jueves, 30 de mayo de 2013

El último refugio

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 30/5/13

FERIA DEL LIBRO 2013. CINE, VIAJES, GASTRONOMÍA. 

Estemos donde estemos y como estemos, la literatura seguirá siendo, para los que la disfrutamos, un refugio seguro. Leer sobre cine es aprender a ver o conocer a sus protagonistas. Sobre viajes es escapar desde el sillón de orejas u obtener ideas para escaparse. Sobre gastronomía nos da recursos para paladear mucho con pocos recursos o variar más huyendo de la rutina.

Cine
Memorias (Leni Riefenstahl, Lumen, 33,90 €). Los planos iniciales de Olimpia están, y permanecerán, en el Olimpo del séptimo arte; El triunfo de la voluntad se mantiene, a pesar de su desasosegante mensaje, como un filme épico e impactante. Por su obra, Riefenstahl fue una de las mejores de su época. Su vida quedó marcada, tatuada hasta el hueso, por su amistad con Hitler. En estas memorias dedica no poco espacio a intentar justificar lo injustificable. Aun así, esquivando sus medias verdades, sigue siendo un personaje fascinante.  

George A. Romero, Cuando no quede sitio en el infierno (Luis Pérez Ochando, Akal, 12 €) El padre de cine de zombis (La noche de los muertos vivientes) ha tenido poco eco en nuestro país. Pérez Ochando nos acerca a él y a las claves de que se mantenga la fascinación por los resurrectos.

La dulce visión (Federico Fellini, Goffredo Foffi, Gianna Volpi Gallo  Nero, 11,40 €). Igual que Alfred Hitchcock con François Truffaut o, John Ford con Peter Bogdanovich, Federico Fellini también accedió, ya con edad avanzada, a una larga entrevista para repasar su obra y su vida.

El gran Gatsby (F. Scott Fitzgerald. Varias ediciones y precios). El reciente remake de Baz Luhrmann vuelve a poner ante los focos una de las obras supremas del escritor yanqui. Sigue siendo una obra maestra de la literatura del siglo XX. Sigue esperando un cineasta a su altura.

On the road (Jack Kerouac, Anagrama, 18,5 €) Con el mismo, agridulce, resultado que la adaptación de la obra anterior. La obra que lanzó al estrellato a Jack Kerouac ha sufrido el desgaste del tiempo en cuanto a su profundidad, pero mantiene vivo el atractivo estilo, algunos personajes y el retrato de la transición hacia el jazz moderno.

Viajes
El olor de la India. (Pier Paolo Pasolini, Peninsula, 16,70 €). Pasolini, tan polémico como creativo y sensible, nos ofrece las impresiones de su primer viaje al subcontinente asiático. Una (destacada) experiencia más sobre un país que nunca deja de fascinar por su complejidad y variedad.

Si hoy es jueves, esto es Tombuctú (Paco Nadal, El Pais Aguilar, 17 €) Curtido viajero y periodista, Nadal hace un breve alto para agrupar una selección de las mejores entradas de su blog. El título parafrasea una antigua comedia de cine para resumir su hiperactividad vital y profesional.

Pirineos en BTT. (Miguel Angel Acín, Fernando Lampre, Prames, 29 €). Si la travesía a pie está bien asentada entre los montañeros, cruzar del Mediterráneo al Cantábrico en bicicleta de montaña es una alternativa más novedosa e igual de atractiva. No se alcanzan grandes alturas pero se disfrutan los mejores valles y parques naturales.

Annapurna, primer ochomil. (Maurice Herzog, Desnivel 18,05 €). Última reedición de uno de los clásicos imprescindibles de la literatura alpina. Historia de una epopeya que por muy poco no acabó en tragedia. Su lectura, más de medio siglo después, sigue encogiendo el corazón.

