miércoles, 28 de julio de 2010

Te acabará gustando

Publicado en Diario de Mallorca el 28/7/10

SUNSHINE CLEANING

Nacionalidad: Estados Unidos, 91 min. Director: Christine Jeffs. Actores: Amy Adams, Emily Blunt, Alan Arkin, Jason Spevack

¿Quién limpia la escena del crimen? Esta premisa es uno de esos germinales “Y si…” que pueden convertirse en comedia, drama, tragedia o parodia; en dinamita o pólvora mojada. Dos mujeres, la escritora Megan Holley y la directora de origen neozelandés Christine Jeffs lo han llevado al terreno del drama indie, con una familia de clase media-baja con apuros económicos. La protagonista de Sunshine cleaning limpia casas; tiene un padre al borde de la jubilación intentando sobrevivir con negocietes inciertos, una hermana con carácter algo agrio, un hijo conflictivo por las tensiones familiares y un amante policía, casado y aprovechado. Él abrirá la puerta al desagradable pero bien pagado trabajo, provocando nuevos desajustes familiares.

Sunshine cleaning plantea un segundo “Y si…”: ¿Habría ganado explotando más el filón de la premisa argumental –repite, casualmente, la frase emblemática de El verdugo- o habría resultado una vulgar comedia negra más? Las desventuras de las chicas limpiando sangre aportan originalidad, es cierto, pero también despistan y rompen el tono. Aislando esa parte del argumento, el resto ofrece un aceptable drama de vuelo bajo. Excelente la relación entre las hermanas, más pendientes cada una de arreglar la vida de la otra en vez de las suyas respectivas y excelentes las dos actrices, Adams y Blunt. Interesante, desaprovechado quizás, el comerciante manco. Más trilladas las penalidades del padre (salvado por el oficio de Alan Arkin) la rebeldía del hijo y la caradura del amante. Incierto balance, difícil evitar la sensación de idea desaprovechada, sensibilidad y autenticidad en la relación fraternal y eterna fijación yanqui por asociar éxito y fracaso con dinero.

lunes, 26 de julio de 2010

Y aún más allá

Publicado en Diario de Mallorca el 25/7/10

TOY STORY 3

Nacionalidad: Estados Unidos, 103 min. Director: Lee Unkrich. Actores: (animación)

Sinopsis de Toy Story 3: el dueño de Woody está a punto de ir a la universidad; quiere llevarse a Woody como recuerdo y al resto de juguetes guardarlos en el desván. Por un malentendido con su madre acaban donados a una guardería. Se las prometen felices, niños y más juguetes. Les dura poco la alegría: los bebés los machacan sin piedad y los juguetes veteranos han montado una mafia carcelaria, encabezada por un despiadado león de peluche. Ya no se trata de volver a casa como en la segunda parte; ahora intentan sobrevivir y no acabar en el horno del basurero municipal. El equipo de creadores de Pixar ha logrado una vez más reciclar tramas de filmes adultos hacia el humor multigeneracional e inteligente y sin perder las señas de identidad de la serie. Regalan desde trepidantes fantasías de los muñecos, reconvertir al astronauta Buzz en bailarín flamenco, burlarse ácidamente de Barbie y Ken y poner el corazón en un puño con la secuencia de la incineradora. Y ofrecen una aceptable reflexión sobre la delicada ruptura con los símbolos de la infancia. La banda sonora es más discreta, jugando con variantes del emotivo tema original de Randy Newman.

Un dato sintomático: Rotten tomatoes, el prestigioso barómetro de los críticos americanos otorgó un 100 % de votos favorables a las dos primeras entregas. Toy Story 3 sólo ha recibido un 99 %. La productora Pixar ha superado una vez más su estratosférico listón. El lema de Buzz Lightyear, “Hacia el infinito y más allá”, se ha quedado corto. Una gozada.

jueves, 22 de julio de 2010

Formatos locos

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 22/7/10

CINE. Rebobinemos: Hace un siglo y tres lustros, los hermanos Lumiere inventaron el proyector de cine. En décadas posteriores se añadieron voces, se incorporó el color, se multiplicaron las salas de exhibición, llegó la televisión comercial, se ampliaron las horas de emisión, comenzaron a pasar películas, llegó el VHS, el Beta, el DVD.

