martes, 30 de octubre de 2012

El pueblito


Publicado en Diario de Mallorca el 30/10/11

VACACIONES EN EL INFIERNO

Nacionalidad: Estados Unidos, 96 min. Director: Daniel Grünberg. Actores: Mel Gibson, Kevin Hernandez, Daniel Gimenez Cacho, Dolores Heredia

Es difícil descontaminarse del ajetreo mediático sobre Mel Gibson, su machismo y filofascismo. Quizás relacionado con eso, en sus dos últimas películas interpreta a dos  lunáticos en busca de redención. En El castor fue un ejecutivo desquiciado y recuperado mediante pseudeventriloquía con un peluche. En Vacaciones en el infierno encarna a un delincuente pasado de vueltas que, tras robar varios millones de dólares, acaba en una abarrotada cárcel mejicana e intenta evitar que un chico se convierta en donante forzoso de hígado a beneficio del narcotraficante que gobierna de facto el penal.

El título original de la película es, traducido, Atrapad al gringo o, en otros países, Como pasé mis vacaciones de verano. Ambos son más indicativos del tono de la película: comedia de acción desacomplejada con toques de Tarantino, Robert Rodríguez, spaguetti-western e incluso Sam Peckinpah (un tiroteo que emula a Grupo Salvaje; trazas argumentales de Traedme la cabeza de Alfredo García). Mel Gibson, guionista además de la película, lleva todo al límite: Atractiva y repulsiva a la vez ambientación del presidio, humor negro, un par de escenas no aptas para estómagos sensibles (una de tortura y otra de quirófano), algunas frases muy brillantes y otras muy planas, así como el desenlace casi de cómic infantil. Como actor vuelve a bordarlo. Sobreactúa, sí, pero es lo que pide el papel. Como comedia negra desmadrada Vacaciones en el infierno está bien. Sin embargo se queda ahí, en una 'tarantinada' más, sin llegar a hurgar más en las causas de la pobreza y la extrema corrupción en la frontera entre Méjico y Estados Unidos. 

domingo, 28 de octubre de 2012

Con la guardia revolucionaria en los talones


Publicado en Diario de Mallorca el 29/10/12

ARGO

Nacionalidad: Estados Unidos, 120 min. Director: Ben Affleck. Actores: Ben Affleck, Bryan Cranston, Alan Arkin, John Goodman

Otra historia más basada en hechos reales y tercer largometraje de Ben Affleck como director. Argo narra el asalto a finales de 1979 de la embajada estadounidense en Teherán, justo tras la llegada de Jomeini al poder. La imprevisión de ese ataque y las dudas del presidente Carter empujaron a la CIA a montar una desesperada acción para sacar del país a seis funcionaros que lograron escabullirse de la embajada y refugiarse en la vivienda de su homólogo canadiense. 

El argumento comparte similaridades con Un corazón invencible o Syriana. La novedad es que el plan de fuga de Argo rozó lo rocambolesco, con unos productores de Hollywood de medio pelo por medio y un espía rozando la inconsciencia. Affleck ha sido inteligente al no abrir resquicio a la comedia y potenciar el suspense al máximo, subrayando el fanatismo y la determinación de los iraníes y la indefensión de los americanos. Eso, y la estupenda, sin exceso de medios, ambientación son lo mejor de la película. Sin embargo no da ni medio paso más. No complica, como Syriana, la estructura; la historia está muy masticada, no hay cabos sueltos, todo se explica bien y se reitera si es necesario. Affleck comete el segundo pecadillo de protagonizarla. En The Town, su anterior filme, eligió un papel más secundario; aquí se empeña en guisárselo y comérselo y muestra sus limitaciones como actor: introversión y contención se transforman en impasibilidad e inexpresividad. Suerte que le acompañan grandes actores, Bryan Cranston, Alan Arkin, John Goodmam o los intérpretes de los rehenes. Efectivo, no extraordinario, thriller político-histórico.  

