista Arturo Ruiz se arriman al tema/motivo de los forasteros que hollan un paraíso (en este caso un recóndito pueblo de la Serra de Tramuntana) y rompen su frágil ecosistema emocional. Es un doble tema tratado con éxito en otras películas, el del refugio circunstancial (Calabuch, Un tipo genial) y el de la implosión microsocial (Teorema, El nadador, Mumford). El imperfecto desconocido que aterriza en Mallorca es un galés tímido y casi invisible (Meaney). Sin comerlo ni beberlo los vecinos le fichan como confesor, terapeuta, cómplice y salvador del pequeño comercio. Esos nuevos compañeros de travesía son un adolescente apocado, una chica rebotada, una vecina desfogada y un par de policías deslavazados. Todos con marcas del pasado e indeterminismo ante sus futuros. Aisladamente, sus sucesivos encuentros tienen gracia. Sin embargo, el exceso de rarezas termina provocando distanciamiento. El protagonista actúa de catalizador pero no de amalgamador y la narración se torna lenta y dispersa. La realización brilla más en exteriores que interiores; los actores buscan sus registros más cómodos, dejando patente las diferencias de experiencia.

Quizás por la esquizofrenia de vivir en un paraje tan idílico y pisoteado al mismo tiempo, muchos autores mallorquines psicoanalizan la insularidad en sus obras. Toni Bestard lo hace con honestidad, dibujando unos personajes inquietos y sensibles. El filme se resiente del exceso de singularidad de todos ellos y la fragilidad de la cuaderna maestra argumental, pero con el paso de las horas, de los días, deja huella, modesta como su protagonista, en el espectador.

jueves, 22 de marzo de 2012

Nueva ola y añejas bandas (sonoras)

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 22/3/12


(Paseo de ronda)

1. Repaso de la actualidad discográfica, subnegociado bandas sonoras. Coincidiendo (feliz casualidad) con la implosión de nostalgia derramada en los Oscars, Universal publica una joya para músico-cinéfilos: Nouvelle Vague, chanson et musiques de films. Tres discos y un librito recopilan las bandas sonoras del momento álgido de la nueva ola francesa, cuando Godard, Truffaut, Chabrol, Rohmer o Rivette desbancaron a la vieja guardia de la posguerra. Cuatro horas de música variada con los fetiches de cada cineasta, Delerue/Truffaut, Jansen/Chabrol o los experimentos de Godard. En los temas específicos, para cada filme, el caro capricho de Truffaut al contratar a Bernard Herrmann. En temas de apoyo, fobias y filias evidentes. Rock y yeyé vetados, actrices haciendo sus pinitos en la chanson (Jeanne Moureau, Brigitte Bardot, Anna Karina), jazz, mucho jazz (Mile Davis, Michel Legrand), y superventas (Sacha Distel, Serge Gainsbourg). Antológica recopilación.

2. Más propuestas: La banda sonora de The Artist regala música clásica, reminiscentes de la época retratada, a cargo de Ludovic Bource y temas populares como Pennies from Heaven o el Jubilee Stomp de Duke Ellington. La de Medianoche en París nos lleva, como el taxista, a los animados garitos del Sena. Embelesan Conal Fawkes recreando al Cole Porter más puro, los acordeones de François Parisi, los bises de charlestón, el clarinete de Sidney Bechet o la pura voz de Josefine Baker. La banda sonora de Los descendientes es un relajante y genuino paseo por las raíces musicales de Hawai (Gabby Pahinui, Ray Kane, Sonny Chillingworth o el reverendo Dennis Kamahaki). Opuesta y contundente es la de Drive. La música de Cliff Martinez refuerza la adrenalina del filme con sintetizadores añejos y mesmerizantes. El  electro house inicial de Kavisnly & Lovefoxx, Night call, lleva 11 millones largos de visitas en Youtube.

3. Descorchado y libado (los afortunados) el champán de los Oscars, medio Hollywood tiembla ante los inminentes Razzies a las peores películas del año. Como es norma de la casa, no miran nombres, cachés o trayectorias previas. Este año copan las nominaciones: a) Jack y su gemela, con Adam Sandler nominado en categoría masculina y femenina, Al Pacino (¿cómo se le ocurrió meterse ahí?) y Katie Holmes. Santiago Segura se libra de que no haya premio al peor actor forastero. b) La primera parte de la tercera parte de la saga Crepúsculo. c) También están nominados Nicolas Cage o Sarah Palin (la auténtica) por su aparición en The undefeated

Nueva Orleans - Panamá

Publicado en Diario de Mallorca el 22/3/12

CONTRABAND

Nacionalidad: Estados Unidos, 119 min. Director: Baltasar Kormákur. Actores: Mark Wahlberg, Kate Beckinsale, Giovanni Ribisi, Ben Foster

Juguemos a las asociaciones: en 2001 Baltasar Kormákur dirigió en interpretó 101 Reikjavik, una celebrada comedia indie islandesa protagonizada por Victoria Abril. En 2008 protagonizó Reikjavik-Rotterdam y dirigió Myrin, ambas basadas novelas negras de su paisano Arnaldur Indriôason. En 2012 se pone detrás de la cámara de nuevo para dirigir, en Hollywood, un remake de Reikjavik-Rotterdam

Libro y película originales tenían cierto interés como ejemplo, no sobresaliente, de la floreciente novela nórdica. Historias sórdidas en una Europa gélida, rácana y roñosa, cara B de la belleza, bondad y solidaridad que intentan vender esos países. Al trasladar la acción a América se pasa al machacado cliché norte-sur. Y se pone en evidencia el armazón narrativo. La historia va de un exdelincuente (Wahlberg) que se ve forzado a dar un último golpe (contrabando de billetes falsos) para saldar la deuda de un descarriado cuñado y proteger a su mujer e hijas. El típico malo por fuera pero bueno en el fondo. Frente o junto a él, un puñado de delincuentes sin el menor matiz: un descerebrado hiperactivo, un traicionero exalcoholico, un atolondrado narco latino y un par de pusilánimes adolescentes. Detalles adicionales como que en la descarga de un mercante con centenares de contenedores se diga que cada minuto es oro o el final feliz son la guinda de la inverosimilitud. 

Sobre un fondo temático, los estibadores portuarios, y personajes parecidos, la segunda temporada de la serie The Wire era mucho más contundente y convincente. Alejado de las brumas norteuropeas Contraband queda como un filme policíaco acelerado y ramplón, salvado sólo por unas buenas actuaciones de Mark Wahlberg y Kate Beckinsale.

martes, 20 de marzo de 2012

Brotes verdes

Publicado en Diario de Mallorca el 19/3/12

LAS MALAS HIERBAS

Nacionalidad: Francia, 104 min. Director: Alain Resnais. Actores: Sabine Azéma, André Dussolier, Mathieu Amaulric

Cuando vi en la batería de novedades semanales una película de Alain Resnais, pensé que se trataría de un hijo, sobrino, o un desacarado joven admirador del director de Guernica (1950) Hiroshima mon Amour (1959) o El año pasado en Marienbad (1961). Pues no, Las malas hierbas está dirigida por el nonagenario cineasta. Refresco mi memoria: John Huston dirigió Dublineses con 81 años; Billy Wilder, Aquí un amigo con 75 (las aseguradoras le impidieron seguir); Woody Allen sólo tiene 76 y sigue en la brecha. Por su constancia, Resnais se merece un visionado.

