jueves, 30 de diciembre de 2010
Más y menos
martes, 28 de diciembre de 2010
Acorralado
lunes, 27 de diciembre de 2010
Sin palabras
lunes, 20 de diciembre de 2010
El juego no ha terminado
domingo, 19 de diciembre de 2010
La tercera España
miércoles, 15 de diciembre de 2010
Aquellos efectos especiales
señor temporal
Pensando en ellas
domingo, 12 de diciembre de 2010
Almas perdidas
lunes, 6 de diciembre de 2010
Disciplina escocesa
Publicado en Diario de Mallorca el 7/12/10
NEDS
Nacionalidad: Reino Unido, 124 min. Director: Peter Mullan. Actores: Conor McCarron, Gregg Forrest, Peter Mullan, Louise Goodall,
Con su primer largometraje detrás de la cámara (Las hermanas de la Magdalena) el actor Peter Mullan ganó el león de Oro del Festival de Venecia. Su segundo, Neds, se ha llevado la Concha de Oro y el premio al mejor actor (Conor McCarron) en el último festival de San Sebastian. Mullan vuelve al drama social de época. Esta vez es el Glasgow de los años 70 y muestra como el exceso de represión en las aulas (recurso constante a la disciplina inglesa), la ausencia de fuerzas de seguridad en las calles y el deficiente arraigo familiar crearon el caldo de cultivo para que se desbocara la violencia juvenil. El título del filme es un acrónimo de delincuentes sin escolarizar. El tema no es ni original (Quadrophenia, Rumble fish) ni demasiado trillado. El protagonista es un chico inteligente e introvertido que, por el selvático ambiente de su barrio y el escaso apoyo familiar (padre alcohólico, madre resignada) acaba perdiendo completamente el control. Ese descenso al pozo se fortalece con las buenas actuaciones; soberbio McCarron en su debut como actor, bien apoyado por Mullan como su padre, muy creíbles sus compañeros y profesores. Y se consolida con unos toques de humor negro, como los remedos de Taxi driver en la escena del espejo o Rambo cuando se interna en el barrio enemigo con dos cuchillos de cocina, el delirio con una reproducción de Cristo en el cementerio y algunas acciones de los docentes. El final positivo, la sensación de autenticidad del conjunto y la ausencia de moralina refuerzan la sobriedad y solidez de la película.
El patio trasero de la globalización
Publicado en Diario de Mallorca el 6/12/2010
BIUTIFUL
Nacionalidad: España, Mejico, 147 min. Director: Alberto Gonzalez Iñarritu. Actores: Javier Bardem, Maricel Alvarez, Eduard Fernandez, Hanna Bouchaib
En su primera película tras su ruptura con el guionista Guillermo Arriaga, Alberto Gonzalez Iñarritu mantiene el drama al límite y la permeabilidad cultural pero abandona las historias cruzadas. El título y la localización (Barcelona) son una amarga ironía del contenido: en vez de mostrar la cara glamourosa de la ciudad, como Woody Allen en Vicky Cristina Barcelona, Iñarritu baja a las cloacas del Raval para recordarnos que el tercer mundo, la pobreza extrema, la esclavitud encubierta no están en otros continentes sino en el patio trasero de nuestras casas.
El protagonista (Uxbal/Javier Bardem) hace de puente entre el submundo y el primer mundo. Es un personaje complejo, con una vida personal muy difícil (sin trabajo fijo, dos hijos a su cargo, ex mujer con desórdenes psicológicos) e intensas contradicciones éticas. Al saber que tiene una enfermedad terminal le entra un frenesí por ayudar a manteros africanos y trabajadores ilegales chinos, y al mismo tiempo, sacarles jugo económico para ayudar a sus hijos. Esas discordancias recuerdan bastante a las del protagonista de Carancho. Y la interpretación de Javier Bardem es, como la de Ricardo Darín, excelsa; merecedora de todos los premios que reciba. Bardem está bien acompañado por Eduard Fernandez y la mejicana Maricel Álvarez. Actuación reforzada por el realizador con una potente fotografía y ambientación y una banda sonora de Gustavo Santaolalla que juega entre el lirismo y los sonidos desasosegantes.
Biutiful es encomiable en su denuncia de la injusticia y tiene una factura e interpretaciones magníficas, pero vuelve a caer en los excesos de su director, su gusto por el drama extremo y el hiperdilatado metraje.
jueves, 2 de diciembre de 2010
Una proposición inusual
Publicado en Diario de Mallorca el 1/12/10
CHLOE
Nacionalidad: Estados Unidos, Canadá, Francia, 96 min. Director: Atom Egoyan. Actores: Liam Nesson, Julianne Moore, Amanda Seyfried
El duodécimo largometraje de Atom Egoyan es un remake de una película francesa bastante reciente (Nathalie, 2003). Película en la que a su vez se aprecian influencias de Egoyan, como en Exotica: la degradación del matrimonio por la rutina, las soledades resultantes y las consecuencias de esas soledades: infidelidades o amagos, resignación, desconfianza. Y los hijos, al hacerse adultos, en vez de atemperar la crisis de la pareja la acentúan, porque les recuerda que fueron jóvenes y vivieron un amor apasionado.