Gastronomía
Cocina con cuatro ingredientes. (Mireia Font, Grijalbo, 17,90 €). Afectado el sector, como todos, por la coyuntura actual, Font propone regresar al sentido común de la sencillez sin renunciar a la experimentación. Doscientas variaciones culinarias con los cuatro ingredientes de toda la vida.
El secreto de la cocina japonesa (Ryoko Sekiguchi, Trea, 15 €) El subtítulo reza “Lo astringente y la comida fantasma”. El libro es un fundado estudio sobre secretos y fundamentos de la cocina nipona. La autora viene avalada por su doble currículo como poeta y ponente de talleres culinarios.

En taper (Ada Parellada, Salsa books 15,7 €) Otra oportunísima reedición. Comer en el trabajo (o los niños en el colegio) ha dejado de ser deprimente o denigrante. Parellada nos ofrece claves, trucos, para que no haya diferencia de gusto y contenido entre comida de recipiente estanco o la típica en vajilla.

Tragando sapos

Publicado en Diario de Mallorca el 29/5/13

EL EJERCICIO DEL PODER

Nacionalidad: Francia, 115 min. Director: Pierre Schoeller. Actores: Olivier Gourmet, Michel Blanc, Zabou Breitman, Laurent Stocker

Los tiempos que corren incitan a apuntar el periscopio hacia los políticos (In the loop,  De Nicolas a Sarkozy, Los idus de marzo). El ejercicio del poder es tan diáfana como su título es sobre el contenido. Con un tono realista y neutro, con sólo un par de recreaciones de sueños como licencias creativas, narra dos meses en la vida de un ministro galo. 

Comedido el continente, el contenido es muy creíble. El perfil del protagonista (Gourmet) da mucho juego: ni arribista ni elitista, un político de raza, hiperactivo, valiente aunque con exceso de sensibilidad social y limitados apoyos con la miríada de rasputines que trufan los pasillos de los ministerios. Su mano derecha (Blanc) sí tiene esa habilidad pero es demasiado pasivo. Una trama muy interesante es la del chófer interino, un parado de larga duración fichado como golpe de efecto y al que llega a unir un gran afecto. Un segundo drama al final del segundo acto muestra la montaña rusa en la que viven permanentemente los altos cargos. El retrato general que se hace de los profesionales de la política es, por desgracia, de sentido común y demoledor: se quejan del desprestigio creciente y los sapos que se deben tragar continuamente. Se intuye que en el fondo, muy en el fondo, subyace un sincero deseo de ayudar a los ciudadanos. Sin embargo el gremio se ha convertido en un estanque de tiburones, en los que prima la supervivencia sobre el bien común a largo plazo. El ejercicio del poder es un acertado y afilado retrato de los profesionales a los que (ingenuamente) confiamos que nos saquen del atolladero.

Entre lagos

Publicado en Diario de Mallorca el 27/5/13


THE TRIP

Nacionalidad: Reino Unido, 81 min. Director: Michael Winterbottom. Actores: Steve Coogan, Rob Brydon, Margo Stylley.

Dos actores ingleses (Coogan y Brydon), más conocidos en su país que en el continente, reciben el encargo de viajar al norte de Inglaterra (la fotogénica región conocida como el Distrito de los Lagos) para evaluar una serie de hoteles y restaurantes rurales. Durante el viaje ligan y/o echan de menos a sus parejas, disfrutan de los paisajes, sufren amagos de crisis de la mediana edad, reflexionan sobre la religión y matan el tiempo imitando a actores.

