Publicado en Diario de Mallorca el 31/8/10
AIR DOLL
Nacionalidad: Japón, 118 min. Director: Hirokazu Koreeda. Actores: Doona Bae, Arata, Itsuji Itao
Tras el buen sabor que dejó Still walking, Hirokazu Koreeda adapta un manga sobre una muñeca hinchable de sex-shop que cobra vida. El planteamiento de Air doll es delicado: Como reseñé en Gainsbourg, el cómic permite fundir realidad y fantasía con más facilidad que el cine; encarnar a un plástico inanimado con una actriz de carne y hueso es un reto mayúsculo; y el uso de ese producto da pie al rechazo y la chirigota. Koreeda afronta ese envite con decisión. En el nivel intelectual y emocional, profundizando en el tema de la historia, la soledad, las dificultades para confraternizar más agudas en Japón pero igual de presentes en otras sociedades. Reflejada, además del dueño de la muñeca, en el chico de la que ella se enamora, la vecina con síndrome de Diógenes, o el abuelo que sólo quiere sentir la palma de una mano en su frente. Consolidada con momentos muy intensos como la visita al taller de muñecas o el desenlace con ecos de El imperio de los sentidos. En el plano práctico el cineasta solicita una generosa dosis de complicidad al espectador. Cuando la muñeca está viva recurre a una sencilla línea pintada sobre los lados de su cuerpo o una tirita de celo. Y refuerza la empatía con la hiperexpresividad de la actriz Doona Bae y la cuidada fotografía Pin Bing Lee (Deseando amar).
Air doll es una película que puede gustar o disgustar. Exige conocer o estar abierto a la idiosincrasia de los japoneses. Y aceptar que la muñeca protagonista sólo es una arriesgada metáfora para mostrar la crudeza de la soledad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario