LOS DESCENDIENTES
Nacionalidad: Estados Unidos, 115 min. Director: Alexander Payne. Actores: George Clooney, Beau Bridges, Shaylene Woodley, Amara Miller
Del poco prolífico director Alexander Payne conocíamos su talento para mezclar comedia y drama (A propósito de Schmidt, Entre copas). George Clooney mostró su faceta cómica en Oh Brother! y Quemar después de leer. En Los descendientes (adaptación de una novela de Kaui Hart Hemmings) encarna a un cuarentón hawaiiano en una doble encrucijada familiar y vital a la vez. Por un lado su mujer está en coma agudo y sus dos hijas se muestran muy rebeldes; por otro tiene la última palabra en la recalificación de unos terrenos paradisíacos tras la que él y un puñado de primos suyos se van a hacer de oro. Afrontar ambos retos acaba suponiendo una tardía pérdida de la inocencia.
La combinación de comedia y drama es perfecta; en gran parte por la verosimilitud de los personajes. Hay además contrastes sutiles, el Hawaii que se muestra es muy realista, con sol, días nublados; zonas muy urbanizadas y otras aún vírgenes. La fotografía, utiliza el formato panorámico para una historia muy intimista. Más: la trama de los herederos es muy masculina; la de las hijas, muy femenina. Todos muestran fortalezas y debilidades, todos evolucionan. Y la mujer accidentada no es un espurio adorno, como en Pequeñas mentiras sin importancia, sino el personaje pivotal que, desde su trágica inmovilidad, acaba marcando el destino de todos los demás. Soberbio el reparto completo, desde Clooney hasta el suegro o el novio de la adolescente. Emocionantes los momentos dramáticos, divertidos los cómicos, atinada música local. Como Nader y Simin..., Los descendientes es un drama de apariencia local y vuelo bajo que, por la convicción que destila, deviene en absolutamente universal.
1 comentario:
La actuación de Shailene Woodley interpretando a la hija de Clooney es lo que más me ha gustado de la película.
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