Todo esto se refleja de forma excelente en la primera parte de Chloe. Reforzado por el gran trabajo de los actores. Liam Nesson muy austero (y triste, ya que en las fechas del rodaje falleció su esposa de forma trágica), Julianne Moore revelando con sus ojos el desconcierto de su personaje, Amanda Seyfried explotando sus saltones ojos y su generoso y sugerente cuerpo. La segunda mitad deriva hacia un thriller sexual en la línea de Atracción fatal o Instinto básico: Sexo, obsesión, descontrol, muerte. La realización mantiene un frío glamour, las escenas de sexo son muy elegantes, los actores se contienen; pero se evidencian trampas de guión e inconsistencia de los personajes, sobre todo la joven protagonista. Como meretriz de alto vuelo es muy creíble, su arrobamiento por otra fémina chirría. La candidez del hijo es otro elemento desmasiado trillado. En este tramo se antepone el conflicto y el morbo a la verosimilitud. El desenlace es el corolario del exceso. En conjunto Chloe deja una sensación extraña. Perdonándole su descarriadillo guión, su búsqueda del morbo, queda un aceptable drama matrimonial.
Corta vida al Dogma
Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 2/12/10
CINE. Hace quince años nació el movimiento Dogma 95. Dos cineastas daneses, Lars von Trier y Thomas Vinterberg, cabreados por el avasallador rodillo de las superproducciones americanas, propusieron una vuelta a la pureza del séptimo arte. Aprovechando un evento en París expusieron un decálogo de los requisitos que debía tener el cine puro, buenas y sencillas historias, limpias de pirotecnias, efectos especiales y egos.
Era una provocación. Sus promotores lo calificaron como un nuevo extremismo y bautizaron los requisitos como votos de castidad: 1) Rodar en exteriores; 2) Sin banda sonora; 3) Cámara en mano; 4) Color; 5) Prohibidos filtros y trucajes; 6) Ausencia de “acción superficial” (muertos, armas…); 7) Prohibidos saltos temporales y geográficos; 8) No se aceptan películas de género; 9) No video, sólo celuloide de 35 mm; y 10) El director no aparecerá en los créditos.
Para dar ejemplo, Vinterberg y von Trier (a los que se unieron poco después Kroostian Levring y Soren Kragh-Jakobsen) oficializaron el Colectivo Dogma 95, expidiendo certificados y rodando sus siguientes películas acorde a esos votos. Celebración, de Vinterberg, ganó en 1998 el Gran Premio de Cannes; al año siguiente Los idiotas de von Trier tuvo también un gran éxito.
La idea era buena, pretendía fomentar el cine de autor barato, sin pretensiones y centrado en el contenido. Pero se les fue la mano con el decálogo, que tenía un tufillo a Rebelión en la granja, lleno de contradicciones, subjetivismos y ambigüedades: Rechazaron El proyecto de la bruja de Blair por ser “de género” pero ellos mismos se saltaron las normas, rodando en video (Celebración y Los idiotas) e incluyendo momentos pornográficos en la segunda. Lo de la cámara en mano era esnobismo. La renuncia a la autoría era más propio de la Revolución Cultural de Mao que del libertarismo latente en la propuesta. Y espúreo, porque sabían que los productores y distribuidores acabarían publicitando al director. Además, para no caer en la unidad total de espacio-tiempo (lo que hizo Hitchcock en La soga) permitían un cierto lapso de tiempo y el consiguiente juego de montaje, abriendo una pequeña puerta a la manipulación.
El nuevo extremismo se quedó en eso, extremismo. Atrajeron a directores de otros países, se hicieron algunas películas excelentes (Mifune, Italiano para principiantes), siguieron expidiendo certificados y se desvanecieron poco a poco. En Estados Unidos salió incluso un movimiento de contestación, el Dogpile95, reclamando las películas de serie B de la productora Troma como el cine más auténtico de todos.
Reflexiones finales. Es cierto que el mercantilismo de las superproducciones ha arrinconado a buenos autores y buenas historias. Que en la época de McCarthy, con muchísimas restricciones, se hicieron un montón de obras maestras. Y que el purismo artístico excluye a autores y una porción importante de la audiencia que no comulgan con muchos de esos votos de castidad. Un ejemplo: el díptico de Richard Linklater (Antes del amanecer, Antes del atardecer) es 100% Dogma aunque sin certificados; dos películas sencillas, austeras y redondas. Y una pista: Lars von Trier fue el primero en abandonar el barco, ¿coartaba su talento?
domingo, 28 de noviembre de 2010
El brutamonte
Publicado en Diario de Mallorca el 29/11/10
ENTRE LOBOS
Nacionalidad: España, 101 min. Director: Gerardo Olivares. Actores: Sancho Gracia, Juan José Ballesta, Manuel Camacho, Carlos Bardem
Hay una sensible diferencia entre El pequeño salvaje (Françios Truffaut), El enigma de Kaspar Hauser (Werner Herzog) y Entre lobos. El niño protagonista de la primera se crió en un bosque francés; el de la película de Herzog vivió encerrado en el sótano de Nüremberg. Ambas películas cuentan el después, los esfuerzos para “civilizarlos”. Entre lobos, adaptando un ensayo de Gabriel Janer Manila, cuenta el antes y el durante de un chico que se asilvestró en un latifundio de Sierra Morena durante la posguerra. Hijo de unos pastores míseros y analfabetos, se crió entre humanos y sabía hablar. A los siete años su padre saldó una deuda con el terrateniente cediéndoselo y éste lo colocó como ayudante de un cabrero eremita. Un par de años después su mentor murió y el chico eligió esconderse entre cánidos salvajes por no soportar a los esbirros del amo. Éstos conocían perfectamente su presencia (le apodaban El brutamonte) y lo devolvieron a la sociedad sólo cuando el chico ayudó a un bandolero, para darle un escarmiento.