The trip es una adaptación de un programa televisivo, y sigue la estela de la divertida  Entre copas, de Alexander Payne. Sin embargo, tiene un doble freno para los espectadores españoles. Por un lado tanto los protagonistas como los lugares que visitan son poco conocidos fuera de Albión. Por otro el doblaje (con todo mi respeto por los profesionales que lo han realizado) cercena muchos gags del filme, basados en las imitaciones vocales de actores y personajes famosos como Michael Caine, Richard Burton – galeses, como Brydon- o James Bond. El donjuanismo de Coogan sufre similar tara: la recepcionista del primer hotel es danesa y meten la pata llamándola polaca, la fotógrafa es italiana; en ambos casos el doblaje impide identificar sus nacionalidades. Resumido: Aunque la película tiene cierto encanto por su naturalidad y los lugares visitados, es como si Andreu Buenafuente y Paco Leon se fueran de periplo gastroturístico por el Valle de Arán y el reportaje de ese viaje, trufado de anécdotas personales e imitaciones de actores gallegos o vascos se estrenara en otro país con doblaje local. ¿Se enterarían de algo los espectadores de ese país?

miércoles, 22 de mayo de 2013

Un amigo para siempre

Publicado en Diario de Mallorca el 21/5/13

KAUWBOY

Nacionalidad: Holanda, 81 min.  Director: Boudewijn Koole. Actores: Rick Lens, Loek Peters, Susan Radder

Un niño de diez años vive con su padre en una localidad rural holandesa y echa de menos a su madre. En un bosque cercano encuentra una cría de cuervo que se ha caído del nido y decide adoptarla. Como su padre no quiere animales ni plantas, lo esconde en una caja de fruta. En un libro de zoología lee que cuando se adopta una cría de esa especie la fidelidad será eterna. Sucedáneo de una madre que echa en falta, el chico  convierte al grajo en más que una mascota, incrementando la tensión con su ya desquiciado padre. 

El guión de Kauwboy tiene un recorrido corto pero bien desarrollado. Con una triquiñuela narrativa va desvelando poco a poco el meollo de la relación entre padre e hijo. Una trama secundaria, un brote de amor preadolescente con una vecina, refuerza la autenticidad de la película. La profesión de la madre (cantautora) es una concesión a la lagrimita fácil que también se perdona. Gran parte del filme se concentra en el extravertido e hiperactivo hijo y el introvertido y arisco padre. Los dos afrontan la adversidad de forma opuesta y a la vez muy reconocible, muy humana. El  realizador refuerza, con el tono y el ritmo, la naturalidad y cercanía del planteamiento. Sólo se permite un leve toque indie en la fotografía. Mantiene la luz natural sin filtros ni forzados, cierra mucho el zoom sobre el chico y se luce en planos acuáticos de la piscina local. Los tres actores principales, más el invitado especial, están soberbios. Película de engañoso bajo vuelo; modesto drama personal bien narrado y actuado.

¿Qué Gatsby?

Publicado en Diario de Mallorca el 20/5/13

EL GRAN GATSBY

Nacionalidad: Estados Unidos, 134 min. Director: Baz Luhrmann. Actores: Leonardo Di Caprio,  Carey Mulligan, Tobey Maguire, Joel Edgerton

Es lícito, lógico, encomiable, que los cineastas, como otros artistas, experimenten y busquen un estilo propio. La imagen de marca de Baz Luhrmann (Moulin Rouge, Romeo + Julieta) es un estilo rococó: cromatismo recargado, ritmo acelerado, cámara hiperactiva, actuaciones exageradas, música provocadora y emociones subrayadas.

¿Casa ese estilo con una novela como El gran Gatsby? La traslación del texto es (salvo el añadido de un terapeuta que no aporta nada) muy fiel. Sin embargo, para los puristas y admiradores de Scott Fitgerald el cineasta ha tomado unas decisiones que traicionan el espíritu de la novela. La principal es que todos los personajes parecen muy acartonados: Nick Carraway, el narrador, aparece en el libro como introvertido y escéptico; en la película parece bobo.  Daisy Buchanan, nebulosa. Tom Buchanan un bruto de barrio, no un magnate confiado y egoísta. Y el carisma de Jay Gatsby, por mucho que lo intenta Di Caprio, tampoco se acaba de apreciar. Además, los excesos del director (música ecléctica, ritmo infatigable, ambientación primorosa, abundancia de figurantes) distraen sobre el tema de fondo: la habilidad de los los viejos ricos para defender su territorio de los nuevos ricos cuando son todos lo mismo, un atajo de codiciosos. La trama amorosa que lo encubre es un astuto señuelo del escritor.

