jueves, 29 de diciembre de 2011

Cowboys

Publicado en Diario de Mallorca el 29/12/11

ROUTE IRISH

Nacionalidad: Reino Unido, 110 min. Director: Ken Loach
Actores: Mark Womack, Andrea Lowe, John Bishop

Un año menor que Woody Allen, Ken Loach está igualmente empeñado en estrenar una película al año, con sus inevitables altibajos. Tras la comedia ligera protagonizada por el futbolista Eric Cantona, el peleón cineasta inglés hurga ahora en el conflicto iraquí. Apunta al espinoso negocio de las contratas privadas. Halliburton o Blackwater son la punta de iceberg, bajo la cual se amparan una miríada de empresas de mayor o menor tamaño con idénticos fines: lucrarse y proteger a sus clientes sin el más mínimo respeto o sensibilidad hacia la población nativa. La excusa de que bajo cualquier turbante puede esconderse un terrorista ampara malos tratos y homicidios premeditados. 

Protagoniza la película un excombatiente, militar primero y mercenario después, que investiga la sospechosa muerte de su mejor amigo. El arranque tiene mucha fuerza, sin embargo el misterio se atisba demasiado pronto y la película deriva a un ojo por ojo, una venganza de cuatreros demasiado obvia. Da la impresión de que el guionista se ha documentado bien pero después no ha madurado con suficiente calma la historia. La trama principal termina mostrando vicios del cine de acción más hueco o el de denuncia más burdo; y la amorosa coquetea demasiado con el melodrama. Además se vuelve a sentir, como en El viento que agita la cebada, una malsana fascinación por la violencia. Las prisas y el izquierdismo militante vuelven a obnubilar a Ken Loach. Aún así sigue siendo uno de los mejores exponentes del cine denuncia, y Route Irish merece la atención porque, a pesar de que los países occidentales están abandonando la zona, los abusos apenas han sido reparados.

martes, 27 de diciembre de 2011

Persiguiendo sombras

Publicado en Diario de Mallorca el 27/12/11

EL TOPO

Nacionalidad: Reino Unido, Francia, Alemania, 128 min. Director: Tomas Alfredson. Actores: Gary Oldman, John Hurt, Colin Firth, Toby Jones, Mark Strong

Primera adaptación al cine de la novela de John Le Carré, tras la miniserie televisiva (protagonizada por un magistral Alec Guiness) de 1979. Le Carré, en una deliberada reacción contra la artificiosidad de James Bond y el aura de fascinantes y sofisticados canallas que se estaba adjudicando a los apodados '5 de Cambridge', ofrece una visión gélida, casi funcionarial, de los cargos medios del espionaje: Vanidades, rencillas, intereses amagados y desconfianzas que dejan vendidos a los agentes de campo, los que sí se juegan la vida ante el más eficiente y menos escrupuloso KGB. Para descubrir al infiltrado de los rusos, el protagonista (Smiley/Oldman) debe recurrir a la máxima discreción.

Esa búsqueda del topo está reflejada de forma impecable por Tomas Alfredson, apoyado en una fotografía que fuerza mucho los virados de color para dar el ambiente de época y en un elenco de grandes actores. Gary Oldman copia hasta las gafas de Alec Guiness logrando al mismo tiempo dar personalidad propia al hermético Smiley. Toby Jones, Ciaran Hinds o Colin Firth afinan también sus interpretaciones en el juego de espiarse  entre ellos y olvidarse del verdadero enemigo. Sin embargo los guionistas, en el doble esfuerzo de condensar las cuatrocientas páginas de la novela y mantener el misterio hasta el último momento sin golpes de efecto, abusan de la lentitud y caen en un exceso de complejidad: cuesta memorizar los nombres y seguir la implicación de cada personaje. El resultado, aún así, es positivo porque refleja con veracidad y mesura la degradación de los servicios secretos británicos tras la posguerra mundial. 

viernes, 23 de diciembre de 2011

Códigos por diamantes

Publicado en Diario de Mallorca el 22/12/11

MISIÓN IMPOSIBLE – PROTOCOLO FANTASMA

Nacionalidad: Estados Unidos, 133 min. Director: Brad Bird. Actores: Tom Cruise, Jeremy Renner, Paula Patton, Simon Pegg

Uno se pregunta, en primer lugar, qué hace el director de Los Increíbles o Ratatouille al frente de una película de acción pura y dura, para el público más palomitero. Al frente es un decir, porque el productor es a la vez el protagonista, alma mater del remake de la serie de los años sesenta. Películas como Protocolo fantasma obligan al cronista a hacer funambulismo analítico. ¿Se compara sólo con las de su género o con todas, sondeando su trascendencia? ¿Un suspense bastante o muy logrado compensa la previsibilidad y acartonamiento de los personajes?

Al tajo: Cruise, Bird y los guionistas Josh Applebaum y André Nemec han intentado la cuadratura del círculo: manteniendo las señas de identidad (la personalidad de Ethan Hunt, la pegadiza música de Michael Giaccino, y los espectaculares/inverosímiles efectos de acción) han pretendido añadir una capa de humor (las gracietas de Simon Pegg), un barniz Jason Bourne y un toque James Bond. Localizaciones variadas (Budapest, Moscú, Dubai, Mumbai), piruetas al límite como la trepada por el rascacielos más alto del mundo, persecuciones en coches futuristas y bases secretas en trenes de mercancías. El ritmo es trepidante y, junto con las dosis de variaciones del tema musical, logra el objetivo de camuflar la pobreza de las tramas sentimentales. La profusión de aparatos de tecnología punta acaba rebajándolos a sofisticados juguetes. En el reparto, Tom Cruise mantiene su estatus, Jeremy Renner comienza a desperdiciar su talento; Paula Patton brillaba más como modesta profesora (Precious) que como musculada espía. Misión imposible – Protocolo fantasma tiene una puesta en escena epatante, un ritmo vibrante y muy poquito más.

De ratones y hombrecitos

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 22/12/11

A falta del salto a la pantalla grande de Geronimo Stilton (sí está disponible, en DVD, la serie de animación protagonizada por el roedor detective), se confirma de todos modos la química entre mamíferos e infantes. Sin ir más lejos, en este último mes del año se estrenan, o han estrenado, Alvin y las ardillas 3 y Happy Feet 2. También sigue a la venta en DVD Ratatouille, la película de Pixar sobre el ratón devenido en maestro culinario.

Los motivos de la química citada son evidentes. Preston Sturges, destacado director de los años 50, proponía su decálogo para garantizar el éxito de una comedia: “Una chica guapa mejor que una fea / Una pierna mejor que un brazo / Un dormitorio mejor que un salón / Una llegada mejor que una partida / Un nacimiento mejor que una muerte / Una persecución mejor que una conversación / Un perro mejor que un paisaje / Un gatito mejor que un perro / Un bebé mejor que un gatito / Un beso mejor que un bebé / Y una caída mejor que todo lo demás.”

Como se ve, pequeños animales y pequeños hombres están en la zona destacada de la lista. Los niños, como bien sabemos, tienen una curiosidad insaciable, por la naturaleza más que por la civilización (con la excepcion de coches y aviones en el género masculino) y a la vez se sienten muy cohibidos por el mundo adulto, sobredimensionado en volumen, reglas y engorrosos deberes. Los adultos asociamos a ratones con suciedad y enfermedades, los niños los asocian con tamaño equivalente al suyo y vida. Comprenden que son un engranaje esencial del ecosistema mucho antes de conocer esas dos palabras. El ratón busca comida porque tiene hambre. Y si encima es inteligente y hace de su curiosidad una profesión, como Stilton o el pinche culinario Remy, el pequeño lector se lo pasa bomba. 

Ardillas y pinguinos son más afortunados. Gracias a los documentales, los parques zoológicos y la astucia de los fabricantes de juguetes es imposible no empatizar con ellos. Los sobredimensionados incisivos de la ratufa arboífera, su cola graciosamente erguida, su timidez parcial y el espídico castañeo al comer un fruto seco desarman hasta al más gélido adulto. Las aves polares atraen por su color níveo, su aire entre distraído y ensimismado, y sobre todo, por su patoso andar fuera del agua. Los guionistas de Alvin y Happy feet los idealizan y acercan aún más a los espectadores poniéndolos a cantar y bailar, otro truco de inmediato y pauloviano efecto.

La moraleja final no tiene sorpresa: todo lo que sea animar a los niños a conocer, respetar y disfrutar la naturaleza será bienvenido, sean más o menos flojos los guiones o la factura técnica de la obra literaria. Aunque temo que la naturaleza seguirá su curso y cuando sean mayores se subirán horrorizados a una silla cuando vean a un minúsculo roedor. Salvo que lleve gafas o un gorro de chef... 

lunes, 19 de diciembre de 2011

Bendita locura

Publicado en Diario de Mallorca el 19/12/11

THE ARTIST

Nacionalidad: Francia, Bélgica, 100 min. Director: Miche Hazanavicius Actores: Jean Dujardin, Berenice Bejo, John  Goodman, James Cromwell, Uggi

Hollywood, 1927. George Valentin (Jean Dujardin) es una estrella de cine mudo en cuya vida se cruza una bella figurante (Berenice Bejo). La llegada del cine sonoro supondrá el descenso de uno y el ascenso de la otra. El argumento de The artist es esquemático, plano; y tiene un magistral, insuperable, precedente, El crepúsculo de los dioses de Billy Wilder. Michel Hazanavicius (OS 117 El Cairo, nido de espías y Perdido en Río) apuesta al todo o nada: película muda en blanco y negro.  

Acierta por su inteligencia y (suena a tópico pero es la pura verdad) amor al cine. El libreto compensa previsibilidad con varios gags muy buenos (el galán de noche, la pesadilla, el forillo medio levantado). La recreación de Hollywood en los años 20 es impecable. La fotografía evita toscos claroscuros para no despistar. La música, variada e infatigable, actúa como perfecto señuelo de la falta de diálogos. La pareja de protagonistas se sale. Hay química absoluta entre ellos y con la cámara. Dujardin (OSS 117) se muestra algo tieso en la parte dramática y excelso en la mímica y el baile. Bejo, con idénticas aptitudes, embelesa. Los secundarios echan el resto: John Goodman (Los Picapiedra, El gran Lebowski) James Cromwell (Babe el cerdito valiente, L.A. Confidencial), Malcom McDowell (La naranja mecánica) o el perrito Jack Rusell (Frasier).

Entrado el siglo XXI, en plena era de streamings, playstations, ipads y youtubes. Hazanavicius retrocede al pleistoceno del séptimo arte con una propuesta de ciego o chiflado. Y a pesar del irregular guión logra, gracias a gags puntuales, ambientación, reparto y música soberbios, dejar al espectador boquiabierto durante cien minutos. Deliciosa.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Misión incumplida

Publicado en Diario de Mallorca el 15/12/11

ARTHUR CHRISTMAS, OPERACION REGALO 

Nacionalidad: Estados Unidos, 97 min. Director: Sarah Smith. Actores: (animación)

Grata sorpresa ver a una mujer dirigiendo una producción de generoso presupuesto. Como coguionista y directora, Sarah Smith recurre a un “¿Y si...?” de libro. Los puntos suspensivos se refieren a cómo logra Papá Noel entregar millones de regalos en una sola noche y cómo es la presunta familia del hombre del albornoz rojo. Sobre eso, con implicita complicidad de la audiencia adulta, se construye una fantasía con una meganave espacial con forma de trineo, un ejército de elfos segregado en embaladores, supervisores y GEOs, un abuelete (el padre de Papá Noel) chocheante, una plácida esposa, y dos hijos de caracteres opuestos, uno marcial y resolutivo, el otro (Arthur, el protagonista) buenazo, inseguro y despistado. Por un error accidental se pierde un regalo antes de su envío, provocando una crisis organizativa y familiar.  

Siendo un planteamiento correcto, simpático, no llega a provocar carcajadas. El perfil del protagonista está demasiado visto; la insensibilidad de su hermano y su padre, bastante forzadas. La película sólo levanta el vuelo en la segunda mitad, con el abuelo desatado, el perrillo enamorado de una pantufla o los animales africanos levitando en el aire. Para los adultos, más que gags hay guiños nostálgicos; a los peques se les escaparán referencias históricas o tecnológicas, pero se divertirán con el repertorio de animales (perritos, osos, leones, alces) los ubicuos elfos, las patosadas de Arthur o los frenéticos viajes por la estratosfera. La animación no desentona. A falta de un puñado más de estrenos, Arthur Christmas cumple su doble objetivo de entretener y mantener vivo el señuelo (corrijo, la tradición) de Papá Noel. 

jueves, 8 de diciembre de 2011

Azuloscurobastantenegro

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 8/12/11

(PASEO DE RONDA)

1. “Hola, soy Steven!” Seguro que no fue un diálogo tan cutre, seguro que se limitó a un “Hola, qué tal” cuando Albert Espinosa, autor de la serie de TV3 Polseres Vermelles y Pau Freixas, director, viajaron a la sede de Dreamworks por negociar la adaptación de la serie en Estados Unidos. La fraternidad de chicos internos en un hospital tiene los ingredientes que han marcado buena parte de la exitosa obra de Spielberg: juventud, drama, lucha por salir adelante, empatía irresistible de los espectadores. Se baraja además que Martha Kauffman, creadora de Friends se involucre en el proyecto. Si se firma el acuerdo (esperemos que sí) se habrá plantado otra pica en Hollywood.

2. Mayúsculos regalos. Si estas navidades quiere tirar la casa por la ventana con sus amigos (o encerrarse para evitar que intervenidos banqueros intervengan sorpresivamente en ella) aquí van tres antológicas sugerencias: La serie completa de Perdidos (36-38 discos) cuesta 90 € en DVD y 140€ en BluRay; The Wire (24 discos) 70€; Los Soprano (32 discos) 75€. Precios aproximados, obtenidos de una batida rápida por la red. En un extraño limbo está Boardwalk Empire, la alabada serie sobre corruptelas mafiosas en Atlantic City. Esperemos que los distribuidores tengan el navideño detalle de sacarla en señaladas fechas.

3. Los más agoreros del gremio cinematográfico temen que el cambio de color del gobierno se lleve a muchos de ellos por delante. Los que participaron en la asonada de los Goyas contra la guerra de Irak seguro que han puesto sus barbas a remojar. No se espera una caza de brujas clásica, macarthysta, pero sí un estrangulamiento financiero, el más doloroso (subvenciones y financiación televisiva). La cultura escarrufa a los conservadores porque, desde siglos ha, ha sido contestataria. Esté la suerte echada o no, hay voces discordantes, como la de Gonzalo Martin (http://gonzalomartin.tv/pulsiones). Aboga por dejar de obsesionarnos con las subvenciones, admitir que sin ellas es muy difícil pero no imposible hacer  películas, madurar bien los proyectos, los guiones, las financiaciones. Una cosa está clara, los jóvenes del nuevo baby boom eran el público mayoritario en los cines de hace poco más de una década. Internet les abrió una ventana a la dispersión, el p2p les regaló barra libre de películas y series codificadas. En la actualidad pasan la mayor parte del tiempo libre tuiteando, whatsappeando o con la Wii. Atraerlos de nuevo a las salas de cine es un un propósito titánico; más que subvenciones hace falta una nueva generación de productores, guionistas y directores capaces de conectar con ellos. Es fácil vocear desde la barrera, lo sé, pero uno que está todo el día en el cine ve que el cine español sigue erre que erre, repitiendo fórmulas que funcionaron hace eones o dando palos de ciego.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

La guerra no ha terminado

Publicado en Diario de Mallorca el 7/12/11

LA CONSPIRACION

Nacionalidad: Estados Unidos, 122 min. Director: Robert Redford. Actores: James McAvoy, Robin Wright, Kevin Kline, Tom Wilkinson

En su desigual carrera como director, Robert Redford hinca el diente a un drama político-judicial muy de su tierra. La conspiración trata el magnicidio de Abraham Lincoln y el juicio marcial de de los primeros detenidos, focalizado en la única mujer del supuesto grupo de conspiradores, Mary Surratt (Robin Wright) y el abogado que intentó salvarla de la horca (James McAvoy). El guión plantea razonablemente bien los claroscuros de ese proceso: aunque los sureños se habían rendido formalmente, su odio hacia los unionistas no había menguado. Por ello el ministro de defensa (Kevin Kline) consideraba que el fallo judicial debía ser rápido y ejemplar, aunque se vulneraran garantías legales y constitucionales. Se infiere de ahí que los miembros del jurado se pusieron a la misma altura que los magnicidas; y se esboza el inicio de la utilización del miedo colectivo como arma gubernamental, táctica usada y abusada hasta ahora por los dirigentes estadounidenses. 

El relato, la dimensión histórica, están bien reflejados. Sin embargo tanto los personajes, todos, como las tramas personales están muy constreñidos. Los roles de cada uno son evidentes desde el primer momento: el ministro desalmado, el juez y el fiscal serviles, el senador colaborativo pero escéptico (Wilkinson), el abogado concienciado y perseverante, y la acusada obcecada en proteger a su evadido hijo aún a costa de pagar con su vida. Con personajes tan encasillados y motivaciones tan subrayadas, los actores sólo pueden tirar de oficio, sin aportar un brillo o una hondura adicionales. La dirección de Robert Redford tampoco da ni un pequeño salto adelante, resultando un drama judicial correcto, ameno y previsible.

