domingo, 28 de febrero de 2010

En el DNI y el ADN

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 25/2/10

CINE. El próximo 5 de marzo el actor Jeff Bridges se asomará a nuestros cines por partida doble: Los hombres que miraban fijamente a las cabras es una parodia bélica dirigida por Grant Heslov (guionista de Buenas noches y buena suerte) y en la que comparte cartel con George Clooney, Ewan McGregor y Kevin Spacey. Corazón rebelde (Crazy heart) supone su quinta nominación al Oscar al mejor actor.

Bridges pertenece a una familia que lleva el gusanillo de los escenarios en el DNI. Su padre, Lloyd, estudió Ciencias Políticas antes de lanzarse a los escenarios. Fue muy famoso en su país por sus apariciones televisivas y en el nuestro por comedias como Aterriza como puedas o Hot shots. Su hermano Beau quería ser jugador de baloncesto y también acabó entre bambalinas. Jeff no se comió mucho la cabeza, tras escarceos infantiles junto a su padre, se alistó en los guardacostas militares hasta que la sirenita familiar le llamó a casa.

Recién cumplidos 60 años, Jeff Bridges acumula 75 apariciones en pequeña y gran pantalla. Su debut adulto fue soñado, y sonado, con el drama existencialista juvenil La última película (The last picture show, 1971) de Peter Bogdanovich. En los años siguientes enlazó varias películas excelsas dirigidas por John Houston (Fat city) y Robert Benton (Bad company) y Michael Cimino (Un botín de 500.000 dólares - Thunderbolt & Lightfoot). Llegó una racha adversa (King Kong, Las puertas del cielo), que remontó mirando al futuro, encarnando al romántico alienígena de Starman y al precursor programador informático de Tron. Desde entonces no ha sido muy selectivo con sus papeles (como el desaprovechado thriller 8 millones de maneras de morir) pero su buena percha y el innegable talento le han mantenido en la agenda de grandes directores como Coppola, Ridley Scott , Terry Gilliam o los hermanos Coen.

Prueba adicional de su talento es su versatilidad. Ha encarnado desde un porrero (El gran Lebowski) a un loquero (K Pax). A un constructor de coches (Tucker), otro de misiles (Iron Man) y hasta el presidente de los Estados Unidos (The contender), con cierta querencia por el mundo de la música, interpretando a un cantante country (Corazón salvaje), un disc-jockey (El rey pescador) o a un músico de segunda (Los fabulosos Baker Boys, junto a su hermano Beau). En la recámara tiene la secuela de Tron y la próxima sorpresa de los Coen (True grit)

Con Corazón salvaje puede que a la quinta sea la vencida. Si no lo es, dudo que se desanime. Ser capaz de bordar grandes actuaciones (con inevitables altibajos) durante cuatro décadas demuestra que su talento, más que en el DNI está en el ADN.


martes, 23 de febrero de 2010

Shakespeare en el callejón

Publicado en Diario de Mallorca el 24/2/10

I’M NOT THERE

Nacionalidad: Estados Unidos, 135 min. Director: Todd Haynes. Actores: Cate Blanchett, Richard Gere, Christian Bale, Heath Ledger