jueves, 25 de octubre de 2012

Moderar y pulir


Publicado en Diario de Mallorca el 24/10/12

LA ISLA DE LOS OLVIDADOS

Nacionalidad: Noruega, Francia, Suecia, 120 min. Director: Marius Holst. Actores: Stellan Skaarsgard, Benjamin Helstad, Kristofer Joner, Trond Nilssen

Los dramas carcelarios mantienen su atractivo por su doble reflexión sobre la justicia: a) ¿Merecen los convictos, además de la privación de libertad, una ración añadida de crueldad? b) En palabras de Juvenal, ¿quien vigila al vigilante? Un delincuente con voluntad de redimirse frente a un carcelero corrupto y/o sádico se convierten en una actualización más, y siempre efectiva, del duelo bíblico entre David y Goliat. La contrapartida suele ser un deslizamiento hacia la claustrofobia, la testosterona y el maniqueísmo.

La isla de los olvidados es un ejemplo típico del género, con todas esas virtudes e imperfecciones. En el lado positivo ofrece varios refuerzos añadidos: los protagonistas son chicos, se inspira en sucesos reales, acaecidos en un centro de 'reeducación' a comienzos del siglo XX en un fiordo nórdico, con su dosis extra de aislamiento y frio; y se evita el exceso de violencia, el suspense forzado o el morbo fácil con los abusos sexuales. En el reverso, tras un arranque razonablemente matizado, deriva en la segunda parte a un terreno demasiado trillado, la maduración y moderación de C-19, el chico más indomable (Helstad); la radicalización de C-1 (Nilssen), el más inteligente hasta ese momento; la ceguera de los supervisores y el encastillamiento, hasta sus últimas consecuencias, del director del centro (Skarsgard). Esa previsibilidad se compensa en parte con el gélido y sombrío exotismo del lugar, un ritmo sostenido y efectivo y el razonable quehacer de los actores. Skarsgard pone oficio a las rigideces de su personaje, Helstad y Nilssen transmiten bien sus dudas de callar y ser cómplices de los excesos adultos o rebelarse y eternizar su encierro. 

domingo, 21 de octubre de 2012

Cerrar el bucle


Publicado en Diario de Mallorca el 21/10/12

LOOPER

Nacionalidad: Estados Unidos, 118 min. Director: Rian Johnson. Actores: Bruce Willis, J oseph Gordon-Levitt, Emily Blunt, Jeff Daniels

En 2074, para prevenir crímenes envían a un sicario (un ‘looper’ del título) al pasado, en una máquina del tiempo, para liquidar al malandro de turno. Las víctimas se les aparecen encapuchados para evitar dudas y remordimientos. Hasta que un jefe con vena estalinista (Jeff Daniels) decide purgarlos encargándoles, sin decírselo, liquidar a su futuro yo. Esa premisa inicial, ya interesante, no queda ahí. Cuando un looper destapa la macabra trampa, el doble protagonista (Joseph Gordon-Levitt y Bruce Willis) se enfrenta al dilema de liquidarse uno al otro o que les persigan sus compañeros hasta eliminarlos, en su jerga, cerrar el bucle. La única salida es liquidar al jefe, pero en el pasado no es más que un niño de diez años, y tienen tres candidatos posibles…

Potente argumento, con trazas sólidas pero no miméticas de Philip K. Dick (autor de los relatos seminales de Blade Runner, Desafío total o Minority report). Precisamente con ésta última comparte más vínculos (juegos con el cronoespacio), igual que con Origen (protagonizada también por Gordon-Levitt). Sin embargo el director-guionista Rian Johnson arriesga más que Spielberg, apurando los saltos temporales al límite de la capacidad de asimilación del espectador y recreando un futuro ni demasiado tecnificado ni distópico, suburbios pobres de ciudades, granjas campestres con un par de toques futuristas y trabajados y sugerentes interiores. El reparto también es muy sólido, al buen trabajo de los desdoblados protagonistas se les añade una Emily Blunt en racha de estrenos (La pesca del salmón en Yemen, El amigo de mi hermana) y un repescado Jeff Daniels (memorable su topetazo con Melanie Griffith, décadas ha, en Algo salvaje). 

viernes, 19 de octubre de 2012

¡E-oeoe-oeoeeee!


Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 18/10/12

TARZAN

Como el Robinson Crusoe de Defoe y, en menor medida El mundo perdido de Conan Doyle, Rice Borroughs consiguió tocar una fibra muy sensible en los terrícolas del siglo XX. Recordemos: la Segunda Revolución Industrial nos había distanciado definitivamente del resto de seres vivos del planeta (e indirectamente provocó la Primera Guerra Mundial). El progreso, en el sentido más tecnológico del término, era la palabra de moda. Y sin embargo, muy a pesar de algunos, seguíamos (aún no lo sabíamos) compartiendo el 98% de los genes con los primates. Por eso las historias de supervivencia en la naturaleza más virgen y prehumana conmovieron tanto. 

Rice Borroughs fue muy astuto al dar la vuelta a una premisa argumental. En vez de retratar a un buen salvaje que se adapta a la vida moderna, eligió a un hombre moderno que se adapta, por dichosas vueltas del destino, a la vida salvaje. Y para hacerlo aún más digerible le puso de compañera a una humana (de buena familia, como no) y un mono como mascota. Traducido al bable: carne de best-seller, en el formato que fuera o fuese.

Por ello la progresiva consolidación del cine como espectáculo de entretenimiento incorporó enseguida al hombre mono. Elmo Lincoln fue su primer rostro popular. La llegada del cine sonoro provocó un relevo generacional y un exnadador de origen rumano, Johnny Weismuller se convirtió en la encarnación más celebrada durante más de medio siglo. Su 'Yo Tarzán, tú Jane' y el estentóreo alarido fueron imitados, burlados, parafraseados, millones de veces en cientos de culturas diferentes. 

Convertido en un icono de masas, el relevo fue complicado. Lex Barker y Gordon Scott salieron, por los pelos, airosos de la comparación con Weismuller. La sobreexplotación del personaje en cine y televisión en los años cincuenta dejó un rastro de selva quemada para las siguientes generaciones de cineastas y actores.  Sólo había dos caminos. Uno era el 'mas de lo mismo' con el peligro de no despertar el suficiente interés en el agotado público. Es lo que hizo John Derek en 1981, con Miles O'Keefe interpretando al fornido salvaje y, adivinen, Bo Derek encarnando a una voluptuosa Jane. Pocos años después, en 1984, Hugh Hudson probó una la vuelta a los orígenes, hurgar en la versión más salvaje, más introvertida, más realista, más atormentada. Con el francés Christopher Lambert de protagonista y Andie McDowell como réplica femenina, obtuvo un aceptable éxito de público y crítica, y supuso un buen trampolín para la carrera del actor. 

Desde entonces no se han vuelto a tener noticias. Sólo una adaptación de 1998, Tarzán y la ciudad perdida por Carl Shenkel y protagonizada por Casper van Diem (Starship troopers). Se vendió una vez más como la más fiel a la obra original pero despertó bastante bostezos en el escaso público que la vio. Y, cuentan los enterados del gremio, hay un proyecto flotando en la productora Warner que no acaba de cuajar.

Entre las primeras películas mudas y las más (relativamente recientes) hay un sinfín de recreaciones en formato de animación y para la pequeña pantalla. Amén, el cebo era ineludible, de varias versiones para cine adulto, una de ellas con el célebre actor Rocco Siffredi.

Aunque de capa caída en el cine, la vigencia del personaje se mantiene. Los nostálgicos tenemos y tendremos siempre a mano, en filmotecas digitales o los momentos estelares de Youtube, a Johnny Weismuller con su atribulado hablar y su retumbante grito.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Reanimados

Publicado en Diario de Mallorca el 17/10/12

FRANKENWEENIE

Nacionalidad: Estados Unidos, 87 min. Director: Tim Burton. Actores: (Animación)

Vueltas que da la vida. En 1984 un joven Tim Burton a sueldo de la Disney realizó  un cortometraje con la variante argumental de que el doctor Frankenstein es un preadolescente y el reanimado monstruo su hiperactivo y cariñoso bullterrier. El resultado no gustó a la productora y despidieron al ya estrafalario director por malgastar su dinero. Pelillos a la mar, porque casi tres décadas después se han reconciliado y Burton transforma el corto en un largo con generoso presupuesto y libertad creativa.

