jueves, 7 de abril de 2011

Blanco contra verde

Publicado en Diario de Mallorca el 7/4/11

¿PARA QUÉ SIRVE UN OSO?

Nacionalidad: España, 96 min. Director: Tom Fernandez. Actores: Javier Cámara, Gonzalo de Castro, Emma Suarez, Geraldine Chaplin

Tras La torre de Suso, Tom Fernández reincide en un subgénero que se podría bautizar costumbrismo neoecologista. Nada nuevo, por otro lado. Bebe de Un tipo genial, que a su vez resucitó el humor tierno de los Ealing Studios.

Si la anterior película de Fernández ligaba la reconversión de la industria minera con una incipiente vuelta a la frugalidad rural, aquí apunta más alto, al cambio climático y la especulación inmobiliaria en parajes naturales. La bondad de sus intenciones choca con la fragilidad de su guión. No hay una premisa cómica como tal y los personajes, sin excepción, son muy endebles. Eso provoca conflictos forzados, gags insulsos y abuso del colorismo artificial. Ejemplo: A Alejandro (Gonzalo de Castro) se le presenta como un zoólogo experto en osos reconocido internacionalmente. Nada más empezar la película su hermano Guillermo (Javier Cámara) le recuerda que puede atraerlos con cebos de miel. Otro: Alejandro pretende enseñar a pescar truchas con la mano y son su hermano o la veterinaria del pueblo los que le enseñan a él. Gags tan pueriles como esos son constantes en toda la película. La trama del reciclaje de envases es igual de burda. Algo de gracia hacen el tranquilizante para caballos o la película muda de unos antiguos aventureros.

Las buenas comedias apelan al niño que todos llevamos dentro, pero con inteligencia de adultos. Aquí es a la inversa. Como comedia infantil (para chicos de 6 a 12 años) ¿Para qué sirve un oso? es simpática e instructiva. Para adultos solos es demasiado infantil. Humor blanco, y blando, barnizado de activismo verde.

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