jueves, 30 de diciembre de 2010

Más y menos

Publicado en el Suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 30/12/10

CINE. 2010 llega a su fin; llega el momento de darle un repaso:

Escritores y ex. De las películas destacadas hay cuatro centradas sobre escritores, en épocas variadas. En El escritor, Roman Polanski, retrata a un “ghost writer” hurgando las miserias de un ex primer ministro. El discurso del rey presenta con igual firmeza al escribano de un inminente rey (Jorge VI). La última estación recrea con desenfado el tránsito de Lev Tolstoi a ex humano. Idéntica suerte, rociada con pena amorosa, corre el poeta John Keats en Bright Star.

Inadaptados. Arreón de personajes corrientes con problemas variados de integración social: la Juani inglesa de Fish Tank, la oronda afroamericana de Precious, el pasmado y la joven vampira de Déjame entrar, el enamoradizo y la polvorilla de Two lovers, o los dolientes payasos de Balada triste de Trompeta. Apurando, se puede incluir la rediviva muñeca hinchable de Air doll. Buenas o muy buenas películas todas ellas.

Sobreadaptados. En contraposición a esa ristra de sufrientes y supervivientes, han destacado tres obras protagonizadas por cerebritos, las tres en géneros y tonos variados: Drama de cuellos blancos y camisetas surferas en La red social; peripecias de unos futuristas mentalistas en Origen y desmadre mortadélico de Steve Rusell/Jim Carrey en Philip Morris, ¡te quiero!

Guerreros. Mucha guerra, de alto voltaje narrativo, han dado los artificieros de En tierra hostil, los resistentes de Nanking en Ciudad de vida y muerte o la espía Valerie Plame frente a los ayudantes de Bush en Caza a la espía.

Empanados. Renombrados directores no han estado este año a la altura de su nombre. Aunque Un tipo serio (hermanos Cohen), Shutter island (Martin Scorsese) Alicia en el país de las maravillas (Tim Burton), Tamara Drewe (Stephen Frears), Robin Hood (Ridley Scott) o Conocerás al hombre de tus sueños (Woody Allen) no se pueden calificar de fiascos, están muy o bastante alejadas de obras memorables de sus autores.

Maestros. Cada año, por estas fechas, tengo la sensación de que el nivel medio de las películas ha ido a menos. Pero repasando las ciento y pico películas que he visto, vuelvo a encontrar media docena larga de películas si no magistrales, muy o bastante cerca de ello. Me han impactado, por este orden: 1) Un profeta; 2) La cinta blanca; 3) Precious; 4) El escritor; 5) Pa negre; 6) La red social; 7) Two lovers; 8) Déjame entrar. La crisis está haciendo pupa, está claro. Tanto como que sigue habiendo muchos talentos inasequibles al desaliento.

Rezos y despedidas. El comistrajo del año se llama Come, reza, ama. No surtieron efecto las plegarias para que Eric Rohmer, Claude Chabrol, J.L. García Berlanga y el polifacético Dennis Hopper siguieran compartiendo su talento y saviessa.

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