El buen samaritano

Publicada en Diario de Mallorca el 19/01/09

SIETE ALMAS

Nacionalidad: Estados Unidos, 126 min.
Director: Gabrielle Muccino
Actores: Will Smith, Rosario Dawson, Woody Harrelson, Michael Ealy

Desde tiempos inmemoriales muchos creadores combinan argumentos, o esencias, de dos o tres referentes, y los adaptan a un planteamiento y personajes novedosos. Es tan lícito como peligroso por: a) que sean demasiado evidentes esos referentes; b) que la mezcla no acabe de cuajar y c) que en esa fusión el creador se olvide de lo que realmente quería contar.

La anterior colaboración de Will Smith y y el realizador italiano Gabrielle Muccino se saldó con un taquillazo. En busca de la felicidad, una historia real correctamente contada. Siete almas, con guión original de Grant Nieporte es una mezcla de 21 gramos (el título original, Seven pounds, se refiere al peso del corazón; el filme de Iñarritu al supuesto peso del alma) con Leaving Las Vegas. La combinación funciona porque los dos referentes y la fusión son dramas puros; con la diferencia de un ritmo más premioso y una duración algo excesiva. Sin embargo, una vez que se conoce la historia completa se evidencia una grave contradicción: El protagonista (perdón por desvelar parte del argumento) busca la expiación mediante el sacrificio, pero el medio elegido es contradictorio. El sólo hecho de ayudar a gente necesitada es la más noble de las redenciones; el martirio tiene un componente egocéntrico, porque impide ayudar a más personas en el futuro. Para remate, el método de sacrificio confirma la irrealidad y exageración de la propuesta.

A pesar de este importante reparo, Siete almas se aguanta por el trabajo de los actores. Will Smith se ha encerrado en papeles de llanero solitario (Soy leyenda, En busca de la felicidad) o buen samaritano (Hancock, ésta). Es muy buen actor pero comienza a cargar. A su lado Rosario Dawson confirma su naturalidad y talento. El amor entre ellos es lo mejor del filme. Woody Harrelson, Michael Ealy y Elpidia Carrillo les arropan bien. La ambientación y la música completan el envoltorio de un resultón, aunque cuestionable, drama.