viernes, 29 de julio de 2011

Séptimo (divino) arte

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 28/7/11


EL SEPTIMO SELLO, 50º ANIVERSARIO

Se cumple medio siglo del estreno en nuestro país de El séptimo sello (Ingmar Bergman, 1957). Cuatro años tardaron los censores franquistas en permitir que los mortales españoles compartiéran las reflexiones del sueco sobre la inmortalidad, tutelada o no por un ser supremo. 

“La indiferencia me ha desconectado de todo. Vivo en un mundo de fantasmas, prisionero de los sueños. Quiero que Dios me tienda la mano, me enseñe su rostro, me hable.” La petición del caballero medieval (Max von Sydow) que ha retornado a casa se cumple a medias. Le tienden unas fichas de ajedrez; y su interlocutor no es Dios sino el hombre de la guadaña (Bengt Ekerot). Un ángel exterminador que no esconde su rostro bajo una capucha sino que esta le cubre solo el pelo, mostrando un rostro de facciones suaves y tez nívea.

La partida de ajedrez que juegan ambos ha pasado a la historia mayúscula del cine. El telón de fondo es apocalíptico, un país arrasado por los diezmos, la sangría de los movilizados por las Cruzadas y una inmisericorde plaga de peste bubónica. Bergman se pregunta, como en otras películas de su etapa intermedia, dónde está Dios, qué hace. Lo pregunta de una forma abierta (el encuentro del caballero con la muerte no puede ser más diáfano) pero después lo enriquece. El existencialismo del protagonista mantiene un poso de humanidad e ironía; la disparidad de carácter con su escudero es engañosa, relativa. La partida de ajedrez es una bella metáfora, de que el vitalismo y el determinismo pueden estar entrelazados. Aunque el resultado está decidido no por ello hay que dejar de jugar. Hay más lecturas, el viaje desiniciático, o regresivo si se prefiere; el hijo pródigo regresando a ninguna parte, o sí, a los brazos de su creador, la paradoja de la troupe de comediantes cuerdos en un mundo desquiciado. Hay pocas palabras y muchos silencios. Es cine atemporal, que no se debe revisar con el ojo crítico de si está o no pasado de fecha. Hay que verlo aparcando prejuicios o etiquetas, dejándose llevar, atrapar, reflexionando o simplemente admirando la inspiración de Bergman, la expresiva fotografía de Gunnar Fischer y el magnífico trabajo de todos los actores.  

El séptimo sello está disponible en DVD (Manga films). Ingmar Bergman, buscador de perlas (Morphos, 2010) es una reciente aproximación al maestro. Para los fanáticos Taschen ha editado, en inglés, The Ingmar Bergman archives, una voluminosa y lujosa recopilación que incluye todos sus libros, un DVD con material inédito, una selección de fotografías y textos de especialistas como la introducción del actor, amigo y colaborador Erland Josephson.

miércoles, 27 de julio de 2011

Miss mamá regional


Publicado en Diario de Mallorca el 27/7/11


LA PRIMA COSA BELLA


Nacionalidad: Italia, 122 min. Director: Paolo Virzí. Actores: Micaela Ramazotti, Valerio Mastandrea, Stefania Sandrelli


Uno de los exitos taquilleros del año en Italia, La prima cosa bella es un ejercicio de nostalgia reciente con un airecillo al ensalzado neorrealismo previo. La historia va de una familia corriente en una ciudad de provincias. La protagonista (Ramazotti) gana por casualidad a un concurso local de la madre más bella y eso marca su vida a partir de ese momento: celos desmesurados del marido, fuga con sus dos hijos y tumbos vitales a partir de entonces, encadenando una serie de amantes que sólo la pretenden por su agraciado físico. Todo ello se superpone con una trama presente, en la que la misma mujer (Stefanía Sandrelli) se enfrenta con optimismo a un cáncer terminal. Sin embargo, su hijo primogénito (Mastandrea) sigue atormentado por su dura infancia.

Aunque la película no llega a caer en el culebrón en ningún momento, tampoco llega a despegar. Su incidental coincidencia argumental con Beginners, confirma su simplicidad. Además explota mucho, demasiado, los localismos, los estereotipos  de hombres machistas o calenturientos, y mujeres guapas, inseguras y viscerales. Localismo reforzado con la banda sonora, el tema de Nicola di Bari que da el título al filme y otros temas poco conocidos aquí. En el lado positivo se aprecia la humanidad de los personajes, la madre justita de talento para cualquier profesión y volcada con sus hijos; el hijo mayor debatiéndose entre la vergüenza y el cariño casi edipiano. El final es muy tierno. Más drama que comedia, justita en novedad y cualidades cinematográficas, La prima cosa bella permite asomarse a la historia reciente del país transalpino y recibir un modesto revulsivo emocional.

