martes, 28 de septiembre de 2010

Mala praxis

Publicado en Diario de Mallorca el 28/9/10

CARANCHO

Nacionalidad: Argentina, 107 min. Director: Pablo Trapero. Actores: Ricardo Darín, Martina Gusman, Carlos Weber, José Luis Arias

Carancho es el adjetivo sudamericano equivalente a carroñero en España. La última película de Pablo Trapero (Mundo grúa, La parte del león) hurga en la tragedia de las víctimas de tráfico en Argentina (8000 al año) y su manipulación para estafar a las aseguradoras. Sosa (Ricardo Darín) es un abogado desposeído de su licencia por mala praxis, que trabaja para otro en ese carroñero negocio, con la ayuda de algunos policías y médicos que están en el ajo. Cuando conoce a Luján (Martina Gusman), una doctora de urgencias, intenta dejar ese deleznable trabajo.

Carancho sólo tiene en común con El secreto de sus ojos el género, la nacionalidad y a su protagonista; la historia tiene mucho más en común con clásicos como Veredicto final, Sin perdón, Fat City o Más dura será la caída. No hay medias tintas: hospitales sórdidos, personal sanitario desbordado o desmotivado, víctimas o familiares dolidas, desconcertadas, fáciles de manipular; policía incompetente o corrupta, abogados debatiéndose entre el deber ético, la codicia y la supervivencia pura y dura, gente sin recursos dispuesta a forzar accidentes de tráfico para ganar un poco de dinero y aseguradoras impotentes o incompetentes para detectar el fraude. La fotografía refuerza la intensidad del thriller, con muchas escenas nocturnas y muchas sombras. La dureza es soportable por el ritmo bien planificado y sostenido, el conflicto de los protagonistas entre actuar correctamente o ceder a la tentación de la macabra corrupción y el excelente trabajo de los actores, Darín y Gusman. Carancho es una historia de perdedores dura e implacable, con otra actuación sobresaliente de Ricardo Darín.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Buscando una señal

Publicado en Diario de Mallorca el 26/9/10

COME, REZA, AMA

Nacionalidad: Estados Unidos, 116 min. Director: Ryan Murphy. Actores: Julia Roberts, Javier Bardem, Richard Jenkins, James Franco

Vista como una fantasía, Come, reza, ama, tiene su punto. Narra las peripercias (basadas en la experiencia real de la escritora Elizabeth Gilbert) de una recién divorciada que inicia un Grand Tour dividido en tres etapas, Italia para despertar su estómago, un ashram de India para encontrar la paz interior y Bali para reconciliarse con los demás y afrontar el futuro. Conoce gente muy interesante, un profesor italiano y su novia sueca, un paisano de Tejas con trauma similar a ella, un brasileño (Bardem!) del que finalmente se enamora. Visita lugares preciosos y encuentra lugareños encantadores. Siente morriña cuando acude a una boda india, dudas sobre sus relaciones amorosas, y sus amigos se muestran muy solidarios cuando debe ayudar a una mujer indonesia.

Todo es perfecto, demasiado. Rascando un poco se aprecia enseguida la impostura: Se abusa de los tópicos (los italianos vividores, los indios pobres, los balineses majos). La fotografía es una sucesión de empalagosas postales. Hay una sensación de egotrip, de comidas de coco de una burguesa acomodada. Y una incitación mal disimulada al consumismo del nuevo siglo. Si en décadas anteriores la consigna era gastar en ropa, coches y aparatos electrónicos, el soma actual son los viajes a lugares exclusivos, la ropa y comida naturales y los gurús personales. Y eso es la película al fin y al cabo, un cuidado folleto de agencia de viajes, un catálogo completo de una tienda tipo Natura y un libro de autoayuda con Julia Roberts, Javier Bardem y Richard Jenkins (The visitor) como experimentados vendedores. Seis por el precio de uno, imposible resistirse.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

El perfume de Louis

Publicado en Diario de Mallorca el 22/9/10

MI REFUGIO

Nacionalidad: Francia, 101 min. Director: François Ozon. Actores: Isabelle Carré, Louis-Ronan Choisy, Pierre Louis-Calixte

Premio Especial del Jurado en el Festival de San Sebastián del año pasado, El refugio trata de un tema infrecuente e incómodo, la adicción a la heroína entre personas de clase acomodada. El arranque es tópico y duro, demasiado explícito para mi gusto; el final es todo lo contrario, sutil y acertado. El acto central, la mayor parte del metraje de la película, trata de una chica treintañera que pasa unas vacaciones en el Pais Vasco francés y recibe la visita del hermano de su ex pareja. Pasean por la playa, hablan, ligan con lugareños, salen algún día de marcha. Argumento aparentemente leve y con marcadísima influencia de Eric Rohmer (Pauline en la playa, Cuento de verano). Con una sensible diferencia: La protagonista, Mousse, está viuda, embarazada y sigue un tratamiento de metadona; el invitado, Paul, es homosexual con amagos de bisexualidad. En las conversaciones, en los silencios, en las ausencias, se vislumbra una interesante marea de fondo: ¿Quiere Mousse tener al bebé realmente? ¿Tiene su patología controlada? ¿Está preparada? ¿Está equilibrada? ¿Qué quiere hacer con su vida? Ese trasfondo no llega a aflorar del todo, lo cual puede decepcionar a alguno, pero crea la suficiente tensión y es acorde con el carácter reservado e inseguro de la protagonista.

La finura del guión se refuerza con la sobriedad de la realización y el excelente trabajo de los actores. Isabelle Carré presta su embarazo real y regala una interpretación mesurada y creíble. Choisy le da réplica con su apostura y buen juego de miradas. El refugio es buen cine francés, con regusto a Rohmer y Chabrol.

martes, 21 de septiembre de 2010

Signor farfalle

Publicado en Diario de Mallorca el 21/9/10

EL AMERICANO

Nacionalidad: Estados Unidos, 105 min. Director: Anton Corbjn. Actores: George Clooney, Irina Björklund, Violante Placido, Johan Leysen

George Clooney es un asesino. Desde el punto de vista de marketing es una jugada prometedora: crea ruido, provoca a los espectadores y ofrece al oscarizado actor la oportunidad de demostrar que es algo más que una sonrisa Nespresso. Ese gancho comercial se arropa con la ambientación en la cordillera italiana de los Abruzzos y guiños cinéfilos, con ecos de caracteres encarnados por Alain Delon, Jean Paul Belmondo o Charles Bronson e historia que invoca a clásicos de Jean Pierre Melville, Arthur Penn o Luc Besson.

Las buenas intenciones se consuman a medias. El argumento va de un francotirador que se esconde en un pueblecito apenino, acepta un trabajo no violento y se enamora de una meretriz. Hay tensión porque su encierro y su discreción provocan cierta empatía. Sin embargo, la austeridad del guión acaba mostrando su nebulosidad. No se explica por qué le persiguen a él y no a sus contratadores, qué relación tiene con su jefe, en qué bando estaba la chica de la escena inicial o, lo más importante, por qué eligió ese trabajo. Y comparándola con los clásicos a los que emula, a la película le falta convicción y riesgo. No digo que el protagonista tuviera que ser un hombre arisco o desalmado, pero no acaba de mostrar una inteligencia o una astucia por encima de lo normal, y la trama amorosa cae en una blandura evitable, precisamente, analizando esos filmes homenajeados. A pesar de las carencias reseñadas, El americano funciona como alternativa al frenético y descerebrado cine de acción de Hollywood, y tampoco decepcionará a los fans del actor.

jueves, 16 de septiembre de 2010

El cirujano cáustico

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 16/9/10

CINE. Tic, tac. El paso del tiempo va reduciendo a la Nouvelle vague a cenizas, literalmente. Todos coinciden ya en que, más que un movimiento, fue un ayuntamiento. Espoleados por André Bazin, Truffaut, Godard, Chabrol, Rivette y el semi intruso Rohmer, se alzaron contra el anquilosado y apolillado cine francés de la posguerra, lo laminaron, se apropiaron de las cámaras y se dispersaron. Godard y Rivette tiraron por el experimentalismo extremo, Resnais buceó en los daños colaterales de los conflictos bélicos, Truffaut sentó e impartió cátedra, Rohmer se refugió en microhistorias intimistas, Chabrol se limitó a asomarse a la ventana de su casa.