Las malas hierbas adapta la novela L'incident (El incidente) de Christian Gailly. La traducción del título del filme es correcta, pero despista. El equivalente francés de esa expresión es, literalmente, las hierbas locas. Y eso es en esencia el contenido: A una mujer de unos cuarenta años le roban la cartera, un hombre ligeramente mayor la encuentra tirada en un parking. La devuelve por medio de la policía local y a partir de ahí se producen una serie de desencuentros provocados por las neuras de ambos. La acción es mínima; el guión se apoya mucho en reflexiones en off de los protagonistas que lo ralentizan aún más; las limitaciones de presupuesto se aprecian en la realización. La película exige por tanto (bastante) paciencia y condescendencia. Los que la asuman, o los amantes del cine anticomercial, disfrutarán los brotes verdes del longevísimo cineasta: sus jugueteos con la cámara, sus guiños cinéfilos y aeronáuticos, su humor taimado pero contagioso y alguna escena antológica, como la visita de los policías a casa del jubilado. Curiosa.

jueves, 15 de marzo de 2012

Sin compasión

Publicado en Diario de Mallorca el 15/3/12

INTOCABLES

Nacionalidad: Francia, 112 min. Director: Olivier Nakache, Eric Toledano. Actores: François Cluzet, Omar Sy, Audrey Fleurot

Una vez más (es una batalla perdida, lo sé) las veleidades creativas de los distribuidores desvirtúan el sentido del título original. El de este filme francés es Intouchables. En plural para remarcar las circunstancias extremas de los protagonistas. Uno, tetrapléjico, carece de sensibilidad en el 80% de su cuerpo; el otro es un paria social, un subsahariano que reside en un depauperado suburbio de París y ha perdido la ilusión de encontrar un trabajo decente. La historia tiene base real (la agitada relación amistoso-profesional entre un millonario impedido y su humilde cuidador), con el matiz de que el asalariado original era del norte, y no del centro de África. Sea más o menos verídica, tiene mucha fuerza porque explota a tope, y de forma convincente, el formato de la extraña pareja: El cuidador inculto, infantiloide, desinhibido, extravertido frente al paciente inteligente, educado, sensible, nada engreído y con mente abierta. El bigardo africano se toma el trabajo como un juego, pero sin burlarse ni desatender (salvo en puntuales momentos) a su empleador. Éste se rinde ante el desbordante vitalismo del otro. Los dos actores cierran el círculo con su gran trabajo.

Cuando están juntos la película vuela muy alto. Sin embargo hay unas subtramas que derrapan en terreno estereotipado: la relación epistolar, la secretaria inconquistable, la ayudante solterona, la hija sufriendo el primer mal de amores, el hermanastro del africano juntándose con gente dudosa... Intocable(s) deja muy buen sabor de boca porque es muy humana y muy divertida en algunos momentos; no supera el listón superior porque en otros busca el aplauso fácil del espectador. 

martes, 13 de marzo de 2012

Amiguitos del alma

Publicado en Diario de Mallorca el 11/3/12

LOS IDUS DE MARZO

Nacionalidad: Estados Unidos, 101 min. Director:  George Clooney. Actores: Ryan Gosling, Evan Rachel Wood, George Clooney, Paul Giamatti, Philip S. Hoffman

Autodescartado para emular a Ronald Reagan, George Clooney traslada su interés por la política a sus intermitentes incursiones tras la cámara. El argumento de Los Idus de marzo va de la pérdida de inocencia de un asesor (Gosling) de un candidato demócrata a la presidencia (Clooney) en pleno fragor de las primarias. El dramatis personae lo completan otro asesor del mismo bando, uno rival, una becaria y un peso pesado del partido. Al guión (escrito por Clooney y Grant Heslov) es algo monocorde al principio y obvio al final, pero el segundo acto es muy sólido en escalado de conflictos y diálogos. La música de Alexandre Desplat es muy discreta. El reparto, una bendición para los espectadores. Ryan Gosling es el mejor actor treintañero de este momento, confirmado en su doble nominación a los Oscars; Giamatti y Seymour Hoffmann, dos monstruos; Clooney se aparta astutamente de su lado; Wood y Tomei sacan todo el jugo a sus más limitados personajes.

