jueves, 27 de octubre de 2011

El tupé rubio se cuela por fin en la gran pantalla

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 27/10/11

TINTIN Y EL CINE

Se estrena por fin la primera adaptación relevante de una obra gráfica de Hergé, Las aventuras de Tintín, subtitulada en España El secreto del Unicornio para aclarar de qué aventura se trata y sugerir próximas secuelas. Dos pesos pesadísimos en cabeza de cartel, Steven Spielberg como director y Peter Jackson como productor y codirector en la sombra.

La relevancia del estreno es doble: la novela gráfica sigue teniendo gran éxito entre las sucesivas hornadas de chavales, y mantiene un poso de grato recuerdo en estos cuando se hacen adultos. Al mismo tiempo extraña el desencuentro del personaje con el cine. Un motivo podría estar en el hipotético extremo celo de la Fundación Hergé para dar su visto bueno. 

Las dudas a priori eran fundadas. ¿Actores reales o animacion? La animación es la opción más fácil pero refuerza el carácter infantil-juvenil de la obra; el público adulto sin niños pierde interés. Para encarnarlo en carne y hueso no basta un buen estilista y maquillador; hace falta un actor que logre provocar una gran empatía. Con Asterix y Obelix se logró (Depardieu bordó al orondo galo); con Corto Maltes sólo ha habido un modesto intento con el portugués Paulo Pires.

Con un dilema adicional: Milú. Un animal real, por muy entrenado que esté, está bastante limitado en las escenas de acción. Combinar actores reales y animal de pegote hubiera llamado demasiado la atención. Difícil, muy difícil, era repetir un híbrido tan puro y creíble como el que logró Jackson con Gollum en El señor de los anillos. 

Esa y otras dudas tuvieron Spielberg y Jackson. Tras unos vaivenes con los derechos de adaptación, y el trajín de ambos con sus proyectos en marcha (la saga de Indiana Jones y The lovely bones respectivamente), acabaron decidiéndose por un animación muy elaborada. Eso provocó más dudas, esta vez de los estudios cinematográficos, por las flojas recaudaciones de Monster house y Beowulf. Aunque Spielberg es un fanático de la cámara de cine clásica, con película de celuloide, ha cedido a su pasión por el aventurero rubio y la presión para que su nombre encabezara la matraca publicitaria. Se ha rodado en video con algunos actores y después se ha digitalizado a conciencia. En el mini aperitivo del trailer los personajes se mueven más como en un videojuego que en una película de acción estándar.

Penúltima y gran duda. ¿Han estado Spielberg y Jackson a la altura de sus currículos o han optado por una faena de aliño? ¿El guión es infantiloide o tiene la suficiente profundidad de personajes y guiños cinéfilos para satisfacer a los adultos más críticos? Spielberg comentó hace años que veía a Tintin como un joven Indiana Jones. Si ha seguido ese camino puede haber desnaturalizado al personaje; robado, o difuminado, su encanto. O quizás es cierto que comparten espíritu e inquietudes; al fin y al cabo ambos son fruto de fantasías oníricas más que traslaciones de personas reales. La respuesta a estas sesudas cuestiones, mañana.

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