A uno le entra la duda de si Luhrmann se ha movido por interés divulgativo-comercial, acercar la obra de Fitzgerald al gran público con paramétros similares al Titanic de Cameron; o sólo personal, marcar en su currículo esa adaptación sin renunciar a su estilo. Como en otras películas suyas, El gran Gatsby entretiene sin llegar a conmover. Y de Fitzgerald, sólo un leve rastro.

domingo, 19 de mayo de 2013

Espasmos


Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 16/5/13



La audiencia del cine se desmorona. Las ventas de libros se despeñan. Los espectadores de teatro se esfuman. Los compradores de discos se volatilizan. Los políticos echan sal (subida de IVA, retirada de subvenciones, contracción de presupuestos) sobre la tierra quemada. El paisaje cultural es desolador. Huele a humo y azufre.

Esta es la impresión más generalizada sobre el estado de la cultura. La de un ente convulso, presa de espasmos. Impresión corroborada por hechos indubitados como el cierre de la distribuidora de cine independiente Alta Films,  el exponencial aumento de las devoluciones de libros o las deprimentes cifras de asistencia a cines o teatros. El fin de la cultura. El fin del mundo.

Un editor lo ha definido muy gráficamente: “En España se publican tantos títulos como en Alemania y se lee como en Zambia”. La frase es palmaria, pero trasluce una doble lectura, un universo paralelo. Se lee menos que nunca y se escribe más que nunca. Todos tenemos alguien cercano (un compañero de trabajo, la novia de un amigo) al que le ha dado por escribir una novela y nos consulta cómo sacarla adelante. La autoedición, física o digital, va ganando terreno. 

El olimpo de grandes estrellas musicales se va encogiendo pero la informática ha puesto al alcance de cualquiera programas gratuitos o casi para editar música sin pagar a un estudio o productor. En el cine los costes siguen siendo más elevados pero se sigue produciendo mucho. Fenecida Alta Films, nace Betta Pictures, con promotores diferentes pero la misma ilusión por ofrecer cine independiente.

Fuera de España está creciendo el recurso al crowdfunding, las pequeñas donaciones anónimas a cambio de mínimas recompensas (una camiseta, asistencia a pases previos del filme). No es jauja. Rob Thomas o Zach Braff han superado los dos millones de dólares para sus próximas películas a través de Kickstarter (www.kickstarter.com); otros no han alcanzado el mínimo autoimpuesto y se han visto obligados a devolver las donaciones. 

Tampoco son novedosos los saltos de un arte a otro. Se conoce bien la faceta musical de Alejandro Amenábar, la novelística de Manuel Gutiérrez Aragón o David Trueba o la alternancia música-pintura de Luis Eduardo Aute. Curioso es el experimento de Steven Soderbergh: Glue, una novela publicada en Twitter (sólo en inglés, recogida en http://storify.comjordanzakarin/steven-soderbergh-stwitter-novella).

Los espasmos de la cultura, como he afirmado arriba, son innegables. Lo que sí es cuestionable es si el paciente está en transito hacia el reino de los muertos o hacia una nueva reencarnación. Las nuevas tecnologías (Internet, los móviles inteligentes, los libros electrónicos o las tabletas) han dejado a la industria cultural como un pulpo con la cabeza vuelta. Los modelos de negocio han quedado obsoletos sin que haya alternativas claras, sólo palos de ciego y golpes de suerte. 