La película de Gerardo Olivares está más cerca de Carroll Ballard (El corcel negro, Los lobos no lloran) en su enfoque naturalista. Cae, hay que decirlo, en un cierto maniqueismo. Acentúa la inhumanidad del terrateniente y su capataz frente a la armonía de la vida animal, y retrata al chico como prototipo de buen salvaje. Ese simplismo, y la música redundante, se compensan con el gran trabajo de los actores (Camacho, Bardem, Gracia) y el recordatorio, siempre necesario, de que la naturaleza no es nuestra enemiga.
miércoles, 24 de noviembre de 2010
Bajas en calorías
Publicado en Diario de Mallorca el 24/11/10
18 COMIDAS / CYRUS
Nacionalidad: España, 101 minutos; Estados Unidos, 92 min. Director: Jorge Coira / Jay y Mark Duplass. Actores: Luis Tosar, Esperanza Pedreño / John C. Reilly, Marisa Tomei, Jonah Hill
Sesión doble de cine independiente. 18 comidas narra unos minidramas emocionales a través de las tres sesiones culinarias de un día. Una pareja gay invita a comer al hermano de uno de ellos; una mujer casada invita a comer a un viejo amigo, músico callejero; un actor intenta desesperadamente quedar con una chica; otra joven se debate entre un chico de su edad y un hombre maduro; una pareja de abuelos pasan el día en el tedio más absoluto; y un par de solteros jaraneros disfrutan la vida comiendo y bebiendo. Cyrus se puede subtitular “El hijo de ella”: Un divorciado conoce a una mujer guapísima. Hay química hay ganas de vivir juntos, pero hay un pequeño obstáculo: ella vive con su hijo. Un orondo, eremita, enmadrado y manipulador crío de 21 años.
La mayor virtud de ambas es su principal lastre. Se han centrado tanto en ser verídicas, en mostrar sentimientos auténticos y reconocibles que se han dejado la chispa por el camino. No hay excesos ni sorpresas. 18 comidas repite el formato de Tapas sin aportar nada nuevo. Cyrus amaga con ofrecer una variante de Los padres de ella pero toma un rumbo neutro. No hay humor de brocha gorda ni de pincel fino. La maldad del protagonista es muy básica, se limita a esconder unos zapatos, simular pesadillas y montar un numerito en una boda. El talento de los actores de ambos filmes mitigan en parte la insipidez de sus personajes. La huida de la soledad o la búsqueda del amor definitivo acaban provocando que sean unos pánfilos.
lunes, 22 de noviembre de 2010
En el camino
Publicado en Diario de Mallorca el 23/11/10
HARRY POTTER Y LAS RELIQUIAS DE LA MUERTE (1ª PARTE)
Nacionalidad: Estados Unidos, 150 min. Director: David Yates. Actores: Daniel Raddclife, Michael Gambon, Rupert Grint, Emma Watson
La gallina sigue sin resuello. La séptima entrega vuelve a ser la penúltima porque se ha dividido en dos. Las espadas están bien altas: Harry y amigos deben encontrar y destruir tres horrocruxes de Voldemort para acabar con su inmortalidad. Durante dos horas y media (recuerden, es sólo la primera parte del episodio final) localizan y desactivan uno y justo al final se muestra el segundo. ¿Y qué hacen entre medias? Al principio hay una breve persecución (escobas y una moto con escúter) por aire, tierra y charco; se cuelan en el Ministerio de Magia bajo la piel de unos funcionarios, salen por patas, y en la búsqueda de ese primer horrocrux recorren bucólicos y desiertos paisajes, hay un nuevo amago de romance entre Harry y Hermione, celos de Ron, dudas existenciales, caen en las garras de Bellatrix y reciben la ayuda de unos simpáticos elfos. Hogwarts sólo sale en las portadas de los periódicos; la estación de tren en dos fugaces momentos. Las estrellas invitadas esta vez son Bill Nighy (Love Actually) y Rys Ifhans (Notting Hill).
Está bien que en los últimos episodios hayan aireado la serie fuera de Hogwarts, las escobas voladoras y los truquitos de magia. Pero la búsqueda de trascendencia y la madurez de los personajes no es excusa para renunciar a la acción y el entretenimiento. Ni para estirar el final de forma tan descarada. A los fans absolutos de la serie supongo que les gustará. Los que no hayan seguido entregas anteriores se enterán de muy poco; los niños pequeños de casi nada.
jueves, 18 de noviembre de 2010
Fogonazos de un genio
1953. Bienvenido Mister Marshall. “Como alcalde vuestro que soy os debo una explicación, y esa explicación os la voy a dar porque os la debo”. Bardem, (coguionista junto con Miguel Mihura) era un comunista de cepa, y por ello más rígido. Berlanga comulgaba más con el anarquismo; o, si se prefiere, con el marxismo facción Groucho. Durante una décadas Franco vendió que los alemanes eran unos ángeles y los Aliados unos ogros. La moneda cayó en el lado opuesto y el Régimen, achuchado por su incapacidad para levantar el país, no hizo ascos al beneficiente Plan Marshall de los yanquis. Berlanga y Bardem intuyeron que esa ayuda iba a ser testimonial, un caramelito para inflar su imagen de riqueza y generosidad, y sobre eso armaron una sátira demoledora. El sueño, la esperanza, las ilusiones de un pueblo entero destrozados con el fugaz paso de una caravana motorizada.
1956. Calabuch. Mi debilidad. Un científico extranjero, diseñador de bombas atómicas se esconde en el pueblo-islote fortificado de Peñíscola para comenzar una vida nueva, anónima y pacífica. Película sin apenas acción y sin la demoledora crítica de las obra citada antes, pero con el tono, el encanto de El fantasma y la Sra. Muir o El hombre tranquilo.
