Publicado en Diario de Mallorca el 2/2/2011
UNCLE BOONMEE RECUERDA SUS VIDAS
Nacionalidad: Tailandia, 114 min. Director: Apichatpong Weerasethakul. Actores: Thanapat Saisaymar, Jenjra Pongpass, Sagda Kaewbuadee
Un hombre mayor, enfermo renal agudo, se marcha al campo para, en compañía de una hermana, un sobrino y un enfermero, esperar el retiro definitivo. Durante la cena de su primera noche se aparecen su difunta mujer y su hijo transformado en hombre mono. En los días posteriores pasean por el campo, se inserta una leyenda de una princesa seducida por un pez en un lago, visitan una cueva, Boonmee muere y celebran su funeral.
Durante casi dos horas, la acción de Uncle Boonmee... es mínima: largas miradas, diálogos insulsos, cortes de escena imprevisibles y actores claramente no profesionales. Y sin embargo hay momentos en que uno siente un extraño cosquilleo, imposible de racionalizar. Una mezcla de curiosidad, incertidumbre y misterio provocadas por el candor del protagonista, la naturalidad del hombre mono, la determinación de la princesa, los secretos de la cueva o lo kitsch del funeral... El mensaje, de haber alguno, sería la esencia budista de la permeabilidad existencial, nuestra insustancialidad y al mismo tiempo, o por ello, pervivencia temporal más allá de nuestro nacimiento y muerte.
Es difícil valorar si la Palma de Oro en Cannes para este filme fue una boutade para llamar la atención de los medios, un guiño para animar a los cineastas de países lejanos o si fue realmente la obra más destacada. Original lo es, tiene momentos que recuerdan a obras maestras del cine más clásico y está cargada de un profundo simbolismo y referencias a leyendas locales. Y es a la vez un reto para los espectadores, por su estructura narrativa deslavazada y una cadencia, parafraseando a Gene Hackman, equiparable a ver secarse la pintura de un cuadro.
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