martes, 26 de julio de 2011

Con noticias de Paul

Publicado en Diario de Mallorca el 26/7/11

PAUL

Nacionalidad: EEUU, Reino Unido, 99 min.  Director: Greg Mottola. Actores:  Simon Pegg, Nick Frost, Paul Bateman, Sigourney Weaver

Simon Pegg y Nick Frost han logrado dar un toque británico a los nerds americanos, acertando con una comedia paródica de terror (Zombies party) y otra de policías (Arma fatal). Paul está dirigida por Greg Mottola, otro buen equilibrista de comedia gamberra, inteligente y sensible (Supersalidos, Bienvenidos a Zombieland).Los que no hayan seguido la carrera de los protagonistas sí reconocerán enseguida el argumento. Recuerda muchísimo (aunque sea muy improbable su influencia) a la deliciosa novela Sin noticias de Gurb de Eduardo Mendoza. 

Resumido: Pegg y Frost viajan a una feria del cómic en Estados Unidos y de allí parten en una autocaravana a divisar los sitios más famosos de avistamiento de OVNIS (Rosswell, Area 51). En su camino se les cruza un marciano (voz de Santi Millán) pasota, listillo y bocazas; y son perseguidos por la unidad secreta que estudiaba al alien (Bateman, Weaver), un par de patosos agentes del FBI y un bruto fundamentalista religioso. La mezcla de comedia friki, de acción y parodia (Encuentros en la tercera fase, E.T.) no cuaja del todo. La pareja de actores exige una complicidad previa con ellos que devuelve con gags demasiado burdos, tacos  y bromas sobre genitales y otras partes corporales ocultas. La crítica del extremismo cristiano es correcta a secas. La persecución de los hombres de negro sí produce tensión y risas. Y el enanito verde tiene gracia pero acaba cediendo (aquí se ve la calculadora mano de los productores Bevan y Fellner) a la lagrimita fácil. Paul no tiene tanta gracia como obras anteriores de los actores y el cineasta pero es simpática, un ligero entretenimiento veraniego.

domingo, 17 de julio de 2011

Listo para morir

Publicado en Diario de Mallorca el 17/7/11

HARRY POTTER Y LAS RELIQUIAS DE LA MUERTE (2ª PARTE)

Nacionalidad: Estados Unidos, 130 min. Director: David Yates. Actores: Daniel Raddclife, Ralph Fiennes, Rupert Grint, Emma Watson

La entrega final de Harry Potter da pie a voltear el dicho: primeras partes nunca fueron buenas. Cuesta comprender por qué la película del año pasado se hacía larga como un chicle estirado con el pulgar y la de este año se ve de un tirón. Primera pista, veinte minutos menos, lo cual, en un metraje que supera las dos horas, se agradece. Segunda, se concentra en los fundamentos:  Harry contra Voldemort, con sus dos jovenes amigos aprovechando sus minutitos de gloria y Severus jugando un ambiguo papel para alargar, lo justo, el suspense. Tercera, regreso a Hogwarts. Esta vez en plan numantino, con  escenas que recuerdan levemente a Las dos torres de Jackson/Tolkien. Cuarta, flashbacks emotivos aunque no plañideros para recordar el paso de la niñez a una consolidada madurez del prota. Quinta, equilibrio atinado entre batallas masivas, duelos personales y las atormentadas introspecciones de Harry; dosificación de las persecuciones, animales o espíritus y objetos mágicos.

El realizador, David Yates, remacha lo que apuntaba en anteriores entregas. Igual que el personaje se ha hecho adulto, las últimas películas de la serie tienen factura para ubicarse no con el género infantil sino en el de cine fantástico. No abusa de los virados tenebrosos, sigue apurando los encuadres e intercala algunas escenas luminosas para airear el filme. El reparto se mantiene como el flanco más débil. Raddclife y los adultos aguantan el tipo, Watson y Grint son igual de planos que hace una década. Sin novedad en la moraleja, exaltación de la familia clásica y la superación personal. Buen, no sobresaliente pero sí digno, colofón de la exitosa franquicia.

miércoles, 13 de julio de 2011

Soñando con tener un león

Publicado en Diario de Mallorca el 13/7/11

BEGINNERS

Nacionalidad: Estados Unidos, 104 min. Director: Mike Mills. Actores: Christopher Plummer, Ewan McGregor, Melanie Laurent

Un hombre sueña con tener un león. Encuentra una jirafa, la adopta, y sigue soñando con el felino. Este proverbio citado en el filme define al protagonista (Ewan Mcgregor) de Beginners. Un diseñador gráfico de treinta años se duele del reciente fallecimiento de su padre (Cristopher Plummer), que a los 75 años salió del armario y poco después pilló un cáncer. Tristeza que no remite ni siquiera tras ligarse a una actriz francesa afincada en Estados Unidos (Melanie Laurent).