Los músicos le llamaban “the source” (la fuente), él se definía como un simple narrador. Hace cuatro años Martin Scorsese documentó en No direction home los inicios y la convulsa etapa cumbre de Bob Dylan: en la gira británica para presentar sus dos mejores discos (Highway 61 revisited y Blonde on blonde) recibió honores de estrella, favores femeninos, abucheos del público (“¡¡Judas!!”) y fustigazos de los periodistas, recriminándole que no asumiera un liderazgo político que nunca buscó y negándole el derecho a evolucionar su música. Dylan se defendió con monosílabos irónicos bañados en estupor etílico; poco después tuvo un casi fatal accidente en moto. Ante la utopía de igualar al italoamericano, Todd Haynes se ha tirado con los ojos cerrados a una vertiginosa piscina. Deconstruye al músico en personajes reales y ficticios de épocas, edades, sexos y razas cambiantes. Un chaval negro suplanta a Woody Guthrie, Richard Gere hace de maduro Billy the Kid, Cate Blanchett, Ben Wishaw, Christian Bale y Heath Ledger se demedian y mimetizan a varios Dylan, Julianne Moore suplanta a Joan Baez, Charlotte Gainsbourg a Suzie Rotolo y Sara Dylan, Michelle Williams a Edie Sedgwick, Kris Kristofferson pone la voz en off, Haynes parodia a Scorsese y Pennbaker. Todo está mezclado, como cristales de un calidoscopio, en un tripi total que muestra el torrencial talento musical y las innegadas contradicciones vitales de Robert Allen Zimmerman. Provocación al pasar del Blowin’ in the wind y relegar Like a rolling stone a los créditos finales. Imprescindible para los fans del bardo de Minessota; críptica e intensa para espectadores muy curiosos.

lunes, 22 de febrero de 2010

No pierdas la cabeza, Teddy

Publicado en Diario de Mallorca el 23/2/10

SHUTER ISLAND

Nacionalidad: Estados Unidos, 138 min. Director: Martin Scorsese. Actores: Leonardo di Caprio, Ben Kingsley, Michelle Williams, Max von Sydow

Martin Scorsese repite incursión en el thriller de suspense, tras el Cabo del miedo (1991). Shutter island adapta una novela de Dennis Lehane con mimbres de best seller. Ambientación en 1954, con ecos de la posguerra (nazis, campos de concentración), referencias al Macarthismo y paradigmas del género: un Alcatraz psiquiátrico, un médico con escasez aparente de escrúpulos, insinuación de experimentos inhumanos y un protagonista con identidad y salud mental en entredicho. Como ocurre en obras similares, al llegar a un punto en que se pone en cuestión todo, se abre la puerta al “vale todo” y la noria de vueltas de tuerca finales. Aceptándolo, está bien armada y mantiene la tensión constante. En el plano técnico Scorsese prueba un híbrido entre Hitchcock y Kubrick, efectivo pero dispar. Buen equilibrio entre acción en exteriores e interiores y no abusa de sustos gratuitos. En el artístico explota al destacado reparto. Di Caprio se deja piel y coco en el papel, Kingsley y Michelle Williams magníficos, von Sydow y Ruffalo más discretos. La música muy, demasiado, patente.

Hay un debate sobre si esta película está a la altura de su director. Más que eso, yo creo que la cuestión es si Scorsese sigue siendo Scorsese. Woody Allen o Clint Eastwood, cineastas de edades y currículos equivalentes, tienen similares altibajos pero mantienen señas de identidad. Shutter Island mezcla estilos a nivel visual y es hueca en lo argumental; podría firmarla Rob Marshall, Barry Levinson u otro artesano de Hollywood. Si cerramos los ojos ante el rótulo del director, es entretenida y tiene un excelente reparto.

domingo, 21 de febrero de 2010

Sinvivires

Publicado en Diario de Mallorca el 21/2/10

NACIDAS PARA SUFRIR

Nacionalidad: España, 112 min. Director: Miguel Albadalejo. Actores: Adriana Ozores, Petra Martinez, Malena Alterio

Flora, una anciana solterona, intenta evitar que sus sobrinas la envíen a una residencia de la tercera edad agarrándose como último salvavidas a Purita, la asistenta que la he cuidado los últimos años. Pero se topará con que esa asistenta tiene una familia con intereses igual o más espúreos que los de sus interesadas sobrinas.

El argumento y el reparto de Nacidas para sufrir indican a las claras el género (costumbrismo rural). Lo que más despista es que no hay un protagonismo claro. Vuelvo al ejemplo americano de que un tiburón impone mucho más que dos barracudas. Incluso en las buddy movies (Dos hombres y un destino, El golpe) uno de los dos personajes principales lleva la batuta sutilmente. En la película de Albadalejo eso deriva en que se desaprovechan situaciones cómico-dramáticas. Los dos personajes dan juego, por un lado la anciana enérgica y manipuladora buscando tretas simpáticas para que sus ahijadas no la deshereden; por otro la pánfila asistenta dejándose llevar y provocando el caos. La suma de ambas no cuaja del todo. Con el tono ocurre algo similar. Como comedia (en línea, verbigracia, con A mi madre le gustan las mujeres) hay demasiados gags desprovechados, como el del ganso. Como retrato costumbrista falta profundidad porque los personajes secundarios (las familias de las respectivas mujeres) son demasiado toscos y sus reacciones muy previsibles.

El resultado es una comedia rural amable, bien ambientada, con un excelente trabajo de las actrices (Adriana Ozores a su nivel, Petra Martínez y Alfonsa Rosso muy divertidas) y una levísima crítica del abandono de las personas mayores.

martes, 16 de febrero de 2010

Gracioso pero serio

Publicado en Diario de Mallorca el 16/2/10

PREMIOS GOYA 2010

Fue la consigna previa de Alex de la Iglesia a Buenafuente. El presidente entrante renunció al lloriqueo de la ministra saliente y optó por una atropellada arenga castrense, mezclando brotes de autocrítica, retales de manual de autoayuda, atisbos de sarcasmo y guindilla –no supo o no pudo evitarla- de lamentos.

Sobre un escenario moderno, funcional, racional, el presentador catalán siguió un guión madurado, medido, equilibrado. Bromas iniciales con los presentes, sketches y canciones paródicas de los filmes aspirantes, falso chorro de agua para los premios de efectos especiales, Pocoyó animando los premios de animación, el perrito de la Lotería Nacional aspirando a ningún premio, políticos cómodos en segundo plano, emotivo obituario, cámara de video casera para romper una vez más la barrera entre platea y escenario, happy end con el regreso del manchego hijo pródigo y unhappy con la balacera de despedida.

La falta de sorpresas en los premios fue la gran noticia, confirmación del consenso entre profesionales, amanuenses y audiencia. Por calidad e intensidad, Celda 211 y El secreto de sus ojos estaban a la par. El factor campo, comprensible chovinismo, ha coronado a la patibularia tropa de Monzón. Ágora se ha conformado con un botín de premios técnicos, Almodóvar con el del compositor Alberto Iglesias. Decepciones, consecuencia de las competiciones con suma cero, para El baile de la Victoria y El cónsul de Sodoma.

El cine español ha salido de la UCI pero no del hospital. Se van cerrando heridas internas y asumiendo –con rechinar de dientes- la soberanía del populacho externo. Tres reflexiones (graciosas pero serias) finales: ¿Presentará Berto la gala del 25º aniversario? ¿Ascenderá De la Iglesia a Ministro de Cultura? ¿Volverá Trueba a ser innominado al Oscar a la mejor película forastera? Enhorabuena a Monzón.

domingo, 14 de febrero de 2010

Sólo los tontos reciben el día con una sonrisa

Publicado en Diario de Mallorca el 14/2/10

UN HOMBRE SOLTERO

Nacionalidad: Estados Unidos, 99 min.Director: Tom Ford. Actores: Colin Firth, Julianne Moore, Matthew Goode, Jon Kortajarena.

Triste coincidencia. Un par de días después del fallecimiento (¿suicidio?) del modisto Alexander McQueen se estrena el debut tras las cámaras del modisto Tom Ford, con protagonista aquejado de similares pulsiones autodestructivas. Adapta una novela de Christopher Isherwood, publicada en 1964, sobre el dolor de un profesor universitario (Colin Firth) tras la muerte de su pareja masculina con el trasfondo de la crisis entre Estados Unidos y Cuba. Mientras planea tirar la toalla se suceden recuerdos en flashback del amado y dudas, cena con su mejor amiga, tentaciones con un chapero y un virginal estudiante.