Hasta ese momento, los productores se frotaban las manos. Con ayuda de los cerebritos del marketing, idearon el sistema de ventanas escalonadas para ordeñar al espectador a lo largo de varios meses. Cine (consumidor paga la entrada); video (alquila o compra el video); televisión (la cadena paga al productor); segundos pases, televisión de pago... Rematados con el merchandising y los videojuegos. No todas las películas eran rentables, pero los exorbitantes beneficios de las punteras cubrían sobradamente al resto.

A finales de los noventa llegó el boom de Internet. Al principio no inquietó a los poltroneros. La velocidad de la red y el tamaño de la pantalla no eran rivales para las Trinitron. Con el cambio del siglo se multiplicó la velocidad, capacidad y conectividad de la red cibernética. Nacieron Napster, Kazaa, Emule… Y los productores musicales y cinematográficos se encontraron de repente noqueados y sin saber de dónde había venido el golpe. Las ventanas saltaron por los aires. El río revuelto devengó en ganancia de unos invisibles y ubicuos piratas. Los espectadores han pasado de explotados a explotadores.

Ahora los productores intentar restablecer el orden. La realidad, el presente al que se han de adaptar los creadores y productores de contenidos, es algo parecido a esto: a) los formatos se han ampliado por arriba y por abajo, desde la máxima calidad (cine en 3D, Blu-ray, inminente 3D doméstico, televisores HD de más de 40 pulgadas en un creciente número de hogares) hasta la mínima (personas capaces de ver una película o leer un libro en un iPhone) b) el equivalente actual a las ventanas sería la fachada del Guggenheim bilbaíno. En el pasado festival de Cannes se presentaron películas como Carlos, de Oliver Assayas, nacida como serie de TV, e incluso películas ya estrenadas, saltándose las reglas más básicas del evento. Muchos productores adelantan, superponen o mezclan, con pocas semanas de diferencia, el estreno en salas, el lanzamiento del DVD y la comercialización por Internet (descarga o streaming). ¿Clavo ardiendo o suicidio programado? c) la viabilidad económica es cada vez más dudosa, pero pelotazos como Avatar sugieren que todo cambia para que algo siga igual.

Juguemos a pitonisos. La piratería está tan desbocada como los accidentes de tráfico antes del carnet por puntos; hasta que no encuentren la tecla para limitarla seguirá haciendo estragos. Habrá, si no ha comenzado ya, una dura reconversión del sector. Los creadores serán más vocacionales que nunca, siguiendo los tristes pasos de escritores y músicos. Desaparecerán las películas de presupuesto medio, quedarán las megaproducciones de siempre y los francotiradores artesanos. Los formatos seguirán despendolados; los productores, exasperados; los consumidores, encantados.

Comunicación disfuncional

Publicado en Diario de Mallorca el 22/7/10

UNA HORA MAS EN CANARIAS

Nacionalidad: España, 102 min. Director: David Serrano. Actores: Angie Cepeda, Juana Acosta, Quim Gutiérrez.

Tercera película dirigida por David Serrano, tras Dias de fútbol, Días de cine y los guiones de El otro lado de la cama y Los dos lados de la cama. El argumento de Una hora más en Canarias es un enmarañado vodevil de intrigas entre tres féminas para conseguir los favores de un inseguro treintañero. Arranca de forma atolondrada, sin dar tiempo a conocer a los protagonistas y deriva a un forzadísimo barullo de faldas y dineros. Los personajes parten de estereotipos demasiado evidentes (el panoli, la santa, la caprichosa manipuladora y la sicópata) que, ni son matizados ni evolucionan, por lo que sus peripecias se tornan gratuitas o repetitivas. Y cuando eso es evidente, los creadores se sacan de la manga un personaje nuevo (el padre del protagonista) o un aliño de realismo mágico fusilado de Woody Allen. El talento de David Serrano aflora sólo en algunos diálogos picados, y recae en burdos gags como las peleas entre féminas, los juegos con los acentos castellano, colombiano y argentino, o la desconcertante costumbre de hablarse de usted entre las hermanas colombianas. Los números musicales son desganados e insertados de forma aleatoria. En el reparto, Quim Gutiérrez es el único que logra transmitir credibilidad; las mujeres van del histrionismo (Cepeda, Ibarguren) a la blandura (Acosta).

El peligro de las obras que nacen como puro entretenimiento es que acaban bajando el listón y menospreciando la inteligencia de los espectadores. Una hora más en Canarias es, más que una película, un largo spot turístico del Cabildo de Tenerife. Graciosa en momentos puntuales, floja y hueca en conjunto.

miércoles, 21 de julio de 2010

¿Quién quiere aprender árabe?