Mike Mills, curtido como director publicitario y de videoclips y estrenado con Thumbsucker, opone la vitalidad desbordante del progenitor frente a la introversión lánguida del retoño; y plantea la utopía del amor puro, níveo. La acción es mínima, encuentros y desencuentros de la pareja joven y flashbacks de los últimos meses de vida del hombre mayor. No cae en ningún momento en el melodrama y tiene momentos excelsos (cuando se conoce la pareja y ella simula tener laringitis); no provoca carcajadas pero se acerca en los efectivos diaporamas con voz en off o las monadas del perrito Jack Russell heredado. Mantiene el interés con el buen entrelazado de pasado y presente, refuerza la ternura con una suave banda sonora y explota el inmenso talento de los actores: la vitalidad del veterano, memorable, Plummer; la solidez de McGregor y la frescura de Laurent (El concierto, Malditos Bastardos). El único pero es que se reafirma tanto como cine de autor, europeo casi, que roza el diletantismo. Recomendable aún así por su buena reflexión sobre las tensiones que muchos vivimos entre las ganas de vivir y el miedo a sufrir.

martes, 12 de julio de 2011

Rollo McQueen

Publicado en Diario de Mallorca el 12/7/11

CARS 2

Nacionalidad: Estados Unidos, 113 min. Director: John Lasseter.

De pareja bien avenida, la productora Pixar y la productora-distribuidora Disney pasó a matrimonio con todas las de la ley. John Lasseter y demás socios juraron, rejuraron y perjuraron que no se habían vendido al vil metal. Los escépticos (recuérdese que un pesimista es un optimista con experiencia) intuían próximo el momento de doblar la rodilla. Llegado ha.

La primera parte de Cars nos vendía el Shangri-la de unos Estados Unidos (la mítica ruta 66) previo al boom de las autopistas. Esta segunda, ávida por abrirse y comerse el mundo mundial, hace un refrito de competiciones automovilísticas (coches de serie, Nascar, Rally, Le Mans y F1 compitiendo juntos). Para no quedarse en un simplote videojuego, trama un sucedáneo de James Bond con energías limpias y sucias en liza. Otra decisión dudosa, como mínimo, es recular al protagonista (Ray McQueen) a un discretísimo segundo plano y relevarlo por Mate, la roñosa y deslenguada grua. Aunque provoca la simpatía perenne por los fracasados, su verborrea termina siendo mareante. La trama ecológica es escueta y pacata, ninguneando, inexplicablemente a los coches eléctricos o híbridos. Y el cameo vocal de Fernando Alonso es puro y obvio marketing. Escondido como guionista, por relajamiento o desenfoque, John Lasseter sí espabila como realizador, con complejísimas recreaciones de Londres o Tokio y un ritmo frenético. Cars 2 arrasará una vez más en taquilla y venderá trillones de juguetes y juegos para todas las consolas, pero la cruda realidad es que no alcanza el listón de muchas obras anteriores de Pixar. Seguro que remontan, como también que han tocado techo.

jueves, 7 de julio de 2011

Como puedas

Publlicado en Diario de Mallorca el 7/7/11


WIN WIN

Nacionalidad: Estados Unidos, 106 min. Director: Thomas McCarthy. Actores: Paul Giamatti, Alex Schaffer, Amy Ryan, Burt Young

El director Thomas McCarthy nos dejó un buenísimo sabor de boca con The visitor.  Win Win va de un abogado de provincias que, como hobby, entrena a un patético equipo juvenil de lucha libre. Como el bufete está en horas bajas, el hombre cede la tentación de ofrecerse a cuidar de un anciano para embolsarse parte de su pensión. La visita de un nieto del vetusto cliente mejora las expectativas de sus pupilos deportistas y a la vez abre un resquicio a que se descubra su alegal trampa. 

Uno tiene la impresión en varios momentos de la película de que los hermanos Coen con ese mismo argumento hubieran llegado mucho más lejos. O demasiado lejos. McCarthy logra armar unos personajes singulares sin llegar a los estrambótico; la lucha libre tiene más afición en América que en España, pero los problemas de los personajes son universales: el hombre de mediana edad que intenta salvar a la desesperada su profesión o negocio, la ama de casa que no puede o quiere ver esas dificultades, el anciano que no quiere ir a una residencia, el adolescente vapuleado que busca un referente adulto y se da cuenta que la única persona íntegra es su senil abuelo... Personajes que, gracias a que nunca se cae en el cinismo, el tremendismo o la lagrimita fácil, son personas, luchando con sus carencias, angustias e ilusiones. Personas de carne y hueso gracias al gran trabajo de los actores. Giamatti, una vez más, lo borda; Alex Schaffer sorprende con un difícilísimo papel, Amy Ryan y Melanie Lysnkey aguantan. Película de engañoso vuelo bajo, entrañable y quirúrgica al mismo tiempo.

