Publicado en Diario de Mallorca el 3/06/09RADIO ENCUBIERTA
Nacionalidad: Reino Unido,129 min.
Director: Richard Curtis
Actores: Philip Seymour Hofmann, Rhys Ifans, Bill Nighy, Kenneth Brannagh
Radio encubierta recrea los años 1964-1967 en el Reino Unido, cuando varias radios emitían desde barcos en mar abierto para eludir el conservadurismo de los dirigentes políticos hasta que estos las prohibieron definitivamente. Falsea la realidad, ni los políticos eran tan carcas, ni la BBC tan lela, ni las emisoras piratas tan guay y desmadradas.
El filme sigue la fórmula alquímica del director Richard Curtis y la productora Working Title, idea original, comedia amable y emotiva, buenos actores y mejor música. Sin embargo se han mirado demasiado el ombligo. La trama de los políticos es infantil, muchas escenas del segundo acto prescindibles y el Titánico final (aunque hubo un caso real similar) demasiado peliculero. La cara positiva del filme es su ritmo vivo, la galería de frikis sesenteros, alguna frase lucida, gran elenco de actores, con leve y bien repartido protagonismo de Philip Seymour Hofmann, Rhys Ifans, Bill Nighy y Nick Frost. El tema es un canto a la libertad de expresión y al ayuntamiento carnal justo antes de la explosión del movimiento hippy. Lo mejor, con diferencia, es su sublime banda sonora (al menos para los baby boomers de finales de los 50 y comienzos de los 60). Temas que M80 y Kiss FM, por desidia o sordera, apenas ponen. Hendrix, Small Faces, Cohen, Troggs, Hollies, Easybeats, Jeff Beck y un larguísimo etcétera.
El filme sigue la fórmula alquímica del director Richard Curtis y la productora Working Title, idea original, comedia amable y emotiva, buenos actores y mejor música. Sin embargo se han mirado demasiado el ombligo. La trama de los políticos es infantil, muchas escenas del segundo acto prescindibles y el Titánico final (aunque hubo un caso real similar) demasiado peliculero. La cara positiva del filme es su ritmo vivo, la galería de frikis sesenteros, alguna frase lucida, gran elenco de actores, con leve y bien repartido protagonismo de Philip Seymour Hofmann, Rhys Ifans, Bill Nighy y Nick Frost. El tema es un canto a la libertad de expresión y al ayuntamiento carnal justo antes de la explosión del movimiento hippy. Lo mejor, con diferencia, es su sublime banda sonora (al menos para los baby boomers de finales de los 50 y comienzos de los 60). Temas que M80 y Kiss FM, por desidia o sordera, apenas ponen. Hendrix, Small Faces, Cohen, Troggs, Hollies, Easybeats, Jeff Beck y un larguísimo etcétera.
Radio encubierta se disfruta tomándola como lo que es, un cuasi musical con unos empáticos personajes armado en torno a una microhistoria de la censura cultural de hace pocas décadas. Buena opción como optimista refresco veraniego.
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