Publicado en Diario de Mallorca el 21/7/10

LONDON RIVER

Nacionalidad: Reino Unido, Francia, Argelia, 87 min. Director: Rachib Bouchareb. Actores: Brenda Blethyn, Sotigi Kouyaté, Sami Bouajila

En España, el 11-M sigue siendo tabú para el cine y la literatura de ficción. Estados Unidos lleva varios años explotando el 11-S con variadas propuestas; Reino Unido se atreve por fin con su 7-J. Con un significativo matiz: London River es una coproducción anglo-franco-argelina con director árabe. Narra el encuentro entre los progenitores de dos desaparecidos por el atentado, una madre británica de raíces rurales y un espigado musulmán norteafricano. Van hallando pistas, atando cabos y aflorando diferencias personales y socioculturales entre ambos. Las cartas están boca arriba. Hay una reivindicación, patente, de la prevalencia de los emigrantes árabes no violentos, de su derecho a no ser estigmatizados por el fanatismo de unos pocos. Ahí tiene toda la razón; sin embargo vende una imagen de apertura de los árabes a la permeabilidad (emparejamientos) con los cristianos más idealista que real.

Volvemos al eterno debate del cine americano frente al europeo. The visitor, con la que London River comparte temática de solidaridad y riqueza de personajes, explotó mejor las posibilidades dramáticas de su planteamiento sin caer en el sentimentalismo maniqueo. En la película de Bouchareb, este cronista se ha quedado con la sensación de que no se ha profundizado suficientemente el cogollo de la historia: la secular desconfianza entre etnias y culturas, y sus impulsos autoproteccionistas. Una modesta película puede ser tan ilustrativa como sesudos ensayos; London River no lo logra del todo por su tosco guión pero deja el suficiente buen poso, gracias al acertado tono y el gran trabajo de los actores.

domingo, 11 de julio de 2010

El jeta

Publicado en Diario de Mallorca el 12/7/10

GAINSBOURG (VIDA DE UN HEROE)

Nacionalidad: Francia 130 min. Director: Joann Sfar. Actores: Eric Elmosnino, Laetitia Casta, Lucy Gordon

Extraño parto: Joann Sfar creó una novela gráfica recreando la vida del famoso compositor y cantante francés. En su adaptación al cine intentó que Charlotte Gainsbourg encarnara a su padre, como Cate Blanchett con Bob Dylan en I’m not there. Charlotte se asustó y el proyecto se durmió hasta que Sfar se topó con el actor Eric Elmosino, de extraordinario parecido al músico. Se diluyeron entonces los dos elementos más originales de la propuesta, narrar la biografía en cómic o que la protagonizara una fémina, hija además del biografiado.

La película sufre el síndrome del biopic: si prima las virtudes, contenta a los acérrimos pero aburre; si busca las aristas, ofende a esos seguidores y cae en el sensacionalismo. Además es muy largo para su escaso suspense, baila entre el descarado homenaje, unos forzados, se queda a medias entre el formato clásico y el experimental, con unos titubeantes toques de realismo mágico (el alter ego del protagonista, el cabezón de su infancia), remanentes del cómic; y estimula con descaro la líbido de los espectadores masculinos en el desfile de atractivas actrices encarnando a las igual de atractivas y famosas amantes del músico. En el reparto, Elmosino borda su actuación con las miradas y la malogra con sus sobreactuadas manos; Laetitia Casta no es Brigitte Bardot. Para los seguidores del músico, o nostálgicos de la época, es un imperfecto pero más que aceptable retrato. Al resto les atraerá también la buena exposición del disperso talento del artista y como supo reciclar su disipada vida privada en provocadores y exitosos temas.

jueves, 8 de julio de 2010

Este es tu padre

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 8/7/10

HIJA DEL AMOR

Allegra Huston. Circe, 286 pags. Barcelona, 2010

Cine.Literatura. El primer recuerdo que tiene Allegra Houston de su padre es borroso, lógico por su edad (cuatro años y medio). Recuerda el lugar (el hotel Claridge’s de Londres), por referencias. Tampoco está segura de si fue antes o después del accidente de su madre.

