Adolf y Adolf

Publicado en Diario de Mallorca el 14/08/09

MEIN FÜHRER

Nacionalidad: Alemania, 91 min.
Director: Dani Levy
Actores: Ulrich Muhe, Helge Schneider, Sylvester Groth, Adriana Altaras

Siete décadas después, sigue debatiéndose en Alemania si es lícito satirizar a Hitler, ya que podría suavizar la percepción de sus atrocidades. Dani Levy (Good bye Lenin) afronta ese obstáculo con otro mayor, la ineludible comparación con las magistrales El gran dictador de Chaplin, o To be or not to be de Lubitsch.

Levy no sale airoso, pero sí indemne. La historia narra un improbable encuentro entre dos Adolfos. Un Hitler (Helge Schneider) en horas bajas que necesita un chute de autoestima para intentar resucitar el ánimo de sus ciudadanos; y Grünbaum (Ulrich Muhe, el añorado protagonista de La vida de los otros), un profesor de interpretación judío repescado por Goebbels con maquiavélicos objetivos. Desde el inicio choca que al semita se le trate con extremado respeto y al dictador con exagerada grosería. Además la caracterización física del führer es tosca, similar a las del programa Polonia de TV3. Y la modestia del presupuesto es patente, recurriendo a unos efectos informáticos demasiado apreciables.

El guión combina gags sutiles (el jamón entregado al judío que acaba en el estómago del perro de Hitler; la bola del mundo que esconde un depósito de drogas legales), francamente divertidos (Hitler en el diván desvelando sus traumas freudianos), vulgares (la inoportuna disfunción eréctil, los planes de Goebbels) incomprensibles (un reiterativo e intraducible juego de palabras con el saludo marcial) y una blanda historia familiar. Las interpretaciones están a nivel de serie televisiva, aunque son efectivas. En conjunto, Mein Fuhrer es una comedia irregular que baila entre la sátira y la parodia. Asumiendo su ligereza y falta de pretensiones, hace reír.