Para ser obra de un cineasta primerizo, el resultado merece una nota alta. Ambientación cuidadísima, ritmo bien sostenido y buen trabajo de los actores. Matthew Goode no estuvo a la altura de Jeremy Irons en el remake de Retorno a Brideshead pero aquí tiene un papel más corto y lucido; Julianne Moore aguanta airosa un personaje más difícil de lo que aparenta; Nicholas Hoult revive a un actualizado Tadzio; Colin Firth merece el Oscar por lograr mostrar dolor, decisión y pasión con extrema delicadeza. Sin embargo, Tom Ford no logra evitar caer en el marienismo: la fotografía es tan exquisita que durante muchos momentos parece un largo spot de perfume o ropa interior masculina; los flashbacks y algunos primeros planos beben, demasiado, de Wong-Kar Wai o Derek Jarman. Y temáticamente sabe a poco. Isherwood provocó al plantear con claridad un amor homosexual; Ford no se ha planteado recordar, ni siquiera de pasada, que en esa época había tanta homofobia como racismo. Respetable, bello, hiperfashion, drama homosexual.

viernes, 12 de febrero de 2010

La primera vez

Publicado en el sumplemento Bellver de Diario de Mallorca el 11/2/10


MI PRIMERA PELICULA

Stephen Lowenstein ed. Alba, 387 pags. 25 €. Barcelona 2001

MI PRIMERA PELICULA: TOMA 2

Stephen Lowenstein ed. Alba, 407 pags. 26 €. Barcelona, 2009

CINE. Las entrevistas a cineastas son un formato infrecuente pero no por ello menos interesante en los ensayos sobre cine. Su exponente mayúsculo, imprescindible, sigue siendo El cine según Hitchcock, de François Truffaut (Alianza Editorial). Otra obra destacada es John Ford, de Peter Bogdanovich (Editorial Fundamentos). Hace ocho años Stephen Lowenstein decidió probar un enfoque nuevo: contactar con cineastas contemporáneos y preguntarles sólo por su primera película. Él éxito de la obra ha impulsado, como en muchas películas, una segunda parte.

El planteamiento es inteligente. Al director se le promete una entrevista más corta (Truffaut entrevistó al inglés durante una intensa semana, sin apenas descansos). Además, la opera prima sirve como puerta para hablar de los inicios del director invitado, su vocación casual o determinista, temprana o tardía, la extracción social y las barreras, o caminos francos que encontró. La selección de entrevistados evita los cineastas más taquilleros, centrándose en aquellos de las principales cinematografías mundiales que han obtenido éxitos de crítica y más que aceptables resultados de taquilla (Jim Jarmush, Agnes Jaoui, hermanos Coen, Pedro Almodóvar, Neil Jordan, Oliver Stone, Bertrand Tavernier, Sam Mendes, Takeshi Kitano, Ken Loach, Mira Nair, Terry Gilliam…)

Los cuestionarios arrancan con una pregunta inicial idéntica y directa: Lowenstein les pide que hablen de sus orígenes y cómo llegaron a ponerse detrás de las cámaras. Unos llegaron al cine a pesar de sus familias (Shekhar Kapur), otros animados por estas para que no acabaran siendo delincuentes (Emir Kusturica); unos fueron guionistas, otros actores, otros cómicos… Tras esos variados y entretenidos inicios se pasa a contar las alegrías y sinsabores de esa primera vez, que no pocos equiparan a sus primeros amores (me viene incluso a la cabeza Juventud, de Joseph Conrad sobre la primera vez que su protagonista capitanea una nave) y la mejor o peor digestión del éxito de ese primer filme. En algún caso uno se sorprende de que les dejaran dirigir la película (no sabían ni poner el rollo de celuloide en la cámara), en otros provoca envidia por los megacontactos que tenían o compasión por el trauma post-triunfo; en todos acaban aflorando sus personalidades, el desmesurado o contenido ego, su inteligencia o astucia, su pasión por el séptimo arte.