Y en la cúspide los más astutos, los intermediarios: Los operadores telefónicos silbando al cielo con el tema de la piratería mientras canalizan el tráfico. Google acaparando las búsquedas. Amazon fomentando que se cree a espuertas. Se lleva comisión (ergo beneficio) por una obra que vende dos millones de ejemplares y por mil obras que venden una docena. No distingue entre triunfadores y perdedores, está en otra liga.

Los damnificados son los que intentan vivir de la cultura, creadores y productores. La clase media, igual que en otros sectores, ha sido arrasada. Pero la ilusión, la vocación, sigue inmune a borrascas y mareas. Unos se rinden al primer revolcón, otros (por inconsciencia o masoquismo) lo siguen intentando y siguen tropezando. A unos pocos (50 sombras de Grey) les toca la lotería. El río está más revuelto que nunca. Y activo. Quedándose en la orilla de brazos cruzados no se pesca nada. 

Compuesto y sin équido


Publicado en Diario de Mallorca el 15/5/13

LA MULA

Nacionalidad: España, 100 min. Director: Anónimo. Actores: Mario Casas, María Valverde, Secun de la Rosa, Luis Callejo

Con polémica mediática por el desencuentro entre el director inicial, Michael Radford (El cartero y Pablo Neruda) y los productores, se estrena por fin la adaptación de la novela de Juan Eslava Galán, inspirada en las vivencias de su padre. Narra la vida de un modesto acemilero (cuidador de mulas, interpretado por Mario Casas) que, avanzada la Guerra Civil, encuentra un équido perdido y lo cuida con la esperanza de quedárselo si sobreviven ambos. También se enamora de la hija de una hostalera y vive un fugaz momento de gloria por una carambola propagandística.

La historia tiene un recorrido muy justito, todas las tramas son bastante previsibles y tienen un resabido barniz costumbrista. Sin embargo las anécdotas y los pequeños detalles son de gran autenticidad, y algunos gags (el del obispo) son divertidos. La modestia del personaje, su bondad, su cuasi analfabetismo, su falta de ambición, también son muy creíbles. En la realización hay extraños altibajos de definición fotográfica y la música es demasiado obvia. Los actores se adaptan con facilidad a sus personajes. Mario Casas, aunque algo inexpresivo, es un excelente actor. Muestra oficio en los trabajos más comerciales y crece en papeles exigentes como los de Grupo 7 o este. María Valverde y Secun de la Rosa cumplen haciendo de guapa y simpático. 
Flota en el aire la duda de si hubiera cambiado mucho o poco esta película de haberla finalizado Radford. Resumible como un cruce entre La vaquilla y Los santos inocentes, en un digno ejemplo más de los sinsabores de la guerra y las desigualdades sociales que había en España en la primera mitad del siglo XX.

lunes, 13 de mayo de 2013

Buscando un pasado, esquivando un futuro


Publicado en Diario de Mallorca el 12/5/13

EL IMPOSTOR

Nacionalidad: Estados Unidos, 99 min. Director: Burt Layton. Actores: Frederic Bourdin, Carey Gibson, Nancy Fisher

Si El impostor fuera una obra de ficción se habría tachado de fantasiosa e inverosímil. Un niño de doce años desaparece en un pueblo de Texas. Cuatro años y pico después un adolescente aparece en un pueblo andaluz y asegura ser ese desaparecido. El documental arranca en ese punto. Formalmente utiliza un recurso consolidado en el género: personajes reales hablando a cámara entrelazados con una recreación con actores de los momentos más destacados. El guión es impecable. Mientras narra el reencuentro familiar, mantiene un elevadísimo suspense al indicar las dudas que surgieron a varios investigadores del caso: si es el chico, ¿cómo llegó a España?; si no lo es, ¿quien/por qué intentan suplantarlo? Eso deriva en un suspense aún mayor hacia un doble pasado y un doble futuro. Mientras, retrata unas pulsiones psicológicas muy reconocibles: credulidad, huida hacia adelante, autoengaño, instinto de supervivencia, pretensión de cambiar la realidad tapándose los ojos... No imputables sólo al nivel social o la descohesión familiar de los protagonistas. El final es a la vez abierto, sórdido y agridulce.

El impostor se estrena a rebufo del éxito de Searching for Sugarman. Comparten ambas la sobria realización y unos guiones acertadísimos al dosificar la información sin llegar a la manipulación. Si las peripecias de Sixto Rodríguez son más emotivas y terminan en cuento de hadas, las de Frederic Bourdin y la familia Gibson son menos amables. Duras pero no insoportables, gracias a la habilidad del realizador por esquivar el tremendismo, por no prejuzgar a los personajes, por dejarles contar sus verdades y que el espectador saque, si quiere, sus propias conclusiones.

miércoles, 8 de mayo de 2013

La madre del hijo adoptivo


Publicado en Diario de Mallorca el 7/5/13

LA GRAN BODA

Nacionalidad: Estados Unidos, 89 min. Director: Justin Zacham. Actores: Robert De Niro, Diane Keaton, Katherine Heigel, Amanda Seyfried

Una pareja de jóvenes quieren casarse. El único obstáculo es que él es adoptado, de origen brasileño. Cuando la madre biológica anuncia su asistencia, los padres adoptantes Robert de Niro y Diane Keaton estaban divorciados, pero para no molestarla simulan que siguen casados y relegan a la amante de él (Susan Sarandon) a un segundo plano. 

La gran boda adapta una película francesa de Jean-Stephane Bron. La presencia de De Niro remite inmediatamente a Los padres de ella y Los padres de él. La premisa cómica es aquí mucho más endeble y desnaturalizada. En la película francesa el chico era de origen vietnamita; con el actual boom económico de Brasil cuesta creer que los ciudadanos de ese país sufran estigma social. El tratamiento del sexo es otro indicio de la ideología subyacente de los creadores. Es un quiero y no me atrevo; o un no quiero pero intento disimularlo. Un par de escenas con referencias (no imágenes) explícitas de sexo, y otras sobre el agnosticismo de la pareja joven hacen creer que el filme se alinea con la libertad sexual y religiosa. Sin embargo la mayoría de secuencias y el desenlace son claramente conservadores. Todos pasan al final por la vicaría, y la visión que ofrece de los brasileños es de pandereta: madre muy religiosa e hija voraz sexualmente. Como los personajes están muy estereotipados y sus aristas muy limadas, los diálogos son planos. Y la suma de ambas circunstancias ata las manos a los actores, por muy renombrados que sean. Sólo tiene un poco de chispa la escena del confesionario; el resto de la película oscila entre la leve sonrisa y el bostezo.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Canas para rato


Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 2/5/13 

PASEO DE RONDA

1.Los mercenarios recaudó, hace un par de años, 200 millones de euros; la segunda parte 242 millones. La pasada Semana Santa G.I. Joe, la venganza, se embolsó 42 millones en cuatro días; hace un docena de años la película Space cowboys recaudó 100 millones. ¿Qué tienen en común esas películas?

2. Echemos un vistazo a su reparto: Silvester Stallone, Clint Eastwood, Tommy Lee Jones, Mickey Rourke, Eric Roberts, Donald Sutherland, James Garner... ¿Y qué tienen en común esos actores? Más guarismos: 67, 80, 55, 61, 57, 77, 72. La edad de esos actores en el  estreno de las citadas películas. Dos últimas cifras: las películas en las que Clint Eastwood ha participado como actor suman una recaudación global de 1.800 millones de euros. Stallone le supera, con 3.400 millones. Y ninguno de los dos ha arrojado aún la toalla. Incluso el denostado Jean Claude Van Damme (62 años) acumula 1.300 millones.

