Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 10/1/13
Paseo de ronda
2. Lo imposible. Como saben, ha sido la película más taquillera del año. Enhorabuena a los creadores y a los productores. Por desgracia, confirma el mal dolent del cine (español y en menor medida foráneo), el lento declive. Un puñado cada vez menor de filmes revientan la taquilla; el resto salvan los platos con sangre y lágrimas o naufragan en ominoso silencio. Si en años, lustros, anteriores el lobo eran las descargas ilegales, ahora son las redes sociales. No es una boutade, la gente, con ligeras variantes, dedica un tiempo fijo al ocio. Facebook, Twitter, Whatsapp nos unen más que nunca a nuestros amigos y nos desligan más que nunca de la cultura. Sin embargo Facebook, Twitter, Whatsapp no son cultura, son comunicación a secas. Son los nuevos tiempos, lo sé. Llorar no arregla nada, lo sé. Pero me da pena, me da rabia que se pierda, que se difumine la esencia del cine (y de la literatura y otras artes narrativas). La tradición de contar historias, de transmitir enseñanzas, valores y consejos a través de ellas. Malos tiempos para la lírica (por cierto se cumplen tres décadas del temazo de German Coppini). ¿Apaga y vámonos o, como en el filme de Bayona, no hay que perder la esperanza? Oremos...
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