martes, 22 de octubre de 2013

Dos hombres y miles de secretos

Publicado en Diario de Mallorca el 22/10/13

EL QUINTO PODER

Nacionalidad: Estados Unidos, Bélgica, 124 min. Director: Bill Condon. Actores: Benedict Cumberbach, Daniel Bruhl, David Thewlis, Laura Linney

En un mundo ideal (utópico) no habría secretos. Toda la información circularía de modo fluido y honesto. En un mundo desalmado la información es controlada y manipulada por los más poderosos. El mundo real oscila entre ambos. Al fundar Wikileaks, Julian Assange asumió dos premisas: 1) Que los gobernantes actuales están casi en el extremo distópico. 2) Que cualquier retoque de una información, tachar un nombre, cambiar una coma, suponía equipararse (moralmente) con los censores/manipuladores a los que quería combatir. Éstos, sincera o torticeramente, contraatacaban que no filtrar suponía poner vidas en juego.

Este es el cogollo temático de El quinto poder. El que justifica el enfrentamiento entre Assange y uno de sus colegas, Daniel Berg y que está bien desarrollado en el tramo final. Sin  embargo la película flojea en otros apartados. Como los creadores del filme adaptan la versión del socio de Assange, se acaban poniendo de su lado con demasiado descaro. Además su relación personal tiene tintes de culebrón; los diálogos son poco creíbles, salvo momentos muy puntuales. El carisma, egocentrismo y maquiavelismo del australiano son confusos, a pesar de una buena actuación de Cumberbach, reforzada por su poderosísimo físico. Una vez más, Bill Condon y sus guionistas quedan lejos del listón puesto por David Fincher/Aaron Sorkin en La red social. Volviendo al platillo positivo, los actores secundarios (Daniel Bruhl, David Thewlis, Laura Linney, Stanley Tucci) levantan sus limitadas apariciones. Así, El quinto poder resulta una película irregular, bienintencionada y con un gran elenco. Acierta planteando el tema global, los logros y fisuras de Wikileaks; se resiente como retrato de Assange, sus virtudes y contradicciones.

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