Publicado en Diario de Mallorca el 27/12/10
EL DISCURSO DEL REY
Nacionalidad: Reino Unido, 118 min. Director: Tom Hopper. Actores: Colin Firth, Geoffrey Rush, Elena Bonham-Carter, Guy Pearce
¿Se imagina que el príncipe Felipe fuera incapaz de hablar en público por una tartamudez aguda? ¿Considerarían los españoles que está capacitado para gobernar con esa tara? Algo similar, real en el doble sentido del término, ocurrió en Inglaterra en el período de entreguerras. El príncipe Albert (Colin Firth) era el segundo en la linea sucesoria y por tanto dudoso que accediera al trono. Aún así acudió a diferentes especialistas, hasta acabar en manos de Lionel Logue (Geoffrey Rush), un autodidacta logopeda australiano. Cuando el Príncipe de Gales abdicó por problemas sentimentales, Albert tuvo que asumir el regio mandato con todas sus obligaciones.
Tom Hopper, curtido en series históricas, proyecta un guión de David Seidler sobre ese extraño emparejamiento que acabó en longeva amistad. El guión profundiza en el trabajo psicológico de Logue para mitigar la inseguridad provocada por la tartamudez sufre el príncipe. Aplica una terapia de choque, provocándole, faltándole al respeto. El futuro soberano se rebela ante la insolencia pero acaba apreciando su sinceridad y efectividad. Más esquemáticos son los personajes secundarios, la mujer de Alberto, el príncipe Eduardo o el arzobispo. En la realización, Hopper acierta en el ritmo y juega bien con los encuadres y la profundidad de campo. Los actores están excelsos. La actuación de Rush no es una sorpresa (un Oscar y dos nominaciones en su palmarés); Firth merece ganarlo por esta película. Música de Alexandre Desplat con la 7ª de Beethoven en el momento cumbre.
Es paradójico que la monarquía inglesa, tan cuestionada por su inacción, dé tanto juego en el cine. El discurso del rey es un magnífico drama histórico, cimentado en el agudo contraste de personalidades de sus protagonistas y el memorable duelo de sus intérpretes.
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