Lagrimas vehementes

Publicado en Diario de Mallorca el 5/12/11

JANE EYRE

Nacionalidad: Reino Unido, 121 min. Director: Cary Fukunaga. Actores: Mia Wasikowska, Michael Fassbender, Judi Dench, Amelia Clarkson

Sumando pantalla grande y pequeña, el clásico de Charlotte Brontë llevaba casi treinta adaptaciones, incluyendo una con guión de Aldous Huxley y protagonismo de Orson Welles o la de Franco Zefirelli de hace poco más de una década. La pregunta era automática: ¿se podía aportar algo nuevo? Tanto la guionista Moira Buffini (Tamara Drewe) como el director Cary Fukunaga (Sin nombre) habían mostrado cierta bisoñez. 

Buffini recupera la orientación gótica del filme de Stevenson/Welles. Los temas de fondo se mantienen: el yugo del puritanismo, las barreras de clase social, la necesidad del cariño familiar, el feminismo incipiente de ella o la búsqueda de expiación de él. La guionista aporta unos efectivos saltos temporales y mantiene los memorables diálogos de Brontë. Fukunaga, por su parte, muestra una inesperada madurez en la dirección: encuentra el ritmo justo que requiere el drama. Acierta también con la ambientación y la fotografía, no abusa de meteorologías sombrías o apasteladas claridades. En interiores dibuja efectos muy naturales iluminando muchas escenas sólo con cirios. Y logra, en planos como el que ubica la cámara tras el cuello de la protagonista, que el espectador se meta totalmente en su piel. La dirección de actores es otro diez. Mia Wasikowska aporta mucho más que un aniñado rostro y borda su papel, afinando miradas o leves gestos sin la más mínima sobreactuación. Michael Fassbender, galan ubicuo últimamente, tampoco abusa de su palmito o sus ojos claros y transmite, con similar contención, dudas, dureza y pasión. Mención especial a Judi Dench o la joven Amelia Clarkson. Jane Eyre mantiene viva la llama del clásico con renovado, y agradecido, poderío.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Don Juan Mimozo

Publicado en Diario de Mallorca el 30/11/11

EL GATO CON BOTAS

Nacionalidad: Estados Unidos, 90 min. Director: Chris Miller. Actores: (animación)

Anticipando el agotamiento de la franquicia Shrek, los productores y animadores de Dreamworks eligieron como protagonista de un spin-off al gato con botas, cuyo breve papel (y el doblaje de Antonio Banderas) fueron alabados. El argumento mantiene un mínimo vínculo con el creador original (Perrault en el siglo XVII) al juntarlo con otros dos personajes de la misma selección de cuentos, el huevo Humpty Dumpty y Mamá Ganso. A partir de ahí se aparta a Perrault y se vira hacia el spaguetti-western, con alguna referencia a El Zorro (personaje interpretado en su momento por Banderas). Se completa el elenco con un matrimonio de forzudos y toscos bandidos (Jack y Jill) que compiten con el protagonista por obtener las alubias mágicas y acceder a los huevos de oro; y la felina Kitty Garrassuaves (voz de Salma Hayek). Con ella y con el huevo parlante, el enbotado minino tendrá una relación de agitados altibajos.

La animación computerizada es de gran nivel, aunque las recreaciones del desierto no están tan trabajadas como en Rango. Destaca más por el vivo guión, que explota muy bien el carisma, la simpática chulería, del gato (reforzada por los ceceos y el gran acting de voz de Banderas), la dicotomía bondad-maldad de Humpty y la tensión amorosa entre los dos felinos, con algunos diálogos muy finos y divertidos al mismo tiempo. No faltan numeritos musicales y escenas claramente concebidas para el videojuego. Como ocurrió con Shrek, Dreamworks no ha pretendido igualar la originalidad de las películas de Pixar, pero ha encontrado un camino propio para entretener por igual a niños y mayores.

martes, 29 de noviembre de 2011

Gajes del oficio

Publicado en Diario de Mallorca el 29/11/11

UN METODO PELIGROSO

Nacionalidad: Canadá, 99 min. Director: David Cronenberg. Actores: Michael Fassbender, Keira Knightley, Viggo Mortenensen

Desde La mosca, David Cronenberg ha buscado, con mayor o menor fortuna, historias desasosegantes. En los últimos años se ha adocenado y cuajado al mismo tiempo. Un método peligroso narra los comienzos del psicoanálisis, la relación profesional entre Carl Jung y Sigmund Freud y la interposición entre ellos de una paciente, Sabrina Spielrein que pasó de paciente a doctora.

Mirando el cartel (el ticket, como dicen los americanos), el cineasta canadiense se ha rodeado de pesos pesados: el dramaturgo Christopher Hampton es un especialista en dramas históricos (Las amistades peligrosas, Mary Reilly, Expiación). Los actores principales intentan que anteriores participaciones en películas muy taquilleras (Michael Fassbender en X-Men, Keira Knightley en Piratas del Caribe, Viggo Mortensen en El señor de los anillos) no ensombrezcan su talento. Los tres lo confirman, por si alguien tuviera alguna duda, salvo en el exagerado (quizás verídico) arranque de Knightley. Y sin embargo, a la película le falta un punto de grandeza. 

El tema está muy bien tratado, muestra con fidelidad los logros, dudas, celos y pasiones que generó el incipiente psicoanálisis. Y si era, es, ético, saltarse o rodear la barrera entre médico y paciente, cómo la profunda relación intelectual que se establece entre ellos acaba no pocas veces derivando en algo más que amistad. A pesar de ello Cronenberg no ha logrado evitar, con montaje o fotografía, que en varios momentos se evidencie el origen teatral del guión. Libreto que además excluye, de modo cuestionable, la adicción a las sustancias químicas de Freud. El resultado es un drama histórico interesante, muy bien interpretado, y algo frio.

jueves, 24 de noviembre de 2011

¡Leche! Por favor

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 24/11/11

(PASEO DE RONDA)

Con la instalación de las luces y guirnaldas callejeras en nuestras calles se da el pistoletazo de los estrenos navideños.

1.Palomitas dulces. Mañana se estrena un madrugador y divertido Gato con botas. Spin off (secuela de una obra en la que un secundario pasa a protagonista) de Shrek, en Estados Unidos le puso voz, y en España rostro promocional Antonio Banderas. Arranque del trailer: Un saloon trufado de malandros, dos zarpas felinas trepan por la barra y se escucha un chulesco “¡Leche! por favor”. Buenas críticas allende el charco, o sea que los sufridos padres sufrirán poco por una vez. En diciembre llega la avalancha de secuelas y tresdés: Happy feet 2, Alvin y las ardillas 3, El rey león (la misma de 1994) reformateada al 3D, Cascanueces 3D y comedias blandas como Arthur Christmas, Operación regalo. La industria española intentará arañar unos euros con Copito de nieve, ficción sobre el añorado gorila albino del zoo condal.

2. Palomitas saladas. Tom Cruise asalta por cuarta vez nuestros escuálidos bolsillos con la idem entrega de Misión Imposible, protocolo fantasma. Huele (chiste fácil, disculpas) a nueva fantasmada del polémico actor. La historia es una enésima reiteración del síndrome Bourne, espía infiltrado en territorio enemigo perseguido por enemigos y abandonado a su suerte por los supuestos amigos. Menos vituperada pero a la vez poco alabada es la recreación del magnicidio de Abraham Lincoln dirigida por Robert Redford, La conspiración. Reparto de alto vuelo (Robin Wright, Tom Wilkinson, Kevin Kline, James McAvoy) que no logra levantar un premioso y desparovechado guión. Merecerá aún así el beneficio de la duda, ergo ser vista.

3. Caviar. Aunque lo mejor del año viene entre enero y febrero, poco antes y después de los Oscars, en Navidad se anuncian tres estrenos que prometen. Drive, de Nicolas Winding retoma un género infrecuentado, las road  movies urbanas, y que sin embargo ha regalado un puñado de obras maestras (Taxi driver, The driver, El silencio de un hombre); Ryan Gosling (Half Nelson) apunta una vez más a premio, secundado por Carey Mulligan (An education, Wall Street II). Jane Eyre, de Cary Fukunaga, es una soberbia adaptación del clásico con alabadísima interpretación de Mia Wasikowska (Los chicos están bien). The artist, de Michel Hazanavizius, es una estilizada y embriagante recreación de las películas mudas en blanco y negro. Encandilan ante la cámara Jean Dujardin y Bitsie Tulloch.

martes, 22 de noviembre de 2011

50 ladrillos

Publicado en Diario de Mallorca el 23/11/11

PANICO EN LA GRANJA

Nacionalidad: Bélgica, 75 min. Director: Stephane Aubier, Vincent Patar
Actores: (animación)

La película de la semana, sin lugar a dudas, es Un dios salvaje, de Polanski. Como alternativas más populistas están la romántica y anémica cuarta entrega de la saga Crepúsculo (Amanecer), y la testosterona de Asesinos de élite (no confundir con la brasileña Tropa de élite), acción hueca con la inexplicable presencia de Robert de Niro y Clive Owen. Los espectadores que busquen un cine diferente, original, fresco, tienen una joyita belga en formato de animación.

Los protagonistas de Pánico en la granja son muñecos de plastilina con peana, como los de los belenes navideños. En una pedanía rural vive una familia de granjeros, un guarda fronterizo y una casa de solteros compuesta por un caballo, un vaquero y un indio. Ante el inminente cumpleaños del équido, el indio encarga por Internet cincuenta ladrillos para construir una barbacoa, pero un despiste provoca que traigan cincuenta mil millones, y esa cantidad desmesurada provoca a su vez una cadena de aventuras. El inicio es un tanto plano y pueril; con la llegada de los ladrillos, la acción se dispara y se desmadra, en un gozoso 'vale todo' más cercano a Julio Verne y Jacques Tati que a Toy Story. Al encanto de los muñequitos caminando a trompicones, las llamas de cartulina y pegamento Imedio y la nieve de porexpan se suma una tramita amorosa entre el caballo y una yegua profesora de música, y unos graciosos seres anfibios. Gags de aroma clásico con irreverentes toques modernos. Película artesanal, modestísima, antítesis del 3D y el perfeccionismo impostado del Tintin de Spielberg. Canto a la anarquía, creatividad en estado puro, sonrisa garantizada. 

domingo, 20 de noviembre de 2011

Peleas de niños

Publicado en Diario de Mallorca el 21/11/11

UN DIOS SALVAJE

Nacionalidad: Francia, Alemania, Polonia, 80 min. Director: Roman Polanski. Actores:  Kate Winslet, Jodie Foster, Cristoph Waltz, John C. Reilly

Por terapia o rabia,  Polanski sigue conjurando sus fantasmas judiciales con un agradecido rebrote creativo. En Un dios salvaje filma una premiadísima obra de teatro de la escritora francesa Yasmina Reza. El planteamiento no puede ser más simple: Dos niños se pelean en un parque, los padres se reúnen para calmar las aguas y acaban tirándose los trastos a la cabeza. Todo, excepto las secuencias inicial y final, ocurre en el reducido espacio de la vivienda de la pareja Foster/Reilly. Las tramas secundarias van por vía telefónica, el jaleo de Waltz con la farmacéutica a la que defiende y el baboseo de Reilly con su madre. La única y mínima acción es provocada por una sonada indisposición gástrica de Winslet y el exasperante telefonillo de Waltz. 

En la película se aprecia la principal debilidad de la obra original: En la vida real, ese encuentro hubiera durado diez minutos o se habría escalonado en un par de visitas posteriores; se fuerza bastante la presencia de Winslet/Waltz. Indultado eso, es un hilarante psicodrama, con los personajes abriéndose y cerrándose, uniéndose y separándose en sucesivas combinaciones y cambios de ánimo, mostrando lo (poco) bueno y lo peor de sí mismos. Los actores están a la altura de sus currículos, entre ellos suman cuatro Oscars y ocho nominaciones. Polanski, por su parte, esquiva comparaciones con Woody Allen gracias al buen movimiento de cámaras de Pawel Edelman, el diseño de producción de Dean Tavoularis (El Padrino II y III, Apocalypse now) y la alegre música de Alexandre Desplat. Bajo su divertida simplicidad, Un dios salvaje esconde, como el mejor cine de Polanski, una potente carga de profundidad. 

jueves, 17 de noviembre de 2011

¿Que haría Azcona?

Publicado en Diario de Mallorca el 16/11/11

CINCO METROS CUADRADOS

Nacionalidad: España, 84 min. Director: Max Lemcke. Actores: Fernando Tejero, Malena Alterio, Emilio Gutierrez Caba, Jorge Bosch

Ganadora de los premios más destacados del último Festival de Málaga (el principal referente del cine español previo a su estreno), Cinco metros cuadrados retrata el pinchazo de la burbuja inmobiliaria española. El argumento es muy real. Combina los tejemanejes de un promotor inmobiliario (Gutiérrez Caba) con un corruptible político local (Manuel Morón) y los de una pareja de prometidos (Tejera y Alterio) que se dejan embaucar y terminan siendo estafados.  Las dos primeras secuencias son soberbias, con diálogos crudos y sutiles al mismo tiempo. Después comienzan las imprecisiones, saltos temporales abruptos, acción dispersa en varios ramales (las protestas de los engañados, las tensiones con los suegros) y detalles poco creíbles (que se vayan a un hotel cuando tienen dos sueldos) o mal explicados (qué ocurre con la hipoteca y las cuotas del banco). Problema adicional de tono: tanto la trama de los corruptos como el casting de Tejero y Alterio apuntan a una comedia; y la película acaba justo al contrario, con Tejero luchando a la desesperada como un quijotillo atolondrado.

En la cocina (metafóricamente hablando) de la serie televisiva The Wire, cuando el equipo de guionistas se atascaba, David Simon (creador-director-productor) alzaba la voz “¿Qué haría Shakespeare?” Con Cinco metros cuadrados me ha quedado el regusto de que no se le ha sacado toda la sangre, la bilis que ofrece el argumento. Azcona y Ferreri bordaron una tragicomedia (El pisito) hace cincuenta años; Lemcke se queda en una buen drama con leve tintura de comedia. Aún así es una película destacable por la actualidad  del tema y las excelentes actuaciones.

lunes, 14 de noviembre de 2011

¿Fue o no fue?

Publicado en Diario de Mallorca el 14/11/11

ANONIMUS

Nacionalidad: Estados Unidos, 130 min. Director: Roland Emmerich. Actores: Rys Ifhans, Vanessa Redgrave, David Thewliss, Edward Hogg

La vida de Shakespeare mantiene zonas brumosas. Es normal teniendo en cuenta que han pasado cinco siglos y la documentación de esa época es bastante limitada, como resume Bill Bryson en su amena biografía. Sin embargo, a algunos les ha dado por convertir los jirones de niebla en agujeros negros. El guionista John Orloff, firmante de la rigurosa Un corazón invencible, y Roland Emmerich, director de sonados  taquillazos, se apuntan a la teoría de que el verdadero autor fue el Conde de Oxford, amante de la reina y enfrentado con los maquiavélicos Cecil padre e hijo, y Shakespeare su marioneta.

Sin entrar en el fondo, la película es de una factura excelente: ambientación, vestuario, fotografía e integración de exteriores o interiores reales con imágenes computerizadas es impecable. En el reparto destacan Ifhans, Vanessa Redgrave, su hija Joely Richardson y Edward Hogg. El guión tiene buen ritmo, es ambicioso y también algo confuso, porque desarrolla una compleja trama de intrigas palaciegas saltando entre tres períodos temporales con actores cambiantes según la edad de los personajes.

Como ficción histórica, con hechura de novela superventas, Anonimus es más que entretenida. El problema (lo corroboran prólogo y epílogo) es que Emmerich se la toma en serio. En vez de un divertimento desinhibido, como Shakespeare in love, intenta vendernos un cúmulo de maniqueísmos (la bondad y sensibilidad del Duque de Oxford frente a la perfidia de los Cecil), exageraciones (muestra al verdadero Shakespeare como un bufoncete) y tinturas de culebrón (el incesto real). Planteamiento que atenta contra la inteligencia, sensibilidad y finura narrativa que mostró Shakespeare (fuera quien fuera) en sus obras.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Ni comen ni dejan leer

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 10/11/11

(PASEO DE RONDA)

1. Aspiró al Oscar al mejor documental en la última edición. Ya está disponible en DVD Exit through the gift shop. Desde su celosísimo anonimato, el artista callejero Banksy narra la meteórica carrera de un espabilado francés (Thierry Guetta/Brainwash) que pasó de vender ropa de segunda mano a filmar las travesuras de los grafiteros y acabar forrándose con remakes de Andy Warhol. Entre la película y el material extra hay interesantísimas reflexiones sobre el cómo y el para qué del arte callejero, sus pulsiones entre la militancia social más o menos sincera y el mercantilismo peor o mejor asumido; los atajos y los callejones sin salida, los purismos y los celos. Y deja en el aire muchas preguntas: ¿Es, debe ser siempre, un arte espontáneo y delimitado? ¿Es evitable dejarse englobar/engullir por la apisonadora del mercadeo? ¿Donde está la frontera entre la ocurrencia y el talento?

2. Fue el hombre más temido durante medio siglo en Estados Unidos. Con los poderes y la información que recopilaba sin el menor remordimiento desde su poltrona del FBI J. Edgar Hoover tuvo agarrado a su país, desde el presidente hasta el último sintecho, por los mismísimos ejem! durante cinco décadas. Tanto, que Roosevelt recurrió a la metáfora de la tienda de campaña para justificar su permanencia (“Es mejor tenerlo dentro orinando hacia fuera, que fuera orinando hacia adentro”). Muerto en 1972, ha recibido palmadas y bofetadas en casi dos decenas de películas, desde Bananas de Woody Allen hasta J. Edgar, de inminente estreno. Clint Eastwood (¿quien si no?) narra el secreto a voces más extendido, su homosexualidad y la más que sospechosa relación con su ayudante Clyde Tolson. 