El mensaje de Los Idus de marzo no es nuevo, por supuesto. Pero es de máxima y dolorosa actualidad: la socialdemocracia en muchos países occidentales tiene que pagar un alto precio (disimular, con algo o bastante de hipocresía, su renuncia a muchos de sus ideales) para que la derecha no gobierne eternamente. Le ocurrió a Mitterrand, a González, a Clinton, a Blair, a Schröeder, a Zapatero; le está ocurriendo a Obama y le ocurrirá presumiblemente a François Hollande. La ética nunca ha sido la asignatura favorita de los conservadores. La reflexión que despierta la película es: ¿Dónde está, o debe estar, el listón de la izquierda moderada?


viernes, 9 de marzo de 2012

Esquizofrenia persa

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 8/3/12

CLAROSUCUROS DEL CINE IRANÍ

La victoria de Nader y Simin, una separación en los Oscars a la mejor película foránea de este año ha supuesto un atisbo, fugaz, de la realidad iraní. El filme es un drama modélico, un ejemplo supremo de acción-reacción en unos personajes cotidianos. El sistema judicial que se muestra, aunque tosco, no difiere mucho (en casos de ese tipo) del de cualquier país occidental.

Es por tanto una visión neutra de la sociedad de esa nación, sin la más mínima referencia a política o religión. Por eso ha pasado, probablemente, los filtros de su censura. No ofrece una imagen amable pero tampoco negativa del regimen; gente normal de clase media, conflictos personales, desempleo, recurso a la justicia, remanentes de tradiciones familiares... Rizando el rizo se puede sostener que es un arma de propaganda subliminal.

La realidad mostrada en ese filme posiblemente sea verídica; pero ello no obsta a que haya, como los universos paralelos, otras realidades. En festivales de cine de varios países se está proyectando Esto no es una película, de Jafar Pahani y Mojtaba Mijtarmasb. Es casi un vídeo casero, de setenta y cinco minutos pelados y grabado con una cámara doméstica y un móvil, en la que Pahani (reputado director – Ayneh, El círculo), permanece en su apartamento de Teheran. Con candor, humor y bonhomía habla con su abogado, juega con la iguana de su hija y nos cuenta la próxima película que piensa hacer. El título no es una redundancia -es evidente que se trata de un documental- porque es una ironía sobre la situación de Pahani. Permanece en arresto domiciliario, tiene prohibido salir del país y vetado hacer películas en los próximos veinte años. La naturalidad del reportaje y la actitud del retratado acentúan, magnifican, la gravedad de su situación.

La neutralidad de contenido de Nader y Simin... y la de continente de Esto no es una película evocan paralelismos con la situación internacional del país y los sentimientos encontrados que provoca. Por un lado es un país gobernado con mano de hierro, negando muchas de las libertades más básicas (políticas, comunicación, igualdad...) y que además está embarcado en la fabricación de un arma mortífera. Por otro lado las represalias que planean Israel y Estados Unidos son igual de alegales y éticamente dudosas. Situación que en los ciudadanos/espectadores externos provoca amagos de esquizofrenía, ya que no permite estar a favor, en contra, ni permanecer neutrales. Cruda, dolorosa, realidad del país persa. 

miércoles, 7 de marzo de 2012

Asuntos exteriores

Publicado en Diario de Mallorca el 7/3/12

INDOMABLE

Nacionalidad: Estados Unidos, 93 min. Director: Steven Soderbergh. Actores: Gina Carano, Ewan McGregor, Antonio Banderas, Michael Douglas

Desde el revuelo provocado por Sexo, mentiras y cintas de video Steven Soderbergh ha escorado entre películas muy comerciales (Ocean's eleven y secuelas), exitosas obras más personales (Traffic, Erin Brockovich) y algún pinchazo (The jacket, El buen Alemán).  Indomable ofrece una leve conexión hispano-baleárica: la presencia de Antonio Banderas, la frase “vámonos de vacaciones a Mallorca” a mitad de metraje y una breve secuencia final en un hotel isleño frente al mar. 