3.Está claro que los espectadores, los adictos a las palomitas, no sólo no envejecen a su lado, sino que se van renovando generacionalmente. El de los  actores es más incierto. Con cierta regularidad los especialistas especulan sobre quien será el próximo Bruce, Silvester o Jean Claude. Suenan nombres como Sam Worthington (Avatar, Lucha de titantes) Gerard Butler (300), Jason Statham (el más jovencito de Los mercenarios) o Channing Tatum (el más jovencito de G.I. Joe) pero les falta un bull, se disuelven como azucarillos. No es extraño entonces que los productores apuesten en primer lugar por la tercera edad. Aunque no faltan los expertos que predicen que las películas de acción dentro de poco prescindirán de todos los actores, jóvenes o veteranos y los sustituirán por hiperrealistas recreaciones computerizadas. Sólo hay un problemita, y es que esos agoreros llevan décadas repicando la misma cantinela, y los espectadores siguen prefiriendo actores de carne y hueso, y varias películas de formato híbrido (Polar Express, Beawoulf, con actores muy transformados por la informática) no acabaron de cuajar en taquilla.

4.La guindilla es Arnold Schwarzenegger (66 años). Tras su claroscuracasinegra pose frente a la cámara (de representantes políticos californianos) vuelve a ponerse frente a la cámara (de cine). Ha estrenado este año El último desafío y tiene en marcha media docena de proyectos más (no todos llegarán a término, como es obvio) incluyendo la rumoreada quita parte de Terminator y la tercera de Conan. Los vejetes siguen vivitos, y coleando con ganas. 

5.Cambio final de tercio. El atlas de las nubes, a pesar de los preciosos paisajes isleños, ha cubierto gastos por los pelos. Amagado el presupuesto (una fuente lo cifra en 150 millones de dólares, otra en 100), ha recaudado 126 en todo el mundo, lo comido por lo servido. Mientras, Andy y Lana Wachowski han comenzado el rodaje de su próximo proyecto, Jupiter ascending. Anticipo del argumento: Jupiter Jones (Mila Kunis, El cisne negro) es una empleada de limpieza que malvive limpiando retretes. Hasta que un análisis genético revela que es descendiente de la Reina del Universo. Sin palabras...




La soledad del cómico


Publicado en Diario de Mallorca el 1/5/13

EL PAYASO

Nacionalidad: Brasil, 85 min. Director: Selton Mello. Actores: Selton Mello, Paulo José, Larissa Manoela, Giselle Mota

Con el aval del éxito cosechado en su país, El payaso narra la vida de un circo ambulante por el interior de Brasil y la crisis existencial de su protagonista, profesional de la risa igual que su padre, dueño a su vez del negocio. El espectador español asociará inmediatamente el argumento con el de El viaje a ninguna parte de Fernando Fernan-Gómez o la posterior Pájaros de papel de Emilio Aragón. 

Las tres inciden en un tono costumbrista, un deje nostálgico y un cañón de luz cerrado en las pequeñas acciones y tensiones del colectivo. Sin embargo la película brasileña evita discutibles referencias a tiempos pretéritos de las españolas y se limita a mostrar, con filtro casi antropológico pero nada frío, el sigiloso periplo del espectáculo, en formato de road movie pura. La fotografía está cuidada, remarca con sensibilidad las altas temperaturas imperantes y la monotonía del paisaje sin caer en precisosismos de videoclip. Y sorprenden algunos excelentes, aunque esporádicos, gags (la historia del gato sarnoso, la obsesión por las cabras de uno de los componentes del grupo). Los actores se muestran naturales y con sus divergentes físicos logran transmitir sensación de familia. Flojea la película, lástima, en el guión. La duración del filme es muy justa, incluye largas secuencias del espectáculo, amenas pero poco trascendentes dramáticamente; y la historia del protagonista se limita a una crisis vocacional muy básica, resumida con un refrán popular (el  gato bebe leche, el ratón come queso) y muy previsible. En conjunto, por su matizado exotismo, su modestia, su naturalidad y su ternura, El payaso deja buen sabor de boca.