viernes, 1 de noviembre de 2013

Casos de estudio

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 31/10/13

PASEO DE RONDA

1.(Sociológico). Que la fotografía no está entre las artes de mayor tirón popular es triste pero no es nuevo. Que un fotógrafo (Toni Catany, descansa en paz) sea elegido uno de los cien mejores del mundo y apenas sea conocido por un puñado de bienaventurados de su tierra/país es peor que deprimente. Es coherente con el informe Pisa, con las estadísticas de abandono escolar, con la tirria de muchos grandes empresarios a invertir en formación, con políticos que utilizan una tercera lengua que ellos no hablan para dividir e intentar someter a gente que sólo desea aprender. Así nos va.

2. (Psiquiátrico) Charlie Sheen (nacido Carlos Estevez). Hijo de Martin Sheen (nacido Ramón Estevez, oriundo de emigrantes gallegos). Su padre está en las enciclopedias de cine por su antológica actuación en Apocalypse Now. Charlie ha seguido su camino con una paradoja: cuanto más descontrolada y despendolada es su vida (alcohol, cocaína, mujeres de pago y violencia de género) más le adora el público. Tras taquilleras incursiones en el cine (Hot shots, Platoon, Wall Street), pasó a la televisión. La comedia Dos hombres y medio fue un éxito rotundo y le aupó como el actor mejor pagado en ese medio. Una visita a un centro de desintoxicación y un rifirrafe con los capos de la serie provocaron su despido. La serie decayó. El actor encontró una nueva oportunidad en Anger management (traducido, gestión de la ira), en la que interpreta a un psicótico exjugador de béisbol, y record otra vez de audiencias. Él sigue apareciendo en los tabloides por sus intermitentes farras. Sólo ha corregido un hábito: ahora fuma cigarrillos electrónicos.

3.(Histórico). Amparo soler Leal tuvo talento (¿inteligencia?) para ser avizorada por grandes directores, como Armiñan, Berlanga (seis filmes), Pilar Miró o Jaime Chavarri. Fue una buena, puntualmente excelente, actriz de reparto. No entró en el selecto olimpo de la gauche divine, pero su afinidad ideológica queda patente en sus matrimonios con Adolfo Marsillach primero y el productor Alfredo Matas (idem de varias películas de Berlanga) después. El tiempo, por desgracia, la olvidará más rápido de lo que merece. Manolo Escobar, por el contrario, lo tiene oscuro para que se le desligue de lo más rancio del régimen franquista. Canciones como Porompompero, Mi carro y Que viva España; o películas como En un lugar de La Manga y Eva ¿qué hace ese hombre en tu cama? son la pistola humeante que le acompañará por los siglos de los siglos. A mi, francamente, cada vez que oigo uno de sus temas me deprimo o me entran ganas de salir corriendo. No comparto su gusto pero  respeto su éxito. Que le quiten lo cantado.

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