En conjunto, la selección de directores es acertada y todas las entrevistas son variadas e interesantes. Hay un buen equilibrio entre cotilleos personales o gremiales, lecciones de cine (unos planifican mucho la parte técnica, otros se concentran más en los actores, otros dejan hacer y se limitan a supervisar y cohesionar…) y moralejas vitales sin el insoportable paternalismo de los libros de autoayuda. Los ensayos son por tanto recomendables no sólo para aspirantes a Almodóvar sino también para amantes en general del cine.

jueves, 11 de febrero de 2010

Sólo es otro terremoto

Publicado en Diario de Mallorca el 10/2/10

THE ROAD (LA CARRETERA)

Nacionalidad: Estados Unidos, 111 min. Director: John Hillcoat Actores: Viggo Mortensen, Charlize Theron, Kobi Smit-Mcphee, Robert Duvall

Sigue la moda de las distopías postapocalípticas: Shyamalan (El incidente), Saramago/Meirelles (A ciegas) y ahora Cormac McCarthy (pulitzer por la novela original de este filme, cuatro Oscars por No es país para viejos).

Si Saramago recurrió a la metáfora de la ceguera para denunciar el gregarismo, MacCarthy bucea en el individualismo anglosajón. Un encadenamiento de catástrofes naturales diezman la población y arrasan las fuentes de alimentación, dejando a los supervivientes ante tres opciones, buscar los escasísimos recursos restantes por si mismos, salir adelante a costa de los demás o tirar la toalla. Se exacerba al mismo tiempo la emotividad (el padre intentando llevar a su hijo a un lugar más seguro, el recuerdo de la madre) y el morbo más primitivo (canibalismo). Reflexiones interesantes sobre quien es bueno o malo en una situación así, y sutiles sobre la presencia o ausencia de un guía supremo. Falta valor para llevar el drama a sus últimas consecuencias. Desentonan las fugaces apariciones de publicidad encubierta, descaradísima en el caso de un refresco. Ambientación excelsa, con las recurrentes recreaciones de ciudades y autopistas desiertas y fotografía monotonal del español Javier Aguirresarobe. Discreta pero eficaz música de Nick Cave. Actuaciones notables, Mortensen y Smit-Mcphee hacen sufrir de lo lindo; Theron enternece; irreconocibles, e igual de destacados, Duvall y Guy Pearce.

En el subjetivo terreno de las emociones, puestos a deprimirse a mi me afectan más obras presentes, como las de Coetzee o Haneke, que futuros improbables por drásticos. Es obvio que las situaciones extremas sacan lo mejor y lo peor de nosotros. ¿Es necesario que nos lo recuerden cada cinco minutos?

domingo, 7 de febrero de 2010

Puerta giratoria

Publicado en Diario de Mallorca el 7/2/10

PRECIOUS

Nacionalidad: Estados Unidos, 110 min. Director: Lee Daniels. Actores: Gabourey Sidibe, Mo’nique, Paula Patton, Mariah Carey.

En 1996 la escritora Sapphire publicó la novela Push, basada en sus experiencias previas como profesora en Harlem. La historia es brutal. La protagonista (que da título a la película) es una chica de 16 años hiperobesa, maltratada sexualmente por su padre y física y psicológicamente por su madre. Tiene una hija con síndrome de Down a cargo de su abuela y espera otro bebé incestuoso. Tras ser expulsada del colegio por estar encinta, llega a un centro de educación especial. Está, como dice una frase de la película, ante una puerta giratoria: o logra entrar, encauzar su vida y su futuro, o dará la vuelta entera y se quedará fuera para siempre.

Novela y película esquivan la tragedia autocomplaciente. Equilibran los momentos más duros con la lucha, con verosímiles altibajos, de la protagonista y varias personas de su entorno (la profesora, la asistente social, el enfermero), por animarla. Hay una pugna constante entre la bondad instintiva y la maldad ignorante. El monólogo interior de la novela se ha reconvertido en recreaciones de las fantasías de la protagonista en los momentos más duros. La realización tiene algunos tics de mal cine independiente (innecesaria cámara en mano en algunas secuencias) compensados con planos de gran belleza y elipsis muy logradas. Las actuaciones, gracias en parte a la calidad del libro, son memorables, armonizando el poderío físico de Gabourey Sidibe, la experiencia de Mo’nique o Paula Patton y la incursión tras la cámara de los músicos Mariah Carey y Lenny Kravitz. Precious es un drama profundo pero no depresivo y muy verídico. Dará guerra, merecida, en los Oscars.