El argumento recurre a un género de moda, los espías perseguidos injustamente por sus propios jefes. Soderbergh repite con el guionista de El halcón inglés. Traslada con disimulo (o sin, pensándolo mejor) la fórmula de los ladrones de guante blanco a los espías en boga: un generoso elenco de actores famosos (Banderas, Michael Douglas, Michael Fassbender, Ewan Mcgregor, Mathieu Kassovitz o Bill Paxton) capitaneado por una desconocida emuladora de Lara Croft (Gina Carano); todo ello en elegantes localizaciones (Barcelona, Irlanda, Nuevo Mejico) y adobado con música y ritmo juguetones. El arranque es brillante, diálogos muy picados y sutiles y cámara buscando planos originales sin vampirizar la escena. Poco a poco, cuando comienzan los saltos temporales y geográficos, afloja el ritmo y cae en la monotonía. Carano tiene una atractiva mirada y una envidiable forma física, pero no aguanta los díalogos largos. Los enfrentamientos físicos acaban siendo partiditas de kárate repetitivos e impostados, excepto en la llave de pelvis que recibe Fassbender. La acumulación de personajes, y los vaivenes de cada uno, acaban creando confusión. Y al final de la película queda una sensación de vacío similar a la de la comida rápida. 

lunes, 5 de marzo de 2012

Recién salido del horno


Para los aficionados a la lectura, acabo de (auto) publicar un libro (electrónico) en Amazon.

http://www.amazon.es/Tawi-ebook/dp/B007G031H6/ref=sr_1_2?ie=UTF8&qid=1330691931&sr=8-2

Está disponible para Kindle. Los clientes de Amazon también pueden leerlo en la aplicación de Kindle para iPad, Android, PC o Mac. Los que tengan ebooks europeos, hay programillas por ahí que permiten convertir los formatos de Amazon a los más utilizados en este continente

Abreboca del contenido:

Dos aviones chocan en el aire. Un culpable. Ciento treinta y tres familias rotas, preguntándose si ha sido fortuito. Un arrecife coralino en Indonesia, paraíso de los amantes del buceo y el turismo de lujo. Unas millas más al este, un archipiélago filipino de siniestra fama, nido de piratas y fugitivos. Una mochilera española. Un viajero suizo. Un muerto. Muchas preguntas.  

Conejos en la chistera

Publicado en Diario de Mallorca el 5/3/12

LUCES ROJAS

Nacionalidad: España, Estados Unidos, 119 min. Director: Rodrigo Cortés. Actores: Robert de Niro, Sigourney Weaver, Cillian Murphy, Toby Jones

El destacado éxito de crítica y taquilla de Enterrado (Buried) ha impulsado a Rodrigo Cortés como el último joven discípulo de Hitchcock. En luces rojas vuelve (tras El concursante) a trabajar sobre un guión propio. Luces rojas va de parapsicología: Una pareja de profesores universitarios (Weaver y Murphy) tratan de determinar hasta qué punto esa disciplina tiene fundamentos científicos o es un fraude. Al mismo tiempo un afamado parapsicólogo (De Niro) anuncia su regreso y provoca un revuelo mediático. 

Esa premisa argumental siembra dudas sobre su verosimilitud y actualidad. Lejos queda Uri Geller. Aunque es cierto que la parapsicología se estudia en un puñado de universidades, sus practicantes no llenan estadios como pretende el cineasta; ni siquiera los magos. Y menos aún recurren a coacciones mafiosas con sus detractores. El guión peca además de un exceso de verborrea, abusando de un tonillo didáctico similar al de Ágora. Y confunde Macguffin con conejo en la chistera, recurriendo a triquiñuelas y pequeños sustos que ni el maestro Hitchcock habría aprobado. En la realización sí confirma Cortés su solvencia. Buena ambientación, manejo de cámara y dirección de actores. Sigourney Weaver es la que transmite más convicción; Robert de Niro no acaba de encontrarse a gusto en su personaje; blanditos Cillian Murphy y Elizabeth Olsen; Toby Jones pone sus muecas de siempre. A la música le falta mesura, apoya bien en algunas escenas, redundante en otras. Como cineasta, Rodrigo Cortés tiene ambición y desparpajo envidiables para medrar como director taquillero en Hollywood. Como guionista, queda patente de nuevo en Luces rojas, su talento es mucho más limitado.