Allegra Huston es hija de Enrica (“Ricky”) Soma, la cuarta mujer de John Houston. Cuando se casaron, el ya famoso director de cine le llevaba veintitrés años de diferencia. Tuvieron tres hijos, Tony, Anjelica y Allegra. Cuando Allegra tenía poco más de cuatro años su madre se mató en accidente de tráfico mientras se dirigía al Lago Maggiore, en el norte de Italia. Cuatro décadas después Allegra ha hecho de tripas corazón y nos cuenta su pasado, su relación con sus hermanos, con las mujeres que la cuidaron, con los padres a los que apenas vio.

A John Huston le trata con una mezcla de cariño, distancia y crudeza: “Papá era una persona muy difícil como marido. Era infiel, egocéntrico, impaciente, inquisidor, sarcástico y un jugador empedernido.” Buscaba mujeres estilosas y, al poco tiempo de casarse con ellas, volvía a su vida de adicto al trabajo y a la vida: rodajes, viajes, juergas, romances extramaritales... La esposa de turno y los hijos eran escalas temporales en sus vuelos y proyectos. Se mostraba afectuoso con ellos pero desaparecía pronto. Tony y Anjelica aprendieron pronto a madurar y buscarse la vida. Allegra vivió su infancia pasando de casa en casa y regazo en regazo, niñera, abuelos maternos, hermana, madrastra, Irlanda, Nueva York, Los Angeles, Méjico…

“John no es tu padre.” A los doce años la siguiente esposa del director le contó la verdad, y preparó el encuentro con su padre. El verdadero. John Julius Norwich, vizconde de Norwich. La chica ya sospechaba algo por un artículo de prensa. Como ocurrió en su primer encuentro con el cineasta, fue un momento embarazoso para ambos.

Al hacerse mayor Allegra Huston estudió literatura inglesa y trabajó en el mundo editorial. Sus memorias son catárticas pero apenas traslucen rencor. Es una búsqueda y una reconciliación con su pasado. No se considera afortunada por haber vivido entre estrellas del cine (su padre, su hermana, Jack Nicholson) ni desgraciada por no haber tenido un padre y una madre que la criaran, o por el trajín a la que la sometieron. Aprendió pronto a adaptarse y a controlar sus emociones. Lo transmite con ese mismo comedimiento pero con una agudeza y sinceridad extremas. Las anécdotas sobre el mundillo de la farándula son mínimas. Lo que queda, lo que más destaca, es el desapego de sus familiares (¿extensible a ese nivel social?), las mezclas desmesuradas de ego y carisma de Huston o su abuelo materno, y el cariño de las mujeres que la cuidaron. Al final se permite un cierre feliz con el bautizo de su hija haciendo rafting en Nuevo Méjico.

Si su autora no fuera hijastra del cineasta, Hijas del amor seguramente no se habría escrito o publicado. Allegra lo sabe y ha sido capaz de ir mucho más allá. De trascender el morbo y dejarnos una cálida colección de recuerdos y unos atinados retratos psicológicos. Es el contrapunto, íntimo aunque compatible, a las divertidas bravuconadas de su padrastro en A libro abierto.

miércoles, 7 de julio de 2010

Bienestares

Publicado en Diario de Mallorca el 7/7/10

MADRES E HIJAS

Nacionalidad: Estados Unidos, 116 min. Director: Rodrigo Garcia. Actores: Naomi Watts, Jimmy Smits, Annette Bening, Samuel L. Jackson

Asumido que su padre es inalcanzable e irrepetible, Rodrigo García ha encontrado su camino en el cine, con puntuales incursiones en prestigiosas series de televisión; y su fórmula en los suaves dramas intimistas con microhistorias cruzadas. Las protagonistas de Madres e hijas son una mujer de mediana edad (Bening) que cuida a su anciana madre y una joven abogada treintañera (Watts). Los secundarios, una madre de alquiler, un asistente social, un prestigioso abogado, una monja de un centro de adopción, una adolescente ciega, una pareja con problemas de fertilidad, otra sín, y varios críos de tez clara, oscura e intermedia. Los vínculos entre todos ellos se van conociendo poco a poco, dando pie a amores, dramas y redenciones. La historia central antepone sorpresa a verosimilitud (entendida como probabilidad estadística); vicio del cine y la literatura actuales del que García no es de los más abusones. Repite el realizador su gusto por la ambientación y fotografía monocorde, música discreta y el favor de grandísimos actores, atraídos, a partes inciertas, por el apellido y el curriculo del director.