1957. Los jueves, milagro. Otro inexplicable gol a la censura franquista. Un balneario en horas bajas decide emular a Fátima y Lourdes con la aparición del santo del pueblo un día a la semana. Una sátira algo burda, de brocha gorda, que sin embargo invita a preguntarse si las apariciones de las localidades francesa y portuguesa no son igual de tramposas. Inconmensurable Isbert, apoyado por López Vázquez y Manuel Alexandre.
1961. Plácido. “Siente un pobre a su mesa”. El ingenuo pececillo en un estanque de pirañas, estresado, desesperado, por no poder pagar la segunda letra de su motocarro. Berlanga y Rafael Azcona no dejan títere con cabeza, la cínica supuesta solidaridad de los ricos, la candidez y docilidad de los pobres. Además de colar al franquismo un retrato de sus miserias, meten un dardo de curare al neorrealismo italiano. Soberbio Cassen al frente del reparto.
1963. El verdugo. “Te acabará gustando”. El joven protagonista está obsesionado con un trabajo fijo; su futuro suegro busca un relevo para su oficio. No es relojero, panadero o estanquero, ni siquiera barrendero. Azcona, que sigue en estratosférica racha, se hace la pregunta de quien hay dentro de la máscara del hombre al pie del cadalso. Sólo a él se le podía ocurrir que era un vejete amable a punto de jubilarse. Sólo Pepe Isbert, absolutamente genial otra vez, podía hacerlo creíble y humano. No faltan dos símbolos del incipiente despegue económico de la época, el 600 y las vacaciones en Mallorca. Planos de Can Barbará, Paseo Marítimo, figuración de Xesc Forteza como Guardia Civil y antológica escena en las Cuevas del Drach, con Nino Manfredi llevado a rastras para cumplir su deber profesional. Comedia negra, viva, imperecedera, devastadora, magistral.
1978/1981. La escopeta nacional, Patrimonio nacional. El caos, la incertidumbre de la transición democrática desde la mirilla de una cacería de las clases pudientes. Nobles venidos a menos, trepas escalando, especuladores tanteando. El reparto de ambas es una foto de familia prácticamente completa del cine de ese momento: Luis Escobar, José Sazatornil, Bárbara Rey, Antonio Ferrándiz, José Luis López Vázquez (por supuesto), Amparo Soler Leal, Agustín González, Luis Ciges, Mónica Randall, Mary Santpere… Guiones (por supuesto, bis) de Rafael Azcona.
1985. La vaquilla. Una de los muchos (si no real, muy plausible) momentos tragicómicos que provocan las guerras. Toque de Gila para una historia en la que el hambre, la desesperación y la venganza empujan a unos republicanos a intentar reventar la fiesta de un pueblo tomado ya por los nacionales. El codiciado objeto del deseo es la astada protagonista de la verbena.
Alfredo Landa, Pepe Sacristán, Guillermo Montesinos, Agustín González, Violeta Cela, delante de la cámara, Berlanga detrás, Azcona más atrás e igual de brillante. Si Bienvenido Mister Marshall tomó la localidad madrileña de Guadalix de la Sierra, y Calabuch Peñíscola, aquí aún recuerdan las correrías de Berlanga y sus cómicos en Sos del Rey Católico.
1987/1993/1999. Moros y Cristianos, Todos a la cárcel, París Tombuctú. Los rodajes se espacian, mengua la frescura, se mantiene el cuerpo fallero, las ganas de divertir, de provocar, de recordar que España sigue siendo un esperpento.
2010. El legado. Tras la muerte del cineasta queda una filmografía irregular. Berlanga fue de más a menos pero nunca perdió su espíritu libertario, su alegría de vivir, de reírse de todo y de todos, de gritar sin pavor y sin rubor que el rey estaba desnudo. Disfrutó levantando faldas, bajando pantalones, mirando por las cerraduras, aireando alfombras, disparando a todo lo que se movía. John Vorhaus, autor de un destacado manual para escribir comedia, define la clave de ésta en verdad y dolor. Berlanga lo llevó al límite. Sin pasar la raya de lo grotesco, sin perdonar nada ni a nadie.
miércoles, 17 de noviembre de 2010
Despendolado
Publicado en Diario de Mallorca el 17/11/10
IMPARABLE
Nacionalidad: Estados Unidos, 98 min. Director: Tony Scott. Actores: Denzel Washington, Chris Pine, Rosario Dawson
Así como con Ridley Scott hay un hilo de esperanza de que resucite el duende de Alien o Blade Runner, su hermano Tony lleva décadas abonado al cine de acción más comercial (Deja Vu, Juego de espías). Imparable se ha inspirado en un hecho real acaecido hace casi una década: un tren con mercancías peligrosas que, por una cadena de pequeños errores humanos viajó solo durante más de 100 kilómetros hasta que fue detenido con una arriesgada maniobra.
