miércoles, 15 de diciembre de 2010

Aquellos efectos especiales


Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 16/12/10

(1) “Cuidado con las macros ocultas”. En 1982 los videojuegos eran hiperbásicos, Comecocos, Pong y los marcianitos descendentes. Steven Lisberger imaginó para Tron una aventura dentro de un ordenador, con unos programadores enfrentándose al despótico Control Central de Procesos. La película no tenía la profundidad de 2001, el guión tenía muchas inconsistencias y los actores estaban acartonados. Pero se convirtió en una obra de culto por su avanzadísima animación computerizada, las sugestivas persecuciones en las motos de luz y el logrado suspense. La música era de Wendy Carlos, compositor electrónico que, antes de cambiar de sexo, firmó como Walter Carlos la banda sonora de La naranja mecánica. El protagonista de Tron era un jovencísimo Jeff Bridges. En la secuela actual, Tron Legacy, pasa a un rol secundario pero clave. Desaparece y su hijo le busca. Promete.

(2) “Yo siempre he dicho que esta sociedad es una mierda pero, por desgracia, mi cine y yo navegamos en el barco de esta sociedad. Puede que no sepa dar un golpe de timón a este barco pero, por si acaso, lo que hago es mear siempre en el mismo sitio, a ver si consigo abrir un agujero por el que se termine hundiendo el barco.” Berlanga, añora
do, dixit.

(3) “Stainboy, usando su obvia pericia, fue requerido para investigar la mugre incandescente del suelo…” Tim Burton no ha podido resistir la moda de las redes sociales y los cadáveres exquisitos. Anima a los twiteros, usando la obvia limitación de 127 caracteres, a completar un relato basado en el personaje Stainboy (Chico Mancha) del libro La meláncólica muerte del Chico Ostra (Anagrama 2000). El 6 de diciembre pasaron la criba los afortunados. ¿Publicidad, juego, simiente de una futura película?

(4) “Yo siempre hablo de las contradicciones entre mi tripa y mi cabeza, del caos berlanguiano, pero quizás sea la ambigüedad el concepto que mejor explique mi vida y mi cine. La ambigüedad nace del deseo de estar en todo, del querer ser hombre y mujer a la vez, santo y terrorista… Yo suelo decir que tengo complejo de Dios. Que, como Dios, quiero estar en todas partes.” Berlanga (bis).

(5) Cotilleo final. Se sabe ahora que Steven Spielberg tuvo a tiro dirigir la primera película de Harry Potter. Pero propuso fundir los dos primeros libros y rodarla como película de animación. La Warner se negó y Spielberg se autodescartó. Ahora su productora tirita con la crisis, pasándolas negras para sacar adelante proyectos como el biopic sobre Abraham Lincoln.

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