En el capítulo técnico no hay demasiadas sorpresas. El cineasta recurre a los cadavéricos rostros ya vistos en Pesadilla antes de Navidad o La novia cadáver, con ambiente familiar típico de Disney y toques de Los Simpson. El tosco 'stop motion' original deviene un elaboradísimo 2D/3D. La música de Danny Elfman es otro pilar del filme, presente y precisa sin llegar a apabullante. En el guión es donde se suelta más la melena. Ventila el argumento original en media película y después se lanza a un desbocado homenaje de películas catastrofistas, Godzilla, Gremlins, Los pájaros, Cementerio viviente, Piraña y un larguísimo etcétera. El elenco humano se mueve con corsés más tópicos, salvo el profesor de instituto, la sobrina del alcalde y el joven Igor; el casting zoológico desata un sinfín de sorpresas y carcajadas, reforzadas con pequeños detalles como los nombres de los animales enterrados o Bambi en la cartelera de un cine cuando el pueblo está sumido en el caos. Frankenweenie muestra a un Tim Burton más lúdico que nunca. Una entrañable y original parodia, perfecta para evadirse de la extenuante crisis. 

martes, 16 de octubre de 2012

Y comieron perdices


Publicado en Diario de Mallorca el 14/10/12

LO IMPOSIBLE

Nacionalidad: España, 112 min. Director: J. A. Bayona. Actores: Naomi Watts, Ewan McGregor, Tom Holland, Samuel Jostlin

Lo imposible está basada, como repite incansablemente la promoción del filme, en la historia real de una familia superviviente del tsunami de 2004 en el sureste asiático. El título más la publicidad desvelan el desenlace, dejando escaso resquicio a la incertidumbre de si será un final total o parcialmente feliz. El único antecedente, parcial, es la reciente Más allá de la vida, de Clint Eastwood. La diferencia entre ambas es que el americano recrea la tromba de agua atravesando una localidad, mientras que el español elige uno de los centros turísticos más aislados. 

Bayona y el guionista Sergio Sanchez concentran todos sus esfuerzos en el cómo, en recrear con la mayor fidelidad posible la magnitud del desastre. El libreto tiene la virtud de no embarcarse en tramas secundarias superfluas, pero roza el melodrama con diálogos algo previsibles y reiteración de gritos desgarrados. En el reparto Naomi Watts (21 gramos, Mullholand drive) y Ewan McGregor (Trainspotting, Beginners) no son actores galácticos y sí especialistas en papeles diferentes y exigentes como estos. Watts recibe mayor cuota de protagonismo y hace una interpretación muy intensa y convincente, sin llegar a ser de Oscar. McGregor acepta su rol de consorte y también logra emocionar. La realización repite pros y excesos: impresionante recreación de la costa devastada y el hospital desbordado; dificilísimas, apabullantes las secuencias de la deriva de Watts y el chico en los embates más intensos de la devastadora marea; y abuso de la música subrayante, tics de su pasado en el género de terror. Película para amantes del drama realista; imprescindible una caja grande de kleenex.

miércoles, 10 de octubre de 2012

(Casi) todo pasa factura


Publicado en Diario de Mallorca el 10/10/12

EL FRAUDE

Nacionalidad: Estados Unidos, 107 min. Director: Nicholas Jarecki. Actores: Richard Gere, Susan Sarandon, Tim Roth, Laetitia Casta

El fraude combina una trama de mala praxis empresarial inspirada en Bernard Madoff (trocando la estafa priamidal por siseos contables) con otra de homicidio extraconyugal (inspirado en el caso Chappaquiddick del difunto senador Ted Kennedy). El nexo temático es la denuncia del egoísmo, la codicia de los grandes magnates y su poder de intimidación, léase proveerse de los mejores abogados para lograr una presunción de inocencia muy cercana a la impunidad. Sobre ello se desarrolla el suspense de la película: ¿será encausado Robert Miller (Richard Gere) por amaños contables y/o omisión del derecho de socorro, o se irá de rositas? 

