Publicado en Diario de Mallorca el 7/12/09
LLUVIA DE ALBONDIGAS
Nacionalidad: Estados Unidos, 90 min. Director: Phil Lord, Chris Miller
El cuento infantil de Judi y Don Barrett que da título a esta película, trazó una surrealista fusión de gastronomía y meteorología. La adaptación cinematográfica añade una parodia de las películas catastrofistas. El argumento arranca con el mal fario de una isla al norte de Estados Unidos, condenada a soportar un tiempo gris perenne y a alimentarse exclusivamente de sardinas. Para cambiar el destino, un joven friki aspirante a científico inventa un máquina que haga llover hamburguesas, pizzas y donuts. Como es previsible, la máquina adquiere vida propia y amenaza con provocar un huracán alimenticio en el mundo entero.
Historias tan inverosímiles funcionan como metáforas. Este filme da pie a recordar que Norteamérica tiene un problema con la sobreabundancia e infracalidad de su gastronomía. Oportunidad desaprovechada; la reprobación se queda en dos brevísimos apuntes, potenciando más una sobada trama de codicia político-empresarial. Más lograda es la burla del cine cataclísmico, con guiños cinéfilos de otros géneros (Star Wars, Viaje Alucinante) y algunos gags excelentes (el coche volador perseguido por cuñas de pizza; los pérfidos pollos asados…). Los personajes (el bienintencionado y alocado joven científico, su anticuado padre, la guapa presentadora del tiempo, el egoísta alcalde…) son demasiado simples; la animación muy, y bien trabajada, con mayoría de escenas pensadas para el videojuego. Lluvia de albóndigas tiene un planteamiento simpático, animación excelente y final trepidante. Se habría agradecido una crítica más ácida de la epidemia (no se puede llamar de otra forma) sobrealimenticia que sufre Estados Unidos. Pero es una película de animación infantil que cumple su principal objetivo, divertir a los peques y entretener a los mayores.
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