Desde esa ventana, desde la farmacia de pueblo que pudo haber regentado de seguir los pasos de su padre, Claude se dedicó durante 52 años y 60 películas, a hurgar y aflorar, abrir y diseccionar en las dobleces, miserias y dobles vidas de la burguesía. Insistió una y otra vez para remarcar, como indica Gutiérrez Aragón, que la ideología burguesa es altamente contagiosa. Fue quizás el alumno más reconocible de Hitchcock (Truffaut, por ego, se desmarcó enseguida y marcó su propio territorio) pero sin llegar a ser un discípulo. Chabrol prescindió de Mcguffins, misterios y persecuciones y se concentró en los conflictos personales. No se complicó la vida en aspectos formales. Su ansia creativa, similar en productividad a la de Woody Allen, le llevaron a escoger el formato más cómodo, planos medios, interiores comunes, exteriores sin complicaciones. Pero sus personajes atrapaban desde el primer momento. En Los primos (su segunda película y Oso de Oro en Berlín) mostró un triángulo amoroso incestuoso, claustrofóbico y desgarrador. Una doble vida es un thriller puro, con amantes asesinadas y cortinas de humo para mantener el hipócrita status quo de los jerifaltes burgueses. En El carnicero apuró la relación entre un asesino y una testigo, con la tensión sobre si habrá delación o silencio, atracción o repulsión. La más reciente Borrachera de poder, con su musa de sus últimos años, Isabelle Huppert, no lleva la historia al extremo de La pianista, de Michael Haneke, pero desarrolla muy bien la frase del barón de Acton sobre lo fácil que es cargar sobre los demás las contradicciones e inseguridades propias. El frenesí del realizador francés le llevó a tocar otros palos como la comedia policíaca (No va más), adaptar clásicos (Madame Bovary) o incluso rodar con Silvia Kristel (Alicia o la última fuga).

Truffaut nos abandonó hace un cuarto de siglo, Rohmer hace unos meses, Chabrol hace unos días. La guadaña no perdona; sus cáusticos retratos de la burguesía no se olvidan.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Jugando a ser mamá

Publicado en Diario de Mallorca el 12/9/10

TODO LO QUE TU QUIERAS

Nacionalidad: España, 101 min. Director: Achero Mañas. Actores: Juand Diego Botto, Ana Risueño, Lucía Fernández, José Luis Gómez

En su tercera película Achero Mañas (El Bola) tantea con el drama familiar. El planteamiento es muy básico: matrimonio feliz (Botto, Risueño) con hija de cuatro años (Fernández). La mujer muere; el padre, un abogado un poco carca, debe cuidar a su hija. El prolegómeno es más largo de la cuenta. Tras el convencional punto de giro llega el momento de aportar algo nuevo. El protagonista, para ayudar a su hija, comienza a jugar a disfrazarse de la difunta; eso le lleva a pedir ayuda a un transformista y acabar siendo víctima del racismo homófobo. La secuencia de acontecimientos está bien engarzada pero deriva en varios temas: a) Hasta qué punto hay que ceder a los deseos/caprichos de la pequeña para que supere el trauma; b) el estigma y persecución de los homosexuales; y c) la pérdida de la custodia de la hija por inestabilidad emocional del progenitor. Como los tres tienen excesivo peso, la segunda parte del filme vira excesivamente de uno a otro y resintiéndose su veracidad.