En la trama económica el protagonista está bien delineado, mostrando bien la mezcla de inteligencia, astucia, falta de escrúpulos y encanto personal que han cimentado su éxito. Y también las dentelladas de tiburones y abrazos de oso constantes que se producen en esos ambientes. Sin embargo el resto de personajes (familia, empleados y rivales) caen en terreno más trillado. Por ello la película queda corta, en la crítica del poder económico, respecto a la reciente Margin Call. Y la trama de la amante recurre a artificios, un tanto previsibles, del género policíaco. La realización se mueve con seguridad en despachos y restaurantes de lujo. En el reparto Richard Gere tiene la percha y estilazo requeridos, pero en algún momento uno siente que actúa más para sí mismo que para el espectador. Algo similar ocurre con la sobreactuación de Tim Roth, mitigado porque su personaje despierta más simpatía. Susan Sarandon en cambio está soberbia; Laetitia Casta y Britt Marling, correctas. Filme entretenido como thriller, laxo en la denuncia de los poderosos.

jueves, 4 de octubre de 2012

Licencia para eternizarse


Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 4/10/12

MEDIO SIGLO CON 007

1. Skyfall será la vigesimotercera entrega del superespía James Bond 007. Dr No se estrenó en 1962. Han pasado por tanto 50 años, con una media de película cada dos años (Woody Allen lleva un ritmo mayor, pero juega en una liga más modesta a nivel de producción y aspiraciones taquilleras). Ampliando a otras artes, sólo encuentro paralelismo en la longevidad de los Rolling Stones. ¿Cual es la receta de la eterna juventud del  espía? ¿Cómo, por qué es capaz de seguir encandilando al público, y regenerar ese público? 
2. La respuesta tiene un nombre: Albert R. Broccoli. Siguiendo el paradigma de Lampedusa (cambiar mucho o bastante para que todo siga igual) interiorizó que 007 debía tener una cara reconocible pero sin encadenarse de por vida a un actor. La transición de Sean Connery hasta Daniel Craig no ha sido un camino de rosas (George Lazenby y Timothy Dalton resultaron sendos gatillazos) pero tampoco ha terminado en una cuneta. 

3. Broccoli consolidó la esencia del producto: un atractivo y aguerrido espía, un poderoso y desalmado rival, un puñado de despampanantes chicas, escenarios naturales que quitan el hipo, sofisticada cacharrería y un idéntico final en todos los filmes, el espía salva al mundo y se queda con la chica (mejor dicho, le da un elegante pase porque su religión -corrijo, su profesión- le impide comprarse una casita en el campo y procrear jamesbonditos). Con un matiz nada irrelevante, se vende sexo y mamporros de forma muy contenida, para llegar al público más amplio y ser tolerado por el máximo de nacionalidades y culturas.

4. A Broccoli le sucedió su hijo. A Sean Connery (6 películas) le sucedieron, consecutivamente, George Lazenby  (1), Roger Moore (7), Timothy Dalton (2), Pierce Brossnan (4) y Daniel Craig (3 + 1 confirmada). Todos se mueven entre los treinta y cuarenta años; todos ofrecen un atractivo viril, no efébico. Las chicas siguen el patrón más universal de la belleza, cuerpos silueteados y rostros ligeramente aniñados con el contrapunto de un fuerte carácter, sucesoras, más o menos logradas, de la precursora Mata-Hari.  Con los rivales sin embargo no ha habido tanta suerte. Salvo Goldfinger y el Dr. No, cuesta recordar el nombre de alguno más. Los productores lo han suplido aplicándoles dosis exponenciales de ambición personal y medios materiales. Este año el bellaco es Javier Bardem. Apuesta segura, por su indudable talento y la firmeza que ha mostrado en películas como No es país para viejos.
5. Como espía, el parecido de James Bond con agentes reales es pura coincidencia, como agriamente ha resaltado John Le Carré. La gente que acude a ver sus películas no busca realismo, sólo evasión. Gracias a la experiencia de los productores y la implicación de directores y actores lo consiguen. Ojalá 007 viva medio siglo más, ¿por qué no?