viernes, 5 de febrero de 2010

Adrenalina

Publicado en Diario de Mallorca el 4/2/10

EN TIERRA HOSTIL

Nacionalidad: Estados Unidos, 133 min. Director: Katherine Bigelow. Actores: Jeremy Renner, Anthony Mackie, Guy Pearce, Ralph Fiennes

Declaración de intenciones en el inicio del filme: una cita sobreimpresa afirma que la guerra es adrenalina. A continuación, un grupo de artificieros se preparan para desactivar una bomba en Irak. La operación se tuerce; el especialista en explosivos es sustituido por otro, con experiencia previa en Afganistán.

En tierra hostil sigue las peripecias de ese artificiero y sus dos soldados de apoyo. Roles bien definidos, el valiente experto con un punto de inconsciencia, el prudente y el miedoso. Como cuerpo de élite, sus andanzas recuerdan al clásico de Fuller Uno rojo división de choque, sin veleidades literarias. El oficio del protagonista recuerda a un cirujano, con la diferencia de que la vida que está en juego es la suya. Su experiencia y sangre fría impresionan. Se agradece que no haya discursos patrióticos. Entre los nativos hay muchos combatientes, pero también se aprecia que los americanos son forasteros no invitados. Sí aparece, en consecuencia con la tesis inicial, la esquizofrenia del soldado, demediado entre el tedio de la vida civil y el peligro extremo de la militar. El tono hiperrealista elegido por Bigelow, siguiendo a los soldados como si la cámara fuera uno más, aumentan la empatía y multiplican el suspense. Excelentes los poco conocidos actores principales, apoyados con breves apariciones de Guy Pearce y Ralph Fiennes.

En tierra hostil comparte con Avatar planteamiento bélico, pero renuncia deliberadamente a moralejas y lecciones de humanidad. En el fondo es mucho más cercana a La cinta blanca: expone unos hechos con tono bastante neutro y deja que el espectador saque sus conclusiones. Soberbia.

lunes, 1 de febrero de 2010

Un país, un equipo

Publicado en Diario de Mallorca el 1/2/10

INVICTUS

Nacionalidad: Estados Unidos, 133 min. Director: Clint Eastwood. Actores: Morgan Freeman, Matt Damon, Tony Kgoroge

Tras ser elegido presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela tenía claro que debía tender puentes entre colonos y nativos para no caer en el círculo vicioso de rencores y revanchas. La oportunidad llegó con la Copa del mundo de rugby a celebrar en su país. Mandela se volcó en meter el gusanillo de ese deporte entre los negros (preferían el fútbol) y en motivar a los jugadores blancos para que se dejaran la piel por un gobierno de nuevo color. Si ganaban el mundial, se daría un paso de gigante en la integración.

Invictus, basada en un libro del periodista John Carlin, narra con pulso firme ese momento. Se centra en dos personajes, el carismático político y el noble capitán del equipo deportivo; reviviendo sus esfuerzos para vencer los recelos de cada bando. La trama secundaria de los guardaespaldas complementa con leve humor esas tensiones y rebaja inteligentemente la preponderancia del evento deportivo. Aún conociendo el resultado, el guión logra transmitir la tensión y la emoción de esos momentos. En la realización, Eastwood mantiene su estilo: austeridad, rozando el docudrama en la fotografía y la edición; y compromiso máximo de los actores. Morgan Freeman y Matt Damon están excelentes; el resto, desconocidos fuera de su país, creíbles.

Preguntado en una entrevista reciente por qué, a punto de cumplir 80 años, tenía esa fiebre creadora, Eastwood respondió “Ahí fuera hay todavía un montón de buenas historias por contar”. Invictus carece de la intensidad dramática de Million dollar baby, pero narra con sobriedad y suficiente emoción un memorable y edificante hecho histórico.