2012
Nacionalidad: Estados Unidos, 158 min. Director: Roland Emmerich. Actores: John Cusack, Thandie Newton, Chiwetel, Ejiofor, Amanda Peet.
2012, del especialista en cataclismos Roland Emmerich, va de una lluvia de neutrinos que provoca inmensos terremotos y tsunamis en la tierra, catástrofe supuestamente anunciada por el calendario maya. Unos pocos intentarán llegar a una versión ultramoderna de las arcas de Noé. El protagonista no humano es la recreación computerizada de portaaviones volcando en medio de una ciudad, olas con la altura del Everest y terremotos que hacen chocar rascacielos como fichas de dominó. Los protagonistas humanos son un científico americano, un escritor fracasado, su éx, un oligarca ruso, un visionario hippy y, como no, el presidente afroamericano de Estados Unidos y su precisoa hija. Unos intentan salvar a la humanidad, otros a sí mismos, todos adoran a sus hijos y a sus padres, nadie se mueve un milímetro del arquetipo. Hay algo de humor, aunque muy teutón. Salvo las inverosímiles catástrofes naturales, todo lo demás (peripercias de los personajes, actuaciones, música) es demasiado previsible.
2012 hay que tomársela como un pasatiempo, es indudable. Una duda existencial: si tanto preocupa el apocalipsis que algunos anuncian, ¿por qué no han destinado parte de los 174 millones de euros gastados a promover la austeridad energética y consumista? Los mayas no anunciaron ningún desastre. Hollywood, siguiendo su histórica filosofía del “toma el dinero y corre”, nos vende uno cada dos días.
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