Consultando Internet se trilla enseguida el grano verídico del forraje dramático: se ha exagerado la peligrosidad de la carga y, para incrementar el suspense, los periodistas dan en tiempo casi real los nombres de los descuidados operarios que dejaron escapar el tren y los héroes, un veterano a punto de prejubilarse y un joven enchufado. Esa indiscreción, su retransmisión como si fuera un evento deportivo en directo con las familias mordiéndose las uñas en sus hogares, es lo más chirriante del filme, con un final casi de Bollywood. Para aumentar aún más la complicidad del espectador (como si el despendolado tren no bastara), se ha añadido una gota de crítica a los jefes (el presidente jugando a golf, el intermedio amenazando con despedir a los protagonistas). Subrayados obvios pero breves. El resto del filme va al grano, cómo la situación se va complicando y la búsqueda de soluciones. El trabajo de Scott es impecable en ritmo y planificación de secuencias. Los actores están muy convincentes, mesurado Washington, hiperactiva Dawson y atormentado Pine. Película palomitera y hueca pero efectiva en su espídico suspense.
martes, 16 de noviembre de 2010
otoño bávaro
No sé si ha sido la suerte de pillar el veranillo de San Martin, pero en cinco días en Munich y alrededores sólo hubo uno con tiempo malo, y tampoco excesivamente. Sobredosis de museos (Alte Pinakothek, Neue Pinakothek, Pinakothek der Moderne, Deutches Museum, Alpine Museum...), largas caminatas por la ciudad, escapadas a los lagos de Schliegersee y Tegernsee y paseo por el Parque Olímpico. Días intensos, desconexión conseguida.
Cerca del mundanal ruido
Publicado en Diario de Mallorca el 16/11/10
TAMARA DREWE
Nacionalidad: Reino Unido, 107 min. Director: Stephen Frears. Actores: Gemma Arterton, Roger Allam, Dominic Cooper, Tamsin Grieg
Con Tamara Drewe Stephen Frears retorna a la comedia costumbrista, adaptando un cómic de entregas semanales de Posy Simmonds. Es una historia muy de mujeres: una joven y atractiva periodista retorna a la casa rural de su infancia para intentar venderla, pero acaba envuelta en un culebrón con sus vecinos (un albergue rural lleno de escritores), el macizo del pueblo, una pareja de adolescentes revoltosas y el batería de un grupo de rock. Para culturetas hay un leve homenaje al escritor clásico Thomas Hardy y un ácido e irreal retrato de las arritmias emocionales y creativas de los escritores de varios estratos, desde un engolado superventas a un inseguro ensayista. Trama que se esfuma a mitad de película para pasar a un frenesí de cuernos y celos, rematado con un latigazo de efectivo humor negro. A esos leves bandazos de tono se suma que los personajes en conjunto son bastante planos. Si en la obra gráfica no importa tanto, porque sólo busca un entretenimiento leve, la gran pantalla exige más. Los clichés constriñen a los personajes y a los actores, reparto poco conocido en el que ninguno llega a destacar. La dirección (fotografía, ritmo) y la música tampoco aportan talento añadido.
Seamos realistas. Stephen Frears es un gran director pero no un fuera de serie. Cuando acierta en la selección de una historia o guión no falla. Cuando son de inferior calidad no sabe levantarlos con la realización o los actores. Tamara Drewe paga la inconsistencia de sus personajes, pero lo compensa con frescura y algunos buenos gags. Recomendable aceptándola como comedia ligera.
lunes, 8 de noviembre de 2010
La guerra de Joe Wilson
CAZA A LA ESPIA
Nacionalidad: Estados Unidos, 106 min. Director: Doug Liman. Actores: Naomi Watts, Sean Penn, Sam Sheppard, Noah Emmerich
Otra de espías americanos acosados por sus propios compañeros. Dos diferencias entre los protagonistas de Caza a la espía y los de Salt o la saga Bourne: a) en esta película se recrea una historia real; b) el acoso esta vez no viene de los propios jefes, sino de un escalón superior (y mucho más peligroso), los políticos. Sucintamente, va de una agente de la CIA (Valerie Plame/Naomi Watts) que busca pruebas del rearme nuclear de Saddam Hussein antes de la invasión americana. No las encuentra y en un momento dado su marido (Joe Wilson/Sean Penn), ex diplomático, ayuda a buscar otros indicios en Niger con resultado igual de fallido. Los políticos tergiversan los informes y afirman que sí hay pruebas. Wilson se enfada y cuenta a la prensa que es falso. Los políticos se vengan desvelando que Plame es espía e intentan denigrar a ambos.
La película es una lucha de David contra Goliat con un interesante matiz: Mientras que Goliat no tiene escrúpulos ni fisuras, David, la pareja, están divididos. Para ella, la discreción es sagrada; incluso cuando la machacan y humillan. Él es un gallito quijotesco, incapaz de valorar las consecuencias de sus incontinencias verbales sobre ellos y sobre las vidas que penden del trabajo de ella. Terrible dilema, en el que las dos opciones implican arruinar carreras o vidas de inocentes. La realización de Doug Liman (director de la primera entrega de Bourne) es impoluta, quizás demasiado fría. Los actores están excelentes, incluyendo una breve aparición de Sam Sheppard. Buen docudrama político, ineludible recordatorio de la necesidad de vigilar los abusos de poder.
domingo, 7 de noviembre de 2010
costera norteña
Excursión por la zona sur de la Costa Nord de la isla, entre Andratx y Estellencs: Cala ses Ortigues- Cova de Na beneta - Sa Foradada (de Estellencs) - Torrent de Sa Clota. Dura para los tobillos, gozosa para la vista. Purificante baño de una colega y un servidor. Más detalles y fotos en el blog de Racons de Tramuntana.
viernes, 5 de noviembre de 2010
La historia se repite
Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 4/11/10
(1) Alatriste vs. Lope. Mientras las novelas históricas arrasan, las películas, al menos en nuestro país, se arrastran. Alatriste fue el bombazo de 2006, con 3,2 millones de espectadores y 16,7 millones de recaudación. Sólo había un pequeño problema: costó 22 millones. Peor le ha ido a Lope. Ha costado la mitad (13 millones) y ha recaudado la quinta parte (menos de 3 millones). Posibles causas del desfase/desastre: ambas tienen un limitadísimo gancho más allá de los Pirineos. Ni las obras literarias ni el reparto de ambas eran apenas conocidos. Viggo Mortensen no es un primera espada internacional, aunque se nos intentara vender que lo era; Pilar López de Ayala y Leonor Watling han rodado papeles menores en América. Y no se consiguió motivar, ¿por ombliguismo hispano?, al mercado hispanoamericano. Pasan los años y siguen/seguimos sin aprender la lección.