En la psicología actual se va abriendo paso una corriente que incita a dejar de buscar la felicidad y concentrarse en el más modesto bienestar. Madres e hijas trata de eso sin llegar a verbalizarlo: personas bastante corrientes, con pasados difíciles o fáciles, con personalidades sencillas o complejas, que intentan reconstruir o construir sus vidas con o sin familias. Peca de vuelo bajo, ritmo cansino y roza el melodrama en alguna fase; pero tiene algunas escenas brillantes y sutiles, y un renombrado y entregado reparto.

domingo, 4 de julio de 2010

Bella la guapa

Publicado en Diario de Mallorca el 4/7/10

ECLIPSE

Nacionalidad: Estados Unidos, 124 min. Director: David Slade. Actores: Kristen Stewart, Robert Pattinson, Taylor Lautner, Sarah Clarke,

Apunte sociológico inicial: no es una novedad que la saga Crepúsculo va dirigida al público juvenil. Aún así llamó la atención a este cronista la abrumadora mayoría de féminas en el pase al que asistió, constatando que van a suspirar por el atractivo rostro de Robert Pattinson (“Quieres casarte conmigo”) y derretirse con el anabolizado talle de Taylor Lautner (“Alguna vez lleva camiseta este chico”). Poco les interesa la historia. Igual, parece, que a los productores y creadores del filme.

La tercera parte de los vampiros fashion confirma los peores indicios de los anteriores episodios: Fondo ultraconservador (la escritora de los exitosos libros es mormona practicante), con oda a la castidad prematrimonial y xenofobia latente, incitando a la chica protagonista a optar por el blanco rico frente al indio pobre. Forma trivial y manida. El aprecio de ella por el amigo nativo es más fraternal que pasional; para que Bella acceda a la pureza vital y espiritual de su agraciada bestia debe hacerse vampira. Entonces, ¿por qué no se casa y se convierte en inmortal? Porque cuando lo haga se acabará el triángulo amoroso, se acabará la incertidumbre, se acabará la historia, se matará a la dorada gallina. Es la fórmula de los culebrones más manidos, como los mil y pico episodios que tardó una tal Betty en quitarse las gafas y los aparatos dentales.

Aunque mejora la segunda entrega, Eclipse ofrece efectiva fotografía de Javier Aguirresarobe, estirado segundo acto, insulsos diálogos, empalagosa música e inexpresivos pero genéticamente agraciados intérpretes. Varones, adultos o mortales con un mínimo de sensibilidad e inteligencia, abstenerse.

jueves, 1 de julio de 2010

Esperando a la jirafa

Publicado en Diario de Mallorca el 30/6/10

ENTRE NOSOTROS

Nacionalidad: Alemania, 119 min. Director: Maren Ade. Actores: Birgit Minichmayr, Lars Eidinger, Hans-Jochen Wagner, Nicole Marishka

Entre nosotros recurre a un formato cuasi Dogma: una localización sencilla (un pueblecito turístico de Cerdeña), elenco reducido, ausencia de focos o decorados, y acción en un lapso bastante breve de tiempo. Los protagonistas son una pareja de treintañeros de vacaciones. Él es arquitecto; mientras espera el fallo de un concurso en su país, le sale un proyecto en la localidad italiana. Ella trabaja en una discográfica. Es una pareja que funciona por complementariedad más que por afinidad, hasta que, sin previo aviso, las diferencias se convierten en grietas. Él es muy introvertido, culto, algo pusilánime y arrogante. Ella es pura polvorilla, inquieta, informal sin llegar a hippy, superficial y con una venilla salvaje. Las vacilaciones del chico hacen que ella se cuelgue aún más por él. La aparición de una pareja de amigos, más asentados personal y profesionalmente, acelerarán la descomposición de la pareja protagonista. Las sucesivas comidas de coco de ambos harán que su relación derive en sucesivos bandazos entre amor (si es que, parafraseando a Stevenson, eso existe) cariño, compasión, aversión y miedo al vacío de la ruptura. Rota la unidad, queda la incertidumbre de si lograrán recomponerla y el grosor de las cicatrices resultantes.

La película de Maren Ade recurre al inagotable tema del amor aplicando la receta más clásica del cine europeo. Incluso los amantes de este tipo de cine notarán el exceso de longitud y cierta autoindulgencia. Sin embargo, en el lado positivo ofrece unos personajes de carne y hueso y una sensible reflexión sobre la complejidad y volatilidad del amor.