3. Lo ilustraré con un ejemplo: La nave de los muertos, la primera obra maestra de B. Traven, cuesta en su edición española 22 €. En Amazon USA vale 7 € nuevo o 3 € usado en decente estado. En Amazon Inglaterra cuesta 10 € nuevo. Los gastos de envío son gratis o mínimos; las entregas, 3-4 días cuando el paquete viene del Reino Unido y unos diez cuando cruza el Atlántico. Es cierto que Amazon impone unas condiciones draconianas a los editores, pero también que es el mayor escaparate del mundo. Para las ratas de biblioteca, ha montado una red asociada de librerías de segunda mano que permite obtener libros descatalogados hace millardos de años a precios ridículos. En nuestro país los editores y libreros siguen empanados, dontancredizados, hamletizados mientras el suelo (no el de El Hierro) tremola a sus pies. Publican más que nunca con tiradas más bajas que nunca, ocultando las cifras de sus despropósitos y agarrándose al precio fijo cuando crisis y iPads dispersan a un creciente número de fieles. Sus reticiencias contra Amazon España suenan a música del Titanic.

El Robin Hood de los porteros

Publicado en Diario de Mallorca el 10/11/11

UN GOLPE DE ALTURA

Nacionalidad: Estados Unidos, 99 min. Director: Brett Rattner. Actores: Ben Stiller, Eddie Murphy, Alan Alda, Téa Leone

Abierta la veda, todos se apuntan a la cacería. Si la interesante Margin Call recrea la crisis de Lehman Brothers, Un golpe de altura apunta al financiero Bernard Madoff (con nombre cambiado e interpretado por Alan Alda). La historia enfoca al personal del lujoso edificio de apartamentos en el que vive. Todos le han confiado sus ahorros; cuando agentes del FBI lo detienen, el gerente del inmueble (Stiller) y un delincuente de su barrio (Murphy) ensamblan una estrambótica cuadrilla para localizar y apropiarse de una importante suma presumiblemente escondida en el piso. 

Con Ben Stiller y Eddie Murphy en cabeza de cartel y un director todoterreno (Brett Rattner, Hora Punta, X-Men Decisión final) queda patente que será una película comercial. Los emuladores de Robin Hood son buena gente con pequeñas debilidades, o delincuentes simpáticos. Todos muy reconocibles, demasiado, y con las aristas tan redondeadas que se pierde mucho potencial dramático. Por ello, como ocurre en tantos filmes similares, el humor se acaba fiando a forzados golpes de efecto, como el Ferrari de época  golgado del ático del edificio o empotrado en el hueco del ascensor. Y eso es lo más gracioso de la película, porque el arranque es largo y anodino. Apoyan a los protagonistas, sin ninguna mención especial, Matthew Broderick, Gabourey Sidibe (Precious), Casey Affleck o Michael Peña.

Un golpe de altura vuela más bajo que su título por falta de mordiente. La crítica a los  financieros que tienen al planeta en vilo queda taimada por la falta de puyas realmente divertidas e hirientes; y por el recurso a personajes estereotipados y situaciones demasiado inverosímiles. Entretenida, a secas.

domingo, 6 de noviembre de 2011

El planeta azul de Escorpio

Publicado en Diario de Mallorca el 6/11/11

MELANCOLÍA

Nacionalidad: Dinamarca, 135 min. Director: Lars von Trier. Actores:  Kirsten Dunst, Charlotte Gainsbourg, Kiefer Sutherland, John Hurt

Los cineastas, humanos ellos, tampoco se resisten a las modas. Lars von Trier se apunta a la cosmología y la ciencia ficción 'blanda', la que soslaya el rigor científico y utiliza el futuro como escenario para poner a los personajes en situaciones atípicas. Ejemplos inmediatos son El árbol de la vida o Another Earth

Melancolia tiene dos capítulos. En el primero se desarrolla una suntuosa boda en la que la protagonista (Justine/Kirsten Dunst) sufre una crisis existencial que le produce una profunda tristeza. Poco a poco comprende que está relacionada con el acercamiento de un planeta llamado justamente Melancolía. En el segundo capítulo se reúne con su hermana (Charlotte Gainsburg), su cuñado (Kiefer Sutherland) y su sobrino, y juntos afrontan a la duda de si el planeta foráneo variará su rumbo o acabará colisionando contra la Tierra. El prólogo (y desenlace a la vez) es cine de altísimo voltaje, planos oníricos en cámara superlenta con el Tristán e Isolda de Wagner de fondo. La primera parte narra con extremada finura la crisis de la chica, silencios, comportamientos erráticos y las miradas de Dunst que le valieron un merecido premio en Cannes. John Hurt y Charlotte Rampling le dan una simpática réplica. La segunda parte tiene un punto de El ángel exterminador, de Buñuel, sólo que a cielo abierto. Los personajes enfrentándose a sus fantasmas interiores desde un entorno idílico. Dunst pasa a segundo plano, Gainsbourg y Sutherland están bastante, demasiado quizás, comedidos.

Melancolía es una película menos extrema que la anterior, Anticristo, pero sin que Von Trier renuncie a su peculiar visión del cine: Acción mínima, introspección máxima y momentos excelsos.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Perdido

Publicado en Diario de Mallorca el 4/11/11

EL CHICO DE LA BICICLETA

Nacionalidad: Bélgica, 87 min. Director: Luc Dardenne, Jean Pierre Dardenne. Actores: Cecile de France, Thomas Doret, Jeremie Renier

Muestra adicional de la precaria Unión Europea es el mínima permeabilidad entre cinematografías. Por inercias de distribuidores y público de los países nórdicos sólo llegan thrillers, de Italia comedias costumbristas y de Europa central dramas sociales. Los hermanos Dardenne son unos destacados especialistas en este último género (Rosetta, El hijo), focalizados especialmente en jóvenes pre o postadolescentes braceando en entornos convulsos. Cyril (Thomas Doret) el protagonista de El chico de la bicicleta es un huérfano. De su madre no hay noticias, su padre le repudia, una peluquera de la localidad donde está el orfanato se encariña con él. Él joven, sin embargo, se muestra hiperactivo y desquiciado.

Como en anteriores películas, los Dardenne encuentran el punto justo del drama. La accion avanza a buen ritmo y aparenta ser muy verídica; no se recarga nunca el melodrama ni se subrayan innecesarias moralinas (como hizo la danesa En un mundo mejor). Pero se deja claro que, a pesar de unos servicios sociales voluntariosos, los huérfanos siguen siendo mal aceptados por la sociedad y ello les incita a rebelarse, con agresividad o dejándose tentar por la delicuencia. El atinado guión y el buen ritmo del filme se refuerzan con la soberbia actuación de Thomas Doret (muy creíble y expresivo en su primer trabajo ante la cámara) y el buen apoyo de la atractiva Cecile de France (Más allá de la vida) o Jeremy Renier.

El chico de la bicicleta es un gran drama, pero ojo (título y cartel engañan), no es una película de Disney. Los jóvenes que acudan a verla deben ir avisados de su dureza.

domingo, 30 de octubre de 2011

Tintín en Port Aventura

Publicado en Diario de Mallorca el 30/10/11

LAS AVENTURAS DE TINTIN – EL SECRETO DEL UNICORNIO

Nacionalidad: Estados Unidos, 140 min. Director: Steven Spielberg. Actores: (animación)

Si es cierto que Spielberg (más George Lucas y Lawrence Kasdan) no conocían el cómic del rubio belga cuando pergeñaron a Indiana Jones, las similitudes entre ambos personajes son evidentes, llaneros solitarios, audaces y curiosos. Sus batallitas también, tesoros ocultos, pérfidos enemigos, persecuciones por medio globo y sugerentes nombres propios como el del barco Karaboudjan o la localidad Ghaddar. 

Como el libro El secreto del unicornio no daba para un largometraje, Spielberg y Peter Jackson (productor y director de la 2ª unidad de filmación) lo han fusionado con El tesoro de Rackham el rojo. Para los incondicionales no falta el elenco completo de secundarios, Milú, Haddock, Hernandez y Fernandez, Tornasol y la Castafiore. La elección de una animación bastante realista se muestra acertada. No tiene el encanto de los dibujos porque se basan en una austeridad poco resultona en el cine. Se aprecia el dinero invertido y se han cuidado mucho detalles como las gracietas del perro o algunos efectos visuales con cristales o burbujas. A diferencia de otras películas de Dreamworks (Shrek) apenas hay un par de guiños cinéfilos (a Con la muerte en los talones de Hitchcock en títulos y una secuencia marina).

