ANGELES Y DEMONIOS
Nacionalidad: Estados Unidos, 138 min.
Director: Ron Howard
Actores: Tom Hanks, Ewan Mcgregor, Ayelet Zurer, Armin Mueller-Stahl
En Ángeles y demonios el enemigo no es el Opus Dei sino una sociedad secreta de científicos (los Illuminatti) que pretenden vengar dolorosos desagravios desde la época de Galileo. Para ello traman un golpe de estado en el Vaticano robando en un acelador de protones un frasco de antimateria con poder equivalente a una bomba atómica y secuestrando a varios futuribles papales justo antes de que se encierren en el cónclave sucesorio.
El prota vuelve a ser el simbólogo yanqui (Tom Hanks), acompañado esta vez por una físico nuclear (Ayelet Zurer). La mezcla de ciencia con intrigas religiosas vuelve a rozar el surrealismo. Más creíble es el agnosticismo del docente. Y sorprende lo pacato de la trama sentimental. Para camuflar la inverosimilitud, Ron Howard imprime un ritmo muy vivo a toda la película, carreras de un lado a otro de Roma, multitud (recreada por ordenador) enardecida por el Cónclave y las obligadas dosis de sangre y fuego para mantener la tensión. La música es muy cargante. Los actores se limitan a seguir el guión, ya que sus personajes no dan para más.
Puntualización final: No estoy en contra de los best-sellers ni de los filmes comerciales. Sólo reniego de las obras que, con la excusa de llegar a un público más amplio, atentan contra la inteligencia y la cultura más básicas. A los que les gustó el libro, supongo que les agradará está película. Al resto les exige poner las neuronas a cero. Olvidar todo lo que aprendieron desde la educación primaria y dejarse llevar por el buen ritmo de este thriller subdivisión birretes.
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