No es tridimensional todo lo que reluce

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 7/7/11

PASEO DE RONDA

1. Desinflados. Nublado por la hipóxica atmósfera de Avatar, James Cameron gritó a los doce vientos que el futuro del séptimo arte estaba en las gafas estereoscópicas. Calló que era uno de los mayores inversores en esa tecnología y deseaba amortizarla. Muchos inversores se contagiaron de su euforia. Poco ha durado: En EEUU, dos hiperestrenos de esta primavera, Piratas del Caribe 4 y Kung Fu Panda 2, sumaron el 65% de las pantallas y obtuvieron sólo el 55% de los ingresos. El sentido común ha terminado imponiéndose. Hay espectadores que se marean con las gafitas, o que no quieren o pueden pagar dos euros más; hay géneros que no ganan nada en 3D, hay directores que prefieren concentrar su talento en contar buenas historias y dirigir a buenos actores.

2. Menguantes. Amiga de Rosario Nadal, con la que (cuentan los cotilleros) comparte desayunos y confidencias, Gwyneth Paltrow se atrevió a decir que en Europa se vive mejor que en USA y se la apuntaron con tinta roja. Intentó reconciliarse con los rednecks interpretando a una cantante country en Country strong y le han dado la espalda. Megan Fox, al inicio del rodaje de Transformers 3 disparó contra su director Michael Bay, comparándole con Hitler. Steven Spielberg, productor de la película e hipersensibilizado judío, devolvió el tiro enviándola al paro. Uno de los pocos críticos de cine respetados, Roger Ebert, ha sufrido también la maldición/precipitación de Twitter con un desafortunado comentario sobre el deceso de Ryan Dunn, protagonista de Jackass. El horno no está para egos, por si alguno aún no se ha enterado.

3. Crecientes. La nueva mayoría de la Academia del Cine español ha decidido limitar la edad de los aspirantes (16 años) tras algunas quejas por la imberbez de los protagonistas de Pa negre. Se puede considerar una discriminación dudosamente democrática. O reconocer, como ha hecho el propio Villaronga, que son ligas diferentes. Es obvio que cuesta no mirar a los jóvenes actores con paternal (genética) indulgencia.

4.Olímpicos. La National Portrait Gallery de Londres expone hasta el 23 de octubre El glamour de los dioses. John Kobal, emigrado austriaco, periodista, actor y autor se dedicó, por gusto, a coleccionar retratos realizados por los departamentos de promoción de los estudios. Fotógrafos sin renombre y sin sueños de grandeza que hicieron lo que se les mandaba, ensalzar, inmortalizar, a una generación de actores y directores excepcionales. Londres bien vale una escapada para ver esta muestra.

Otros tiempos

Publicado en Diario de Mallorca el 5/7/11

BLACKTHORN (SIN DESTINO)

Nacionalidad: España, Francia, Bolivia, 98 min. Director: Mateo Gil. Actores: Sam Shepard, Eduardo Noriega, Stephen Rea, Magaly Soler.

Sostenía un director (¿Orson Welles?) que deberían prohibir rodar en Monument Valley  porque esos paisajes estaban asociados para siempre con las películas de John Ford. Algo similar ocurre con los bandoleros Butch Cassidy y Sundance Kid, retratados con áspera energía por Sam Peckinpah (Grupo Salvaje) y con artificiosa y deliciosa condescendencia por George Roy Hill (Dos hombres y un destino). 

Sorprende por tanto el valor del cineasta español, Mateo Gil, al resucitar a uno de  ellos. Propone un Cassidy crepuscular (Sam Shepard), bien asentado en Bolivia pero con ganas de reunirse con su hijo en Estados Unidos. Intento que se tuerce cuando se cruza en su vida un buscavidas español (Eduardo Noriega). El nuevo/viejo Cassidy (camuflado bajo el apellido Blackthorn) tiene más similitud con los protagonistas de Sin perdón o El hombre tranquilo que el interpretado por Paul Newman. Es perro viejo, no ha perdido puntería pero sí olfato para detectar farsantes. Conmueve más por la interpretación de Shepard que por el guión, justito de tensión dramática y chirriante cuando se pone trascendental. Eduardo Noriega tiene gancho y currículo en España pero la faltan años y oficio para acercarse a la altura del actor, escritor y músico yanqui. Stephen Rea, en un breve papel, da otra lección magistral de interpretación. Más brillante se muestra el director con la fotografía, sacando petróleo de los agrestes paisajes bolivianos y en la banda sonora con los temas de blues primitivo. Aunque no brilla por su guión, Blackthorn tiene aromas de cine añejo, aventuras, bellos paisajes y un par de excelsas actuaciones.