Como película de aventuras, el Tintín de Spielberg es impecable. Como película a secas, vista por el ojo crítico de un adulto, sufre una doble cojera: por un lado el bloqueo absoluto de Hergé hacia las tramas sentimentales; por otro, el exceso de secuencias enfocadas hacia el 3-D, el videojuego y (huele a) una futura atracción propia en algún renombrado parque temático. Los niños, garantizado, se lo pasarán bomba.

jueves, 27 de octubre de 2011

El tupé rubio se cuela por fin en la gran pantalla

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 27/10/11

TINTIN Y EL CINE

Se estrena por fin la primera adaptación relevante de una obra gráfica de Hergé, Las aventuras de Tintín, subtitulada en España El secreto del Unicornio para aclarar de qué aventura se trata y sugerir próximas secuelas. Dos pesos pesadísimos en cabeza de cartel, Steven Spielberg como director y Peter Jackson como productor y codirector en la sombra.

La relevancia del estreno es doble: la novela gráfica sigue teniendo gran éxito entre las sucesivas hornadas de chavales, y mantiene un poso de grato recuerdo en estos cuando se hacen adultos. Al mismo tiempo extraña el desencuentro del personaje con el cine. Un motivo podría estar en el hipotético extremo celo de la Fundación Hergé para dar su visto bueno. 

Las dudas a priori eran fundadas. ¿Actores reales o animacion? La animación es la opción más fácil pero refuerza el carácter infantil-juvenil de la obra; el público adulto sin niños pierde interés. Para encarnarlo en carne y hueso no basta un buen estilista y maquillador; hace falta un actor que logre provocar una gran empatía. Con Asterix y Obelix se logró (Depardieu bordó al orondo galo); con Corto Maltes sólo ha habido un modesto intento con el portugués Paulo Pires.

Con un dilema adicional: Milú. Un animal real, por muy entrenado que esté, está bastante limitado en las escenas de acción. Combinar actores reales y animal de pegote hubiera llamado demasiado la atención. Difícil, muy difícil, era repetir un híbrido tan puro y creíble como el que logró Jackson con Gollum en El señor de los anillos. 

Esa y otras dudas tuvieron Spielberg y Jackson. Tras unos vaivenes con los derechos de adaptación, y el trajín de ambos con sus proyectos en marcha (la saga de Indiana Jones y The lovely bones respectivamente), acabaron decidiéndose por un animación muy elaborada. Eso provocó más dudas, esta vez de los estudios cinematográficos, por las flojas recaudaciones de Monster house y Beowulf. Aunque Spielberg es un fanático de la cámara de cine clásica, con película de celuloide, ha cedido a su pasión por el aventurero rubio y la presión para que su nombre encabezara la matraca publicitaria. Se ha rodado en video con algunos actores y después se ha digitalizado a conciencia. En el mini aperitivo del trailer los personajes se mueven más como en un videojuego que en una película de acción estándar.

Penúltima y gran duda. ¿Han estado Spielberg y Jackson a la altura de sus currículos o han optado por una faena de aliño? ¿El guión es infantiloide o tiene la suficiente profundidad de personajes y guiños cinéfilos para satisfacer a los adultos más críticos? Spielberg comentó hace años que veía a Tintin como un joven Indiana Jones. Si ha seguido ese camino puede haber desnaturalizado al personaje; robado, o difuminado, su encanto. O quizás es cierto que comparten espíritu e inquietudes; al fin y al cabo ambos son fruto de fantasías oníricas más que traslaciones de personas reales. La respuesta a estas sesudas cuestiones, mañana.

Patria, pan e injusticia

Publicado en Diario de Mallorca el 27/10/11

LA VOZ DORMIDA

Nacionalidad: España, 128 min. Director: Benito Zambrano. Actores: Inma Cuesta, María León, Marc Clotet, Myriam Gallego.

Adaptación de la novela de Dulce Chacón, La voz dormida narra el drama de las mujeres represaliadas en la posguerra civil de nuestro país, por militancia comunista o simplemente por ser familiares de republicanos. Se insiste en el coraje de mujeres y hombres que se negaron a asumir de forma humillante un pensamiento político y predicar una religión en la que no creían, o a delatar a familiares y amigos. El precio de esa negativa acabó siendo el mismo para todos, torturas, juicios amañados y fusilamiento o largas penas de cárcel, a una escala que algunos historiadores califican ya de genocidio.

Como retrato de ese horror, la película de Benito Zambrano es excelente. Analizando los referentes más recientes, está más cerca de Las 13 rosas (cuya acción transcurre durante la guerra) que de El laberinto del fauno o Pa negre, ambas sobre la posguerra. Estos dos filmes logran trascender mucho más, por la originalidad de una y por la superposición de rencillas y prejuicios rurales al conflicto político en la de Villaronga. La voz dormida se queda sin embargo en un relato de la lucha de un Goliat vengativo contra un David ingenuo y desarmado. Aunque sea real y sincero, aunque la represión llegó a ser mucho más cruel de lo que se muestra, todo es demasiado blanco y negro. La ambientación está muy trabajada, escapando del síndrome de Amar en tiempos revueltos. Los actores están todos a un nivel similar. Película muy emotiva, ejercicio noble de memoria histórica, que se resiente por la falta de matices y la evidencia del desenlace.

Descontrol de riesgos

Publicado en Diario de Mallorca el 23/10/11

MARGIN CALL

Nacionalidad: Estados Unidos, 107 min. Director: J.C. Chandor. Actores: Kevin Spacey, Stanley Tucci, Jeremy Irons, Zacahary Quinto, Paul Bettany

Inspirada en la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers hace tres años, Margin Call se focaliza en las 24 horas que provocaron la implosión de la empresa. Un analista de riesgos (Tucci) despedido, un ayudante (Quinto, el joven Spock en Star Trek) toma el relevo y descubre el timo de las hipotecas basura. Alertados sus jefes, se pasa a una noche de tensas reuniones y un suicida embate hacia adelante.

Confirmado (Wall Street o La red social) que los dramas corporativos pueden ser fotogénicos, el reto para el novel J.C. Chandor era no caer en la condescendencia cómplice (como la secuela de Wall Street) o un anticapitalismo demasiado militante. Lo logra con un guión muy trabajado y creíble y un reparto de altísimo nivel. Se tocan todas las facetas de la actual crisis: por un lado las bolsas financieras convertidas en un casino y sus operadores en codiciosos sin freno; por otro, se recuerda que las burbujas financieras son recurrentes desde hace tres siglos, y en ellas también tiene su parte de responsabilidad la gente corriente que cede a la tentación de confiar sus ahorros a los ambiciosos inversores. No se menciona el papel de las autoridades como reguladoras y vigías.

Si los diálogos reflejan con mucha finura la creciente tensión ante el colapso de la empresa, los actores clavan sus papeles. Jeremy Irons como sumo sacerdote, Kevin Spacey y Paul Bettany como dubitativos o abnegados capataces, Tucci y Quinto como  cerebritos que venden su alma al diablo. Margin call asusta porque, a pesar de que Lehman Brothers se fue al garete, la economía de casino sigue imperturbada.

sábado, 22 de octubre de 2011

Tom y Gerri

Publicado en Diario de Mallorca el 20/10/11

ANOTHER YEAR

Nacionalidad: Reino Unido, 129 min. Director: Mike Leigh. Actores: Jim Broadbent, Ruth Sheen, Lesley Manville, Oliver Maltman

Prosigue Mike Leigh su fijación por las historias mínimas, cotidianas, agridulces. Recurre en Another year al formato, poco novedoso, de las cuatro estaciones del año. Se centra en un matrimonio a punto de jubilarse; Tom (Jim Broadbent) trabaja como geólogo en una constructora; Gerri (Ruth Sheen) como psicóloga en un centro social. Sus hobbys son la lectura y cultivar un huerto en las afueras de la ciudad. Ambos son positivos, sociables y entrañables. Son casi perfectos para remarcar su cordura en un reino de amargados. Lidian, alternando paciencia y firmeza, con la inexorable y desesperada soltería de sus amigos Mary y Ken.

Todo ocurre con una naturalidad excelsa. Premiosa, porque las dos horas se hacen un poco largas para un argumento tan fino. Fino pero muy real. Se plantea si el matrimonio es feliz porque han tenido suerte o se la han ganado esforzándose por ser sensatos y optimistas. En la cara opuesta, el espectador se angustia de que los solteros no logren dar ni un pequeño paso para superar sus obsesiones y sus excesos con la comida o la bebida. Es un tema universal e intemporal, todos sabemos, o intuimos, cómo superar  nuestras pequeñas o grandes carencias pero nos cuesta muchísimo pasar del dicho al hecho. 