(2) Filón inesperado. El cine de suspense y/o terror está siendo el trampolín de nuestras jóvenes promesas para superar los Pirineos y el charco atlántico. La buena recepción crítica de El Orfanato ha abierto las puertas del mercado mundial a J.A. Bayona. Prepara The impossible con Ewan McGregor y Naomi Watts. Rodrigo Cortés disfruta un reestreno de Buried en muchas más salas de Estados Unidos y prepara Red lights con Robert de Niro y Sigourney Weaver. Otros fenómenos terroríficos: la segunda parte de Actividad paranormal incluye perros y niños. Y la tercera de Jackass es en 3D. Eso sí que pone los pelos de punta.
(3) Daniel Monzón reside en un pueblo valenciano. Agustí Villaronga, en Barcelona. Los promotores (productoras, entidades financieras) de Celda 211 son madrileños. Los de Pa negre son catalanes. Monzón y Villaronga se sienten orgullosos de ser mallorquines. Como otros directores, productores y actores que pelean por ser profetas en esta tierra. ¿Alguien les apoya, alguien les ayuda?
(4) Tolo Calafat, por desgracia, no pudo contarlo. Aron Ralston, un montañero norteamericano, sí. En 2003 se fue una semana a caminar y escalar por un parque natural de Utah. Solo. Sin compañeros, sin móvil, sin avisar de la ruta que iba a hacer. Tuvo un accidente mientras rapelaba en un cañón. Se enganchó una mano en una grieta. Pasó cinco días dosificando el agua de su cantimplora e intentando liberar su extremidad. No lo consiguió. Sólo quedaba una solución. Danny Boyle (Trainspotting, Slumdog Millionaire) recrea en 127 horas (sin fecha de estreno en España) cómo logró sobrevivir Ralston. En el Festival de Toronto se desmayaron varios espectadores.
martes, 2 de noviembre de 2010
Tres lustros
Publicado en Diario de Mallorca el 2/11/10
COPIA CERTIFICADA
Nacionalidad: Italia, Francia Bélgica 106 min. Director: Abbas Kiarostami. Actores: Juliette Binoche, William Schimell, Jean Claude Carriere
La alternativa a la hueca taquicardia de Los ojos de Julia es la primera producción fuera de su país del iraní Abbas Kiarostami (El sabor de las cerezas). Copia certificada remite sin rubor al cercano díptico de Richard Linklater (Antes del amanecer, Antes del atardecer) y al más lejano Viaje a Roma de Rosellini. La primera mitad narra el intento de una anticuaria francesa afincada en Italia por seducir a un ensayista inglés que acaba de publicar una obra. La segunda mitad trata el intento de una pareja por resucitar su matrimonio el día de su decimoquinto aniversario. La primera parte juega con una tramposa ambigüedad, matizada por interesantes reflexiones sobre la difusa frontera entre originales y copias en el mundo del arte. La segunda profundiza en la crisis de pareja, cuando el paso del tiempo ha debilitado la ilusión y la comunicación. Kiarostami lo refuerza con un doble contrapunto, geográfico (el pueblecito con un árbol del amor al que acuden multitud de recién casados) y lingüístico (el baile constante del inglés al francés e italiano) como metáforas de la brecha entre las expectativas ingenuas y la compleja realidad del amor. Y explota el talento y presencia de Juliette Binoche en planos frontales a cámara. Shimell aguanta el tipo; aparición anecdótica de Jean Claude Carriere, guionista de la etapa francesa de Buñuel.
Copia certificada es cine de autor puro, todo diálogo y omnipresencia de la pareja protagonista, con interacciones breves con gente local o turistas. Igual que con anteriores obras de Kiarostami, puede enganchar o desesperar, pero no deja indiferente.
lunes, 1 de noviembre de 2010
Omertá irlandesa
Publicado en Diario de Mallorca el 1/11/10
THE TOWN
Nacionalidad: EEUU, 125 min. Director: Ben Affleck. Actores: Ben Affleck, Rebbeca Hall, John Hamm, Jeremy Renner
Cuando un actor veterano (Clint Eastwood) se dirige a sí mismo es un maestro; cuando es joven y bien parecido se tuerce el gesto, ¿vocación auténtica o chute de ego? La única credencial previa de Ben Affleck era su Oscar al mejor guión por El indomable Will Hunting. Aunque merecido, para muchos no era suficiente. En The town ha adaptado una novela de xxx sobre una banda de ladrones de alto vuelo en Boston, especialistas en bancos, furgones blindados y cajas fuertes. Aromas patentes de cine clásico (La jungla de asfalto, Atraco perfecto) al presentarlos como los últimos de una estirpe asentada en su barrio, irlandeses duros y fieles a sus compadres, con códigos de honor similares a los italianos. También en la trama amorosa entre el protagonista y una de sus víctimas; y el desenlace en el estadio de los Red Sox, equipo de béisbol con perenne etiqueta de perdedor. Refuerzo adicional en el solidísimo reparto: Rebecca Hall (Vicky Cristina Barcelona) como víctima de los encantos y engaños del protagonista, John Hamm (Mad Men) como infatigable poli y Jeremy Renner (En tierra hostil) como amigo del alma.