La irregularidad del argumento central se compensa en parte por la finura en las secuencias individuales (impecable la de la muerte de la madre) y los diálogos. Y con el buen hacer, el innegable talento de Mañas como cineasta: fotografía muy cuidada sin ser llamativa, ritmo preciso, excelente trabajo de los actores. Botto fuerza un poco la introversión de su personaje pero es muy creíble en su transformismo; José Luis Gómez borda un papel hecho a su medida; notable también para las tres mujeres (Fernandez, Risueño y Nimri). Todo lo que tu quieras es un drama no redondo pero interesante.

martes, 7 de septiembre de 2010

El precio de la lección

Publicado en Diario de Mallorca el 8/9/10

BRIGHT STAR

Nacionalidad: Reino Unido, Australia, Francia, 119 min. Director: Jane Campion. Actores: Ben Wishaw, Abie Cornish, Paul Schneider, Edie Martin

De un dramaturgo hispano a un poeta anglo, John Keats; de 1586 a 1818, de las corralas madrileñas a la campiña inglesa. El argumento de Bright star es tan leve como la salud de su protagonista. Cuida a un hermano y vive con otro poeta, conoce a una vecina, se enamoran, él enferma, ella se enamora aún más, él se va a Roma en un intento desesperado por salvar su vida. El guión de Jane Campion (basado en una biografía de Andrew Motion) es inteligente. El acercamiento entre la pareja es muy gradual y por ello muy creíble. Contrapuntea con el causticismo del compañero del poeta (cuando Keats accede a darle clases de poesía a Fanny, el amigo le espeta a él: “Sólo te pido una cosa: que el precio de la lección no seas tú”), adorna con la ingenuidad de la hermana de ella; y tensa un poco, lo justo, con las rigideces sociales y puritanas de la época. El afinado libreto se complementa con un acertadísimo reparto: constantes, omnipresentes juegos de miradas entre Wishaw y Cornish; viveza en la pequeña Martin; calculada fanfarronería de Schneider. Y la destacada fotografía. No hay derroches de vestuario ni localizaciones espectaculares; sí planos muy bellos, cenitales del bosque o primerísimos planos como el de la costura.

Jane Campion sufrió, tras El piano, el vértigo y la ofuscación del éxito. Con Bright Star recupera el pulso y el corazón. En la primera película citada logró trasladar la emoción de las notas musicales a las imágenes; en esta convierte los versos en fotogramas. ¿Preciosista? Sí. ¿Romántica? Mucho. ¿Cursi o blanda? En absoluto.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Llenando Madrid de versos

Publicado en Diario de Mallorca el 6/9/10

LOPE

Nacionalidad: España, Brasil 100 min. Director: Andrucha Waddington. Actores: Alberto Amman, Pilar López de Ayala, Leonor Watling, Luis Tosar

Aceptando que en la ficción el fin justifica los medios (moldear la historia a placer por exigencia del público), obviaremos si este biopic se ajusta más o menos a la vida real del biografiado. Lope retoca una etapa vital del autor para contar sus desvelos con dos bellas mujeres, las hijas de un promotor teatral y de otro gentilhombre, pretendidas a su vez por sendos nobles. Los titubeos de las féminas y los excesos del macho con la pluma y la espada acaban provocando su persecución, encarcelamiento y destierro. El autor de Fuente Ovejuna es mostrado no como un compulsivo mujeriego sino como un bienintencionado rompecorazones. Con los atenuantes adicionales de ser explotado por su productor, ninguneado por los nobles y sermoneado por los religiosos, factores que provocan su desentonado despecho. Este exceso de santidad es tan dudoso como antidramático, vicio ya apreciado en Alatriste y que acerca peligrosamente el filme a las miniseries históricas para televisión. La realización está a la altura del presupuesto, los actores dan lo mejor de sí mismos, la música es redundante.

Lope cuenta la vida de un cuasi genio con mentalidad funcionarial. Todo el riesgo que Lope de Vega derrochó en su vida y su obra se echa de menos en esta película. Pilar Miró fue más atrevida adaptando con el lenguaje de su época y mucha más convicción El perro del hortelano. Tom Stoppard supo inyectar sangre y alegría al contemporáneo británico de Lope en Shakespeare in love. Andrucha Waddington se ha limitado a cuidar la ambientación y rodar un guión tan correcto como plano.