Jim Broadbent ganó un Oscar en 2002 con Iris, por soportar con tierno estoicismo el Alzheimer de la escritora Iris Murdoch. Es un actor magnético y versátil. Ruth Sheen le replica con sus saltones y dulces ojos; Lesley Manville está mejor como hiperactiva que como depresiva; impactante también David Bradley. Película modesta y auténtica, puro Leigh.

martes, 18 de octubre de 2011

Highsmith en el Eixample

Publicado en Diario de Mallorca el 18/10/11

MIENTRAS DUERMES

Nacionalidad: España,  102 min. Director: Jaume Balagueró. Actores: Luis Tosar, Marta Etura, Alberto San Juan, Petra Martinez, Carlos Lasarte

Como en la mayoría de historias de suspense, mentar el argumento es un sacrilegio, por lo que me limitaré al dramatis personae: comunidad de vecinos, presidente tocanarices (Lasarte), solterona con perrillos falderos (Martínez), chica guapa con novio ausente (Etura), portero ubicuo, soltero, introvertido y misterioso (Tosar). 

Quizás para mostrar su versatilidad, o como sincero paso adelante, Jaume Balagueró filma un guión de Alberto Marini diametralmente opuesto al de REC. Frente al gore versión 3.0, efectista y efectivo, Mientras duermes recurre al suspense más clásico. César es el protagonista absoluto, perfectamente delineado y trabajado, pérfido, sólido, escurridizo, manipulador y resentido. Con leves rasgos, rasguños casi, de alter egos  como Harry Powell (La noche del cazador), Travis Bickle (Taxi driver), Carter Heights (De repente un extraño), el estudiante de El cuchillo en el agua de Polanski, o David Kelsey de la novela Ese dulce porvenir de Patricia Highsmith. Como ellos, César combina de forma explosiva frustración y acción, sensibilidad y crueldad, amabilidad e impenetrabilidad, imaginación y desesperación. Es un papel ultraexigente, apto sólo para dos actores nacionales, Javier Bardem o Luis Tosar. En estado de gracia, Tosar borda una vez más su interpretación, a la misma altura que las de Celda 211 o Te doy mis ojos. El resto de actores, director y músico se ponen a sus pies.

Mientras duermes tiene aciertos adicionales, como que gran parte de la acción ocurre de día; y debilidades, como la inverosimilitud, la endeblez del personaje de la chica o las refinables menciones del paso del tiempo. Pequeñas faltas que no emborronan el resultado, un memorable filme de intriga psicológica.

jueves, 13 de octubre de 2011

Los tiempos no están cambiando

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 13/10/11

1. Evolucionan, se agitan se calman y se vuelven a agitar desde épocas antepretéritas. Para bien de unos y mal de otros (pregunten a los dinosaurios). Las salas de cine han recibido un meteorito tan imprevisible y letal llamado World Wide Web. Las colas, risas, susurros y escarceos amorosos de antaño han dado paso a la deprimente soledad presente. En su avatar actual los bucaneros (informáticos) son sus verdugos y los piratas (del Caribe) su último tablón. Pero, como ocurrió al Titanic, hay más ocupantes (salas) que salvavidas disponibles. La última víctima, en nuestra metrópoli isleña, son los cines Metropolitan.

2. (Mala) suerte similar sufrieron los antepasados del ceramista inglés Edmund de Waal. Tras heredar una colección de miniaturas japonesas (netsukes) el hombre comenzó a investigar la historia hasta ese momento poco familiar de sus ancestros. Resulta que el protagonista de En busca de el tiempo perdido se inspiró un lejano pariente suyo. Miembro de una familia judía, los Ephrussi, que pasaron de comerciar grano en el sur de Rusia a poderosísimos banqueros europeos, casi al nivel de los Rotschild, con doble sede en París y Viena. La Primera Guerra Mundial les dejó muy tocados; Hitler, y la incapacidad de ellos para anticipar el tornado xenófobo, les hundió del todo. Sólo los netsukes sobrevivieron al expolio. La narración en primera persona de De Waal se titula The hare with amber ayes (La liebre con ojos de ámbar, referido a una de las figuritas). Soberbio y a ratos muy emotivo retrato de las clases pudientes entre finales del XIX y principios del siglo XX, con un aire a los Ambersons de Orson Welles. Superventas en Europa y Estados Unidos, esperemos que llegue pronto a España.

3. De los magníficos Ambersons (El cuarto mandamiento en España) se sigue hablando. Se rumorea que el Rosebud personal del cineasta, y santo grial de las ratas de filmoteca actuales, es un director's cut de esa película, un montaje libre de mangoneos de ejecutivos. Como nadie lo ha encontrado, se sigue especulando con su existencia. La versión exhibida (disponible en DVD) aguanta viva y potente el paso del tiempo, planteando si Orson Welles era un genio a pesar de los productores, o si estos no eran tan nefastos arreglistas.

4. No está muerto pero emite equivalentes efluvios. Hollywood ha encontrado su San Martín en los anónimos Hollywood Leaks. Amparados, como no, en la Primera Enmienda de su constitución, unos filibusteros cibernéticos se dedican a robar borradores de guiones, reventar contraseñas de emails e infiltrarse en móviles de figuras del espectáculo. La moraleja tampoco es novedosa: libertad de expresión usada una vez más como excusa de un fatuo exhibicionismo.

Acción y reacción

Publicado en Diario de Mallorca el 13/10/11

NADER Y SIMIN, UNA SEPARACION

Nacionalidad: Iran, 123 min. Director: Ashgar Farhadi. Actores: Peyman Moaadi, Sareh Bayat, Leila Hatami

Triunfadora en el último Festival de Berlin, Nader y Simin una separación narra un drama familiar, cotidiano, en el Iran presente. Arranca muy fuerte: un matrimonio acude a un juez para separarse; ella quiere emigrar a occidente, él se niega porque debe cuidar a su padre, con Alzheimer avanzado y porque su hija de trece años tampoco quiere viajar. La mujer se va a casa de sus padres; el hombre contrata a una asistenta para cuidar de su padre. A la asistenta le repugna el trabajo pero lo necesita porque su irascible marido está en el paro y endeudado. Las desavenencias entre Nader y la asistenta terminan con un accidente doméstico y un cruce de denuncias.

Hay referencias al regimen actual, el machismo, el fundamentalismo religioso y los remanente de justicia tribal, pero actúan sólo como pequeños agravantes. El meollo está en los personajes. Todos tienen circunstancias vitales que les empujan a una espiral de medias verdades, ocultaciones o mentiras. No hay buenos ni malos; todos actuan por supervivencia o por lo que creen realmente justo. Y el magistrado, aunque su sistema judicial sea más tosco, intenta sólo aclarar la verdad y aplicar los castigos pertinentes. El crescendo dramático es muy gradual y constante, sin el menor respiro. Las víctimas colaterales al final son las hijas de ambas parejas. 

Hay un leve paralelismo entre Nader y Simin, una separación e Incendies. Mientras que esta última tiene pilares de tragedia griega, con la doble cara de mayor originalidad y menor verosimilitud, Nader y Simin... es un drama más terrenal con idéntica intensidad. Impacta, mucho, porque (con matices) es una situación que podríamos sufrir cualquiera de nosotros. Soberbia.  

martes, 11 de octubre de 2011

Divorcio para megatorpes

Publicado en Diario de Mallorca el 11/10/11

CRAZY STUPID LOVE

Nacionalidad: Estados Unidos, 118 min. Director: Glenn Ficarra, David Requa. Actores:  Steve Carell, Julianne Moore, Ryan Gosling, Emma Stone

Tras la gratísima sorpresa de ¡Philip Morris te quiero! los directores Glen Ficarra y David Requa han optado por una comedia más convencional. Crazy stupid love gira en torno a los eternos sinsabores del amor con tres historias conectadas: Un matrimonio (Steve Carell y Julianne Moore) revienta a las puertas de sus bodas de plata; su hijo de trece años intenta que el amor platónico hacia su canguro pase a ser real, y un amigo de Carell (Ryan Gosling) sufre el castigo del cazador cazado. 

El guión no acaba de encontrar una premisa creativa novedosa y afinar los personajes. El encuentro de Carell con Gosling, y su posterior amistad, son bastante forzados. La trama de la veinteañera va y viene como los ojos del Guadiana. A la de los más jóvenes le falta picante, desmadre tipo American pie. Y el desenlace se afirma sobre una innecesaria trampa narrativa. La medianía del libreto sólo despunta en esporádicos momentos: el master acelerado en donjuanismo de los dos adultos varones, y puntillos tiernos como las escenas del jardín o la del picadero de Gosling. A la realización también le falta la chispa que se espera de una comedia. Lo mejor de la película, y el principal motivo para verla, es su reparto: Carell insiste en su exitosa mezcla de comicidad y ternura; Gosling es un soberbio actor, con talento y proyección similar a Robert Downey Jr. A punto estuvo de llevarse un Oscar hace un lustro por Half Nelson y sigue seleccionando con inteligencia sus apariciones. Les arropan, con similar nivel, Julianne Moore, Marisa Tomei y Kevin Bacon. 

miércoles, 5 de octubre de 2011

Cuatro ratones

Publicado en Diario de Mallorca el 5/10/11

FOUR LIONS

Nacionalidad: Reino Unido, 102 min. Director: Cristopher Morris. Actores: Rizwan Ahmed, Kayvan Novak, Nigel Lindsay, Adeel Akhtar

Si los Monty Python disfrutaran ahora su apogeo creativo quizás hubieran elegido el mismo tema que Four lions. En formato y tono de reportaje televisivo callejero, o de aficionado a Youtube con un mínimo de formación audiovisual, Four lions narra las peripecias de un peculiar comando de terrositas islámicos en Londres. Lo componen un predicador iluminado y obtuso, un segurata tan inteligente como acelerado, su hermano con un cerebro del tamaño de un guisante, un buenazo barbudo con similares (mínimas) luces, y un rapero despistado. Son tan tarados, chapuceros, bocazas e impulsivos que los jefes de Al Quaeda los defenestran y evitan. Ellos no se dan por vencidos. 