miércoles, 3 de octubre de 2012

Nunca dejes de mirar al toro


Publicado en Diario de Mallorca el 3/10/12

BLANCANIEVES 

Nacionalidad: España, 104 min. Director: Pablo Berger. Actores: Maribel Verdú, Ángela Molina, Daniel Gimenez Cacho, Macarena García

En un loable ejercicio de 'Y si...', Pablo Berger (Torremolinos 73) se planteó cómo viviría Blancanieves en España. Y en qué España. Se agradece que haya evitado bosques brumosos de la época medieval (como la muy reciente adaptación de Cris Sanders) o futurismos igual de maleables. Berger planta el dedo en la Andalucía de 1929 y rebusca en la infancia de la protagonista: Hija de un malogrado torero, en su huida de su nueva madrastra acaba adoptada por unos toreritos de feria. 

En coincidencia casual con The artist, Berger recrea de nuevo el cine mudo más clásico. El planteamiento seduce sobre el papel, el palacio se sustituye por un cortijo, el bosque por la polvorienta estepa, el rey por un triunfador equivalente en popularidad. En la fotografía, sobre todo en la primera parte, Berger homenajea sin pudor a clásicos como Murnau; la recreación de la España profunda remite a las fotografías de Cristina García Rodero. Como en el filme de Hazanavicius, la música mantiene el tono y el ritmo. Hasta ahí bien. Sin embargo Berger orilla, quiero creer que por descuido, el alma del cuento original. Éste plantea un tema universal y perenne, el miedo a envejecer, a que la siguiente generación nos arrincone y tumbe. La crueldad de la madrastra de los hermanos Grimm es comprensible (aunque no compartible); la interpretada por Maribel Verdú es hueca. El personaje del torero se agradece al principio, pero al mantenerlo se pierde el citado tema original y no se ofrece uno alternativo. Película original, entretenida, bien interpretada, malograda solo en la indeficinción del tema.

Captar la vida


Publicado en Diario de Mallorca el 2/10/12

EL ARTISTA Y LA MODELO

Nacionalidad: España, Francia, 104 min. Director: Fernando Trueba. Actores: Jean Rochefort, Aida Folch, Claudia Cardinale

Ahora o nunca de Fernando Trueba para homenajear a su hermano Máximo, escultor fallecido, y reflexionar sobre las musas. Las artísticas en sentido genérico, las imprevisibles idas y  vueltas, alegrías, cepos y requiebros de la inspiración; y las musas de los artistas en sentido más personalizado, la relación que se establece en algunos casos entre creador y figurín de carne y hueso. 

La historia de El artista y la modelo tiene filamentos de melodrama: un octogenario escultor francés apartado del mundanal estruendo de la Segunda Mundial se topa con una adolescente española que resucita su prurito creativo. El desarrollo escampa esos nubarrones. Se matiza la polaridad bélica con el oportunismo político un tanto espúreo de él y la bona fide de un nazi admirador suyo. Y se van lanzando unas reflexiones sobre el arte, sobre la citada volatilidad de las musas, sobre la vida, que invitan, como mínimo, a reflexionar. Una larga explicación sobre un boceto de Reembrandt me dejó boquiabierto; en otros momentos no llegué a coger el hilo. Se nota, mucho, la estilográfica de Jean Claude Carriere, coguionista de Buñuel en Belle de jour, La vía Láctea o Ese oscuro objeto del deseo. Se aprecian también altibajos. Aida Folch es muy fotogénica, con una belleza muy natural y subyugante, pero su personaje queda atrapado en la simpleza. Personajes secundarios como el fugitivo o el interpretado por Chus Lampreave dan un respiro a la pareja protagonista sin llegar a aportar mucho más. Y en su homenaje a los clásicos (Renoir, Truffaut), Trueba se contagia de un ritmo cansino que agobiará a más de uno. Película para espectadores con paciencia y curiosidad, amor, por el arte.