Publicado en Diario de Mallorca el 25/1/2011
MORNING GLORY
Nacionalidad: Estados Unidos, 102 min.
Director: Roger Michell
Actores: Rachel McAdams, Harrison Ford, Diane Keaton, Jeff Goldblum
Una joven y efervescente productora de un programa matinal de televisión (McAdams) pelea con uñas y dientes contra ejecutivo escéptico (Goldblum), presentadora volátil (Keaton) y periodista venido a menos (Ford) por aumentar la raquítica audiencia y salvar su puesto de trabajo. La chica es polvorilla pura; el veterano reportero está tan motivado como si a Gabilondo le obligaran a sustituir a Ana Rosa Quintana. Completa una tramita sentimental con un comprensivo colega del estudio (Patrick Wilson)
Con esa premisa, la guionista de El diablo viste de Prada no ha sido capaz de mantener la tensión tragicómica. En ese filme uno sí que pensaba que la protagonista iba a terminar en la calle en cualquier momento. En Morning Glory desde que aparece Harrison Ford se avista que la chica acabará ablandando su corazoncito y salvando el programa. El interés queda entonces supeditado a los gags. Los mejores son los más obvios, por las leyes eternas de la comedia: Diane Keaton besando una rana y el presentador del tiempo pronosticando desde una montaña rusa o desvaneciéndose en un avión de acobracias. El resto son carreras, caprichos, tropiezos y desvelos bastante forzados. En el reparto, a Harrison Ford le falta la picardía de Robert de Niro pero mantiene el empaque; McAdams no es capaz de soltar el acelerador; Keaton conserva su gracia; Goldblum se muestra anodino. El director Roger Michell (Notting Hill) falla en el ritmo, demasiado acelerado y machacón con los temas musicales.
Morning glory es lo que aparenta, una comedia estándar para mantener funcionando la maquinaria de Hollywood. Previsible, algo pasada de vueltas, divertida en momentos puntuales y con popular reparto. Un pasatiempo digno.
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