Las expectativas no se acaban de cumplir. Como película de acción es impecable. Los tres atracos están muy bien resueltos técnicamente; la trama de amistades y traiciones entre irlandeses va de más a menos; la de los polis es plana; la amorosa es melodrama puro, a años luz de otro clásico (Driver, Walter Hill); y Affleck chupa bastante cámara. Sinceramente, al ver las reseñas de mis colegas americanos esperaba más. Entretenida.
miércoles, 27 de octubre de 2010
El guardaespaldas
Publicado en Diario de Mallorca el 27/10/10
LOS SEDUCTORES
Nacionalidad: Francia, 105 min. Director: Pascal Chaumeil. Actores: Romain Duris, Vanessa Paradis, Julie Ferrier, François Damiens
La comedia del año en Francia (casi cuatro millones de espectadores, el doble que El concierto) recupera la comedia sofisticada. Ambientaciones hiperlujosas (Montecarlo, Paris y un toque del desierto africano). El planteamiento tiene gracia: bastante gente ha fantaseado en algún momento con encontrar la forma de que un familiar cercano o un amigo íntimo rompa con su pareja porque no la soportan. La novedad está en profesionalizarlo. Los protagonistas son un equipo de rompeparejas compuesto por un guaperas (Romain Duris) su hermana y su cuñado. El trabajo les va razonablemente bien hasta que reciben un encargo más difícil, reventar la boda de una guapa y rica mujer (Vanessa Paradis) en menos de cinco días. Y terminan sufriendo el castigo del cazador cazado.
Los referentes son muy obvios: El guardaespaldas (profesión elegida por el protagonista para acercarse a su víctima) en lo práctico, Sucedió una noche en lo romántico y Un par de seductores en el escenario y un gag fusilado de esa película. Las gotas de originalidad inicial derivan pronto hacia el terreno de la comedia más fácil y previsible. Los personajes dan juego (la belleza natural del protagonista, la adaptabilidad de la hermana, la bastez del cuñado) pero los montajes que traman son tan rebuscados como inverosímiles. La víctima es otro papel muy estereotipado, hecho a medida de la actriz-cantante francesa. Hay un puñado de gags divertidos, aunque recurren a instintos muy básicos (caídas y mamporros). La realización es insípida, la música recurre a temitas pop para los momentos íntimos. Idea desaprovechada, comedia leve y olvidable.
martes, 26 de octubre de 2010
Doce años
Publicado en Diario de Mallorca el 26/10/10
DEJAME ENTRAR
Nacionalidad: Estados Unido, 116 min. Director: Matt Reeves. Actores: Kodi Smit-McPhee, Chloe Moretz, Richard Jenkins, Elias Koteas
Dejame entrar es un remake americano de una película sueca muy reciente, adaptación de una novela de gran éxito en el país escandinavo. La acción se traslada de un barrio periférico de Estocolmo a Los Álamos (localidad famosa por albergar un laboratorio de bombas nucleares). Owen, el protagonista, es un chico hipertímido. Tiene doce años. Abby, su vecina, también. O eso afirma. Owen vive con su madre, en pleno proceso de divorcio, y sufre el acoso físico de varios compañeros de clase. Abby vive con una especie de padre evitando el contacto con los vecinos. Los dos jóvenes se hacen amigos en el gélido jardín de su edificio. Ella le anima a defenderse de los matonzuelos del colegio. Él descubre el secreto de ella. Es una vampira.
La mezcla de géneros (terror, denuncia social, cine de autor) funciona. Es lo más opuesto al glamour hueco y soporífero de la saga Crepúsculo. La edad de los niños es un acierto; su casto amor, muy creíble; el suspense muy logrado, recurriendo sin rubor a las convenciones del género (pasillos oscuros, cámara subjetiva, música enervante). Hay incluso unas gotas de humor negro en las desventuras del padrastro para alimentar a la chica. Acertadísimo el reparto: la mirada intensa y candorosa de Kodi Smit-McPhee, la determinación de Chloe Moretz, la resignación de Richard Jenkins o la confusión de Elias Koteas. Magnífica también la dirección, brillando en escenas como el accidente de coche o el desenlace en la piscina. Matizo: la mezcla de terror y cine de autor puede despistar a algunos. No es cine palomitero, es cine que deja huella.
sábado, 23 de octubre de 2010
Verano caliente, otoño gélido
Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 21/10/10
CINE. Es un pleonasmo, lo sé. O no. En el inicio del estío los gurús del dios Meteoro auguraron que iba a ser más tórrido de lo normal. La mitad de ellos; la otra mitad predijo temperaturas más suaves. Con la economía ocurre algo parecido; los inversores dudan día a día, minuto a minuto, entre los brotes verdes de los países aplicados y el nostradámico apocalipsis del Hindenburg Omen.
En el cine es igual de arriesgado, cómodo o frívolo sostener que ha sido una temporada fresca, templada o sofocada. La sobredosis de superhéroes de otros años ha sido sustituida por un mejunje de mataharis (Salt), funambulistas mentales (Origen), pretenciosos aprendices de Buda (Airbender), metralleros simpáticos (El equipo A), toscos mamporreros (Los mercenarios) e insípidos vampiros (Eclipse). Los amantes de otros tipos de cine han recibido sus ansiadas dosis con cuentagotas: Philip Morris ¡Te quiero!, Airdoll, y las más irregulares La vida privada de Pippa Lee o Mamá está en la peluquería. Woody Allen y Woody, el esponjoso vaquero de Toy Story, suman nuevos puntos para ganarse la inmortalidad.
