Publicado en Diario de Mallorca el 7/3/2011
DESTINO OCULTO
Nacionalidad: Estados Unidos, 107 min. Director: George Nolfi.
Actores: Matt Damon, Emily Blunt, Anthony Mackie, Terence Stamp
La promoción define Destino oculto como un thriller romántico de ciencia ficción. Ganchos adicionales son la adaptación libre de un relato de Philip K. Dick (autor de la novela inspiracional de Blade Runner), un cartel que emula al de Con la muerte en los talones y un argumento con similitudes a Matrix. La acumulación de géneros y referencias tan obvias provocan un arqueo de cejas. La historia va de un político emergente y soltero que se enamora casualmente de una bailarina. Pero se encuentra con unos ángeles de la guarda trajeados que le dicen que su futuro está predestinado y, que si se empeña en seguir a su amada, los dos verán truncadas sus carreras profesionales.
Los temores se confirman. La ambientación muy realista y la profesión del protagonista hacen mucho más difícil creer que haya un supramundo, un Olimpo oculto, que nos hace bailar como marionetas para evitar males mayores. Planteamiento endeble por una evidente ausencia de convicción de sus creadores. Falta la tensión, el riesgo, el punto de esquizofrenia que K. Dick o los hermanos Wachowski imprimieron a sus obras. Ellos creían en esos mundos paralelos y por eso las tramas amorosas en sus obras, siendo más secundarias, tienen idéntica fuerza. En Destino oculto prima la blandura. Y es una pena, porque como comedia romántica funciona, un 'serendipity' muy idealizado pero siempre sugerente. Hay además mucha química entre los personajes y los actores. Matt Damon, aún manteniendo una expresividad limitada, cada vez transmite más cercanía. Emily Blunt tiene el equilibrio justo entre belleza, expresividad y oficio. Restando importancia a los trajeados ángeles de la guarda, Destino oculto es un bonito drama romántico.
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