jueves, 13 de octubre de 2011

Acción y reacción

Publicado en Diario de Mallorca el 13/10/11

NADER Y SIMIN, UNA SEPARACION

Nacionalidad: Iran, 123 min. Director: Ashgar Farhadi. Actores: Peyman Moaadi, Sareh Bayat, Leila Hatami

Triunfadora en el último Festival de Berlin, Nader y Simin una separación narra un drama familiar, cotidiano, en el Iran presente. Arranca muy fuerte: un matrimonio acude a un juez para separarse; ella quiere emigrar a occidente, él se niega porque debe cuidar a su padre, con Alzheimer avanzado y porque su hija de trece años tampoco quiere viajar. La mujer se va a casa de sus padres; el hombre contrata a una asistenta para cuidar de su padre. A la asistenta le repugna el trabajo pero lo necesita porque su irascible marido está en el paro y endeudado. Las desavenencias entre Nader y la asistenta terminan con un accidente doméstico y un cruce de denuncias.

Hay referencias al regimen actual, el machismo, el fundamentalismo religioso y los remanente de justicia tribal, pero actúan sólo como pequeños agravantes. El meollo está en los personajes. Todos tienen circunstancias vitales que les empujan a una espiral de medias verdades, ocultaciones o mentiras. No hay buenos ni malos; todos actuan por supervivencia o por lo que creen realmente justo. Y el magistrado, aunque su sistema judicial sea más tosco, intenta sólo aclarar la verdad y aplicar los castigos pertinentes. El crescendo dramático es muy gradual y constante, sin el menor respiro. Las víctimas colaterales al final son las hijas de ambas parejas. 

Hay un leve paralelismo entre Nader y Simin, una separación e Incendies. Mientras que esta última tiene pilares de tragedia griega, con la doble cara de mayor originalidad y menor verosimilitud, Nader y Simin... es un drama más terrenal con idéntica intensidad. Impacta, mucho, porque (con matices) es una situación que podríamos sufrir cualquiera de nosotros. Soberbia.  

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