Los festivales tampoco se libran de la tiritera. Los grandes ponen ya sus barbas a remojo viendo las brasas de los pequeños. Esta año han apostado por los desconocidos (victorias de un tailandés en Cannes, turco en Berlín y ecuatoriano en Málaga) sin renunciar a servir de escaparate de productos y caras más comerciales. En la Costa Azul quedó patente que Iñarritu sin Arriaga es menos Iñarritu, por mucho Bardem que dé la cara. En la Costa del Sol que corren malos tiempos para la lírica del celuloide. En la Potsdamer Platz hubo más ruido con el desagravio a Polanski que auténticas nueces. En el Lido veneciano la trompeta de Alex de la Iglesia se llevó el león al agua. En el Kursaal donostiarra Agustí Villaronga arriesgó con Pa negre, convenció y no se llevó el gran premio. El tiempo pondrá al jurado en su sitio.
El cine español, como bien ha explicado Fernando Lara, vive la calma chicha que precede a una tormenta perfecta. Los peores augurios se están confirmando. El desajuste entre exceso de producción y desafección del público ha estallado con el tijeretazo de Zapatero y el cierre del grifo de los bancos a las PYMES. Miles de profesionales que se arrimaron al calor del glamour, los anticipos de las televisiones y las subvenciones de papá ICO están ahora en vilo. La pavorosa dentera a estrenar en esta época nos deja como patético taquillazo Que se mueran los feos. En otoño pretende recuperar a los espectadores perdidos con lo que queda de nuestra vapuleada armada artística: Santiago Segura, (Torrente 3D, El gran Vázquez), Belen Rueda (Los ojos de Julia), Alex de la Iglesia (Balada triste de Trompeta) o el emergente Alberto Ammann (Lope).
Aún cuando levante más o menos el vuelo, la caída del guindo ha sido, está siendo estremecedora. Como el sector inmobiliario, el cine español no ha querido ver los avisos que el cielo y el sentido común le estaban enviando. Tampoco, es justo decirlo, merecen la dolorosa mortificación presente.
martes, 19 de octubre de 2010
¿A quien se lo enseñarán ellos?
Publicado en Diario de Mallorca el 19/10/10
LA RED SOCIAL
Nacionalidad: Estados Unidos, 121 min. Director: David Fincher. Actores: Jesse Eisenberg, Justin Timberlake, Andrew Garfield, Brenda Song
La red social narra dos pleitos paralelos sobre la autoría de una página web. El tema no merecería ni dos líneas de un periódico si esa web no tuviera ahora medio millardo de seguidores y su fundador esté entre los hombres más ricos del mundo. El director David Fincher (Zodiac, El curioso caso de Benjamin Button) y el guionista Aaron Sorkin (El Ala Oeste de la Casa Blanca) se han aplicado en desmembrar la cronología para darle ritmo y en retocar la historia real lo justo para darle vidilla dramática. Las dos reuniones de los litigantes se intercalan con flashbacks sobre la creación de Facebook y su fulgurante y polémico éxito. Reuniones, fiestas y comidas afloran inteligencias excepcionales, traiciones, celos y vanidades. Fincher dirige con eficacísima pulcritud; se desmelena sólo en la regata a remo con el Peer Gynt de Grieg en versión acelerada de Trent Reznor.
El mayor mérito de La red social es que logra trocar puños por palabras, encender el debate sobre el precio y el premio real del éxito, sobre si los genios son siempre unos tarados emocionales, sobre quien es el autor real de una obra (una página web en este caso) y cómo se objetiva la aportación de sus colaboradores, sobre hasta qué punto las emociones (un desengaño amoroso, rabia por no ser admitido en un club universitario) influyen en decisiones racionales. Y deja en el aire la gran paradoja: ¿Cómo ha podido un chaval introvertido y asocial crear un punto de encuentro social, de cotilleos, de ligoteos, de reencuentros, que ha encandilado a 500 millones de personas?
lunes, 18 de octubre de 2010
1944
Publicado en Diario de Mallorca el 18/10/10
PA NEGRE
Nacionalidad: España, 104 min. Director: Agustí Villaronga. Actores: Francesc Colomer, Sergi López, Laia Marull, Nora Navas
El año en que medio planeta seguía embarcado en una gran guerra, en España se vivía el apogeo de una cruenta posguerra. En Pa negre, Agustí Villaronga adapta con cierta libertad una novela de Emili Teixidor, con afinidades de El espíritu de la colmena (Victor Erice, 1973) o El laberinto del fauno (Guillermo del Toro, 2006). La falta de novedad se compensa por la profundidad: Niños necesitados de enseñanzas y referentes se encuentran con adultos enzarzados en rencillas y venganzas. Lo que arranca como ajustes de cuentas de los vencedores sobre los vencidos y la lucha de éstos últimos para mantener su integridad, pasa a mostrar los claroscuros de esos supuestos héroes, su opresión de la homosexualidad, la sumisión a los caciques locales, y desemboca en la pérdida de inocencia de los niños. A medida que el protagonista va conociendo a su padre, se ve abocado a renegar de lo que éste le enseña y no aplica. Con su escasa experiencia y el histerismo de su entorno debe elegir entre decencia y pragmatismo. No tiene, como la chica de El laberinto del fauno, un mundo onírico en el que guarecerse. Le ofrecen una única salida y la acepta con todas sus consecuencias.
En la realización, Villaronga aparca la experimentación de Aro Tolbukhin. No regala escatología pero tampoco escatima dureza. Quizás fuerza un poco la exaltación constante de las mujeres. La fotografía acentúa bien la claustrofobia del lugar, las masías oscuras, el bosque cerrado. Los actores muestran oficio y convicción. Pa negre es un sólido drama rural, gran trabajo de Villaronga.