Los gags se suceden como una ametralladora recalentada. Algunos con aroma a cine clásico: cuando corren imitando a Groucho Marx para no activar unas bombas, surrealistas diálogos similares de La vida de Brian o paridas dignas de Los tres chiflados. Otros, en el tramo final, de humor negrísimo, como el del pájaro bomba o la indigestión al tragar una tarjeta SIM; adobados todos con lenguaje irreverente y puyas constantes. Los envenenadísimos dardos del guión van en gran parte contra los islamistas, los aspirantes a terroristas o los fanáticos más pacíficos pero que mantienen sus tradiciones ultraconservadoras y machistas en Inglaterra. Tampoco pone mejor a las autoridades inglesas, haciendo una redada en el piso equivocado, confundiéndose de objetivo los francotiradores de la policía o participando en las detenciones ilegales de la CIA. Película incorrectísima políticamente, que no dejará indiferente a nadie (para bien o para mal) por su patente propósito de no dejar títere con cabeza.

martes, 4 de octubre de 2011

Habitacion 59

Publicado en Diario de Mallorca el 4/10/11

SOMEWHERE

Nacionalidad: Estados Unidos, 98 min.. Director: Sofia Coppola. Actores: Stephen Dorff, Elle Fanning, Chris Pontius

“-¿En qué habitación estás? -La 59. -Bono estuvo allí”. Un actor treintañero, introvertido, con éxito equivalente a Brad Pitt y físico semblante al cantante Jon Bon Jovi se aloja en el decaído y prestigioso hotel Chateau Marmont de Los Angeles. Pasea en su Ferrari, atiende actos promocionales como un viaje a Italia, acepta con bastante frecuencia los encantos del sexo opuesto y se aburre en el hotel. Cuando su exmujer le endilga a su hija de 11 años (Elle Fanning, Super 8) comienza a reconocer que algo falta en su vida.

Somewhere desconcierta al principio porque cuesta discernir si la directora quiere que nos compadezcamos o envidiemos al actor. Su agridulce far niente lo firmarían millones de personas. Rumiando la película a posteriori se acaba captando que el protagonista vive en un mundo hueco, donde el lujo y los placeres carnales son puros placebos. Que la solución esté en la familia perdida (la mujer desengañada y la hija descuidada) aunque no es la pólvora, es real. Y acierta Coppola en contarlo en tono bajo, planos largos, cámara estática, acción mínima. Lo muestra en detalles adicionales de su talento, como en la escena inicial del actor dando vueltas en un circuito desnudo o la que está recubierto por una máscara de maquillaje. 

Sofía Coppola vuelve a incidir en su fijación por mostrar la humanidad de los famosos. Lost In translation tenía gracia por el choque de culturas, en Maria Antonieta frivolizó sobre un personaje polémico. Somewhere es algo más difícil de digerir por la extremada introversión de su protagonista, pero aún así es un sobrio retrato de una crisis existencial.

viernes, 30 de septiembre de 2011

El hombre que pudo pintar

Publicado en Diario de Mallorca el 30/9/11

LOS PASOS DOBLES

Nacionalidad: España, Suiza, 87 min. Director: Isaki Lacuesta. Actores: Miquel Barceló, Bokar Dembele, Alou Cisse, Mahamadou Camara.

Sostiene Isaki Lacuesta que las fronteras entre ensayo y ficción, entre cine de autor y comercial son encasillamientos falsos e interesados. Mantiene, desde la interesante Cravan vs. Cravan, su fascinación por los artistas aventureros. Los pasos dobles recrea la peripercia real de François Augiéras, un francés que en el siglo pasado fue expulsado de del ejército en una colonia africana, vagó por el continente, se enrolló con un albino, lideró un grupo de bandoleros, fue acogido como mesías por una tribu, vivió encaramado en un baobab y pintó en un bunker una obra según él equivalente a la Capilla Sixtina. En tiempo presente y formato de reportaje documental, cuatro africanos leen las memorias del galo y buscan ese búnker en un viaje igual de caótico y alegre. Miquel Barceló liga ambas tramas, pintando en sus cuadernos, decorando cuevas o forjando amuletos que ilustran momentos clave del filme.

Refiere Lacuesta como influencias a Pasolini o La vida de Brian. Añado dos más: Formalmente me ha recordado a I'm not there, el calidoscópico retrato de Bob Dylan. Lacuesta hace algo similar poniendo a un actor negro en lugar del piradillo francés. Y el argumento me ha recordado a la deliciosa El hombre que pudo reinar, de Huston/Kipling. Los pasos dobles es un experimento, un atrevimiento, una invitación a apartar, aparcar, aunque sea durante hora y media, un montón de clichés, de estereotipos, de prejuicios sobre África, sobre el cine, sobre el arte, sobre el sexo, sobre la vida. Cine optimista y mucho menos pueril de lo que aparenta. Un exótico refresco para los sombríos tiempos que corren.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Rebelde, ¿fracasado?, añorado

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 29/9/11


NICHOLAS RAY

Se cumplen cien años del nacimiento de Nicholas Ray. Se está finalizando, post mortem, una obra inacabada y experimental (Nunca volveremos a casa) y Al Pacino encarnará a Ray en una película de Philip Kauffman. 

Rebobinemos. Menor de cuatro hermanos, padre alcohólico. Precoz y fugaz apadrinamiento por escritor Thornton Wilder y el arquitecto Frank Lloyd Wright. Fuga a Nueva York y refugio bajo el ala de Elia Kazan. Su debut como director fue brillante, Los amantes de la noche (1949). Jóvenes atormentados delinquiendo porque el mundo les ha hecho así. Tema que retomaría y bordaría años después en Rebelde sin causa (1955) su incuestionada obra maestra, tatuada en nuestras retinas por el feromónico y chulesco porte de James Dean. Entre medias, un lustro frenético con once películas de sopetón: Un maternal y magistral western, Johnny Guitar, (Sterling Hayden a Joan Crawford: -“Miénteme. Dime que me has esperado todos estos años, dime que te habrías muerto si yo no hubiera regresado, dime que me sigues amando como yo te amo...”). Dos notables películas con Bogart, Llamad a cualquier puerta y En un lugar solitario, (Ray comentó que si Buñuel hubiera estrenado Los olvidados un año después, su película hubiera sido mucho mejor). Y un variado de thrillers, dramas exóticos y acción bélica. Fijación por las inquietudes juveniles y los fantasmas interiores de los adultos. Mucho trabajo y pocos amigos.

En los años sesenta los españoles vivimos en primera fila su paso al cine épico y su épico batacazo. Rey de Reyes y 55 días en Pekín, rodadas en las afueras de Madrid, rompieron los escuálidos lazos con la audiencia y el gremio de Hollywood. Prejubilado a la fuerza, sólo le dejaron abierta la puerta de la docencia en una universidad del sur de Nueva York. Nunca volveremos a casa es fruto de esas lecciones.

La irregularidad de sus obras, su incapacidad para seleccionar, cuidar y madurar los proyectos se proyectó, o fue una proyección, de su vida personal. Se casó cuatro veces, se rumureó su bisexualidad (James Dean y Sal Mineo lo fueron; el matriarcado de Johnny Guitar también da que pensar) y se casó cuatro veces. Pilló a su segunda esposa, Gloria Grahame en la cama con su hijo de trece años. Se abandonó al alcohol. Cedieron sus defensas pero no sus defensores. Si en los primeros años recibió el aplauso de la Truffaut y Godard, en los últimos fue animado por Jim Jarmusch o Win Wenders. El alemán se atrevió incluso a filmar su testamento vital en Relámpago sobre el agua.

El tiempo no perdona pero tampoco resta méritos a la obra de Nicholas Ray. Maldito es un adjetivo subjetivo; irregular es innegable; fracasado es inaplicable al creador de Rebelde sin causa o Johnny Guitar . Se